Por mandato del rey, el poderoso jefe de clan escocés Alec Kinkaid debe casarse con una joven inglesa. La elegida era Jamie, hija menor del barón Jamison, una belleza de ojos color violeta. Alec ansiaba acariciarla, domarla, poseerla... para siempre. Pero Jamie había jurado que jamás se rendiría ante la fuerza bruta de aquel bárbaro de las Tierras Altas.
El gigantesco Alec representaba todo aquello contra lo cual el corazón de Jamie estaba en guardia: un hombre arrogante y bien plantado cuyo aspecto rudo insinuaba placeres salvajes, pero de quien se rumoreaba que había asesinado a Helena, su primera esposa. y aunque los besos de fuego de su nuevo dueño encendían su sangre, Jamie se le resistía implacable.
Estaba ansiosa por empezar este libro y es que antes de empezar con el de Rivales de Sangre, había estado cotilleandolo, una manía que no me la quito ni a la de 3 xD pero es que no lo puedo resistir. Así que cuando me lo empecé lo devoré por completo, tiene 17 capítulos, lo empecé el miércoles y a pesar de que podría haberlo terminado el viernes perfectamente me tuve que ir a casa de mi amiga y por unas cosas y otras y entre medio una trágedia familiar me lo termine el sábado. Me encanta, sencillamente me encanta y me ha dado mucha pena que no hubiera una continuación, no se, es que han dejado un final muy abierto xD no como en otros que te ponen su epilogo, aquí no, pero tiene un final precioso.
Hasta la próxima...!*
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