
El agricultor lanzaba el mensaje el miércoles, antes de la reunión que el sector hortofrutícola mantuvo en Almería con el vicepresidente del Gobierno, la ministra de Medio Ambiente, el presidente de la Junta y la consejera de Agricultura. Una cita al más alto nivel de la que, al igual que ha ocurrido en encuentros anteriores y posteriores, no se han extraído conclusiones de contundencia que reconduzcan la situación que ha sobrevenido al campo almeriense.
Alemania ha herido de gravedad a Almería. Sus "calumnias" -como calificaba el presidente andaluz, José Antonio Griñán, las intervenciones de la senadora de Hamburgo, Cornelia Prüfer-Storcks- han provocado la mayor crisis a la que se enfrenta el campo almeriense, el principal productor y exportador español de pepino y el tercero en producción y comercialización de frutas y hortalizas.Además de irreversible, el daño ha abierto unas heridas que tardarán mucho tiempo en curar. No se sabe cuánto. Dependerá de la diligencia con la que las administraciones gestionen dos cuestiones primordiales: compensar al sector por las pérdidas y, sobre todo, trabajar en una campaña de limpieza de imagen para recuperar la confianza de los consumidores.
Pese a que la UE levantó la alarma sobre los pepinos españoles hace cuatro días, el miedo se ha apoderado del mercado porque Alemania aún no ha atajado el problema desde su raíz. No sabe por dónde le ha llegado el grave problema de salud pública que ha atemorizado a un tercio del planeta. Rusia ha cerrado sus fronteras a Europa y cerca de una decena de países no compra a España.Mañana volverá a ser un día clave. Los lunes y martes se realizan los pedidos y se organizan los movimientos comerciales para la semana. "Si no hay pedidos, habrá que arrancarlo todo", prevé Andrés Góngora, secretario de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) de Almería y responsable estatal de Frutas y Hortalizas de la organización. Se trataría de prescindir de toneladas de género. Durante los primeros días de la denominada crisis del pepino se realizó una estimación: al día se pierden 6,1 millones de euros en productos, sin contar los gastos estructurales (transporte, mano de obra, etcétera). Los agricultores y las empresas han comenzado a estimar sus pérdidas desde el pasado día 26, pero la cifra irá en aumento hasta que no se alcance la normalidad en el mercado.
"Esto no ha hecho nada más que empezar", advierte Francisco Vargas, presidente de la Asociación de Jóvenes Agricultores (Asaja) de Almería y representante nacional de Hortalizas del colectivo. "Queda un trabajo importantísimo por hacer", añade. Tanto en el ámbito institucional como en el privado.

"No se puede aventurar una cifra de pérdidas al menos hasta finales de mes", adelanta Juan Antonio Díaz Planelles, gerente de Agroiris, empresa que produce al año unos 25 millones de kilos de pepino, 70 millones de kilos de pimientos y alrededor de 25 millones de kilos de melones. Teniendo en cuenta que, como media, el precio de las frutas y hortalizas ha caído un 50% tras la alerta sanitaria, ha perdido, y mucho. Lo que ha quedado sin vender hay que destruirlo. "No tenemos ni dónde tirar el producto", explica. Tan sólo existen dos plantas autorizadas en la provincia -en La Mojonera y Níjar- y cada camión realiza una media de tres horas de espera hasta que le llega su turno.
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Fuente: elpais.com
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