30 de agosto de 2013

Capítulo 50...

- Para nada cariño-. Candela seguía igual de relajada entre los brazos de Sergio, y se hecho también relajo a él.- Hoy se ha ofrecido porque llovía muy fuerte-. Candela bostezo y poco a poco se abandono al sueño.

- Candela-. La voz de Sergio le llegaba de lejos.- Candela-. La voz estaba más cerca, noto sus labios en los propios.- Mi amor-. Le aparto el pelo.
- Mmm…-. Candela abrió los ojos perezosamente y sonrió al encontrar el rostro de Sergio cerca del suyo.- ¿Qué hora es?-. Pregunto con la voz entrecortada.
- Son las cuatro.- Sergio sonrió.- ¿Quieres comer algo?
- No, me tengo que ir-. Se levanto, pero Sergio la cogió por la cintura, la volvió a sentar y le dio un beso.- Tengo examen en unos días-. Le mordisqueo el labio inferior y sonrió.- Te quiero-. Se volvió a levantar, cogió sus cosas y le lanzo un beso desde la puerta.

Varios días después Sergio solo sabía que Candela estaba bien, que estaba estudiando para un examen importante y que tenía tareas pendientes. Algunas tardes iba a verla, pero solo un rato, esos días su relación se basaba en mensajes, justo Sergio iba a mandarle uno cuando su móvil sonó.

>> Mi vida, te echo de menos. Ya queda poco para hacer el examen y eso significa que nos podremos ver. Esta noche nos podemos ver un poquito. A las 12 en la azotea. Te quiero.

<< Yo sí que te echo de menos, esto de tener una novia tan buena estudiante no me está gustando, me quita tiempo de verla, de besarla :). Te quiero, allí estaré.

El mes de Noviembre llegó y con ello el cumpleaños de Candela, estaba siendo un mes perfectamente frío, como a Candela le gustaba y esperaba su cumpleaños con ansía.

- ¡FELIZ CUMPLEAÑOS!-. Sus padres y Julio entraron en su habitación a felicitarla.
- Gracias-. Dijo Candela sonriendo y dándole un beso a cada uno.

Después de recibir algunos regalos de su familia y desayunar con ellos se preparo para ir al instituto, hacía tiempo que no esperaba con tantas ganas su cumpleaños, este año era diferente.

- Sergio-. Pensó, justo cuando llegaba al instituto y se encontraban con sus amigas, que hicieron un corrillo alrededor de ella y se abrazaron fuertemente.
- ¡FELICIDADES!-. Dijeron las cuatro chicas al unísono y rieron ostentosamente.
- Gracias chicas-. Sonrió colorada como un tomate, mientras daba un beso a cada una.

Fue un día sensacional, sus últimos cumpleaños no habían sido nada felices. El recuerdo de Rafa empañaba toda la felicidad, pero este año estaba siendo diferente, el culpable, Sergio. Quedo con las chicas en verse ese fin de semana con sus novios y celebrarlo con todos sus amigos. La hora del recreo fue la hora más tormentosa para Candela, pues en el fondo de su alma, era una chica tímida y cuando sus amigas en medio de todo el instituto le empezaron a cantar el Cumpleaños Feliz, se quiso morir. Incluso Hugo y otros profesores se unieron al cante y luego la felicitaron. Lógicamente las felicitaciones se sucedieron a lo largo del día, pero Candela esperaba una en especial que no llegaba. Era la hora de cenar cuando recibió un mensaje al móvil.

>> Sube a la azotea.

Candela subió rápidamente y en el rellano de la azotea se encontró con una mesa preparada para cenar y dos sillas, había velas por todos lados.

- Feliz cumpleaños-. Susurro una voz a sus espaldas que la hizo temblar.

Girándose lentamente con una sonrisa Candela se topó con un grandísimo ramo de flores.- Gracias cariño-. Sergio apareció detrás del ramo, se acerco y se besaron intensamente.- Son preciosas-. Las cogió y las olio disfrutando de su aroma.

- Perdóname por no haberte felicitado antes, he estado muy liado con el trabajo-. Sonrió Sergio, disculpándose.
- No pasa nada, ha merecido la pena esperar-. Miro alrededor sin palabras.
- Todo esto es para ti-. La miro.- Porque te quiero-. Acunó la cara de Candela con las manos.- Porque eres lo más importante, siempre-. La beso suave y repetidamente.
- Gracias mi vida-. Lo miro a los ojos.- Me haces muy feliz-. Sonrió y lo beso.

Después de compartir una rica cena, Sergio había preparado un rincón calentito y acogedor, con muchos cojines y mantas.

- Mi regalo-. Dejo caer un sobre en el regazo de Candela.
- ¡No puede ser!-. Dijo cuando vio el contenido y lo miro con los ojos abiertos, él asintió.- Sergio-. Susurro dándole un beso.

28 de agosto de 2013

Capítulo 49...

- Gracias-. Dijo Candela mientras se ponía el cinturón.- Pensaba ir en patera, pero se me ha olvidado-. Ambos rieron.
- ¿Cómo no llevas paraguas?-. La miro intrigado.
- Odio los paraguas-. Declaro.- Son un incordio ¿no te parece?-. La sonrisa de Candela iluminó la fea tarde.
- Pero son necesarios-. Rió Hugo.
- La mayoría de las veces no lo son-. Sentencio riendo.
- Eres muy apasionada en tus debates, y tienes don de palabra, me lo habían comentado. Pero ahora puedo afirmarlo-. La miro de reojo y sonrió.- Bueno y ¿qué te parecen mis clases?
- Me gustan mucho-. Se miraron cuando el semáforo se puso en rojo.- Se nota que te gusta tu profesión, y la química-. Sonrió.
- A ti también se te nota, se nota que te gusta mucho-. Hugo siguió conduciendo.
- Hugo-. Llamo su atención.- ¿Por qué no me has preguntado donde vivo?-. Dijo seria.
- Te diría que soy un pervertido sexual, que tuve intenciones poco caballerosas contigo, que me obsesione tanto contigo que cotillee tu ficha escolar para saber donde vivías-. La miro igual de serio.- Pero la realidad es que, te vi de casualidad un día-. Volvió a reír ante la ceja enarcada de ella-. Eres muy observadora, seguro que te lo han dicho.
- Si, muchas veces-. Se miraron otra vez-. Y si, me gusta mucho la química, es una de mis pasiones.
- Ha llegado a su parada señorita, son 5.95€-. Soltaron una carcajada.
- Sabes que señorita ya no lo recoge el diccionario con su significado de antes ¿no?-. Dijo Candela mientras abría la puerta.- Gracias Hugo, te debo una.

- Candela ¿qué haces aquí?-. La voz de Sergio llego a sus espaldas.
- Sergio, cariño-. Candela se volvió con una sonrisa y se colgó de su cuello.- Sergio, él es Hugo mi profe. Hugo, él es Sergio mi novio-. Sergio sonrió satisfecho y ambos chicos se saludaron cordialmente.
- Nos vemos mañana Hugo-. Se despidió la chica.
- Adiós Candela-. Dijo Hugo arrancando el coche después de que ella cerrara la puerta.

- ¿Te trae todos los días?-. Pregunto Sergio.
- ¿No me vas a dar un beso?-. Se pego más a él y se besaron profundamente, haciendo olvidar a ambos que estaban en plena calle y con la lluvia cayendo cada vez más fuerte. Solo la necesidad de respirar los separo.
- Candela, mi Candela-. Le acaricio el pelo mojado.- Vamos a casa, allí te seguiré besando hasta que pierdas la noción del tiempo-. Con una sonrisa en los labios, por la promesa de más besos Candela y Sergio entraron en el portal.

Una vez en casa, secos y acurrucados Sergio no se olvidaba de Hugo, había instantes en que se olvidaba de lo que pasaba pues Candela lo estaba besando con la misma intensidad de momentos antes, pero ahí estaban otra vez, esos celos tontos.

- Mi amor-. Sergio se separo un poco.- No me has respondido-. Dijo dándole besito por la cara para quitar importancia, mientras la abrazaba por la cintura.
- ¿A qué tesoro?-. Candela estaba recostada encima de Sergio, con la cabeza en el hueco de su cuello, con los ojos cerrados disfrutaba del momento y le acariciaba los brazos.
- Tu profesor, ¿te trae todos los días?-. Pregunto sin rodeos y se mordió la lengua.

Había intentado contenerse, pero era imposible, necesitaba escuchar de la boca de Candela que estaba equivocado, que era la primera vez o que no lo era, pero que al menos se lo contara.

27 de agosto de 2013

Capítulo 48...

Siete años atrás (15 de Septiembre de 2006).

- Hola Candela-. La voz del hermano de Carmen llamó su atención.
- ¡Ah! Rafa ¿Qué tal el verano?-. Pregunto con una sonrisa en los labios.
- Muy bien guapa, tenía ganas de verte-. La miro a los ojos.
- ¿A mí?-. Se sorprendió y con las mejillas sonrojadas bajo la cabeza.
- Claro, a la niña más guapa-. Le cogió por el mentón y la obligo a mirarlo.- Vamos te invito a un refresco.

15 de Septiembre de 2013.

- Hoy empezó todo-. Decía Candela enfrente de la tumba de Rafa.- Me hiciste tan feliz ese día, nunca imaginé que te gustaba. Gracias por enseñarme a querer Rafa, por hacerme feliz, por aguantar mi mal genio y por todo-. Se acerco, le dio un beso al nombre y miro el ramo de flores que le había comprado.- Te voy a querer siempre.


- ¿Dónde estuviste esta tarde? Te llame al móvil y no lo cogiste-. Sergio saludo a Candela con un beso, habían quedado para tomar un café, en un bar del Puerto.
- Fui a ver a Rafa, hoy sería nuestro aniversario-. Candela sonrió.- Le lleve unas flores.
- Me hubiera gustado ir contigo-. Le cogió la mano, se la beso y a continuación trazo círculos en el dorso.

Las semanas pasaban, las clases iban geniales, con Sergio era una sorpresa cada día. Su familia estaba bien y todo era felicidad. ¿Quién se lo iba a decir hace unos meses? Todavía soñaba con Rafa, él era su ángel de la guarda no tenía duda de ello.

Tres años atrás (14 de Octubre de 2010).

Llevaban varias horas sin moverse del hospital, allí estaban los padres y hermanos de Rafa y los padres de Candela, esperaban lo inevitable. Rafa se había puesto muy mal esa noche y el médico había sacado corriendo a Candela y a Felipe de la habitación, se lo llevaron de allí y todos estaban esperando noticias.

- Familiares de Rafael…-. Un médico llego.
- Nosotros-. Rápidamente y sin dejar finalizar al médico todos se acercaron.- ¿Qué ha pasado doctor? ¿Está bien nuestro hijo?-. El padre de Rafa, sujetaba a Lucía, su mujer mientras hablaba.
- Lo siento mucho-. Empezó el doctor.- Hemos hecho todo lo posible por salvarle…

No necesitaron más palabras, Candela se abrazo llorando a Felipe, no podían creer que Rafa se hubiera ido, pero él sabía que se iba, ese mismo día había tenido palabras para todos sus familiares. Los días siguientes pasaron para Candela como si estuviera en una nebulosa, la llevaban de un sitio a otro, sin ella darse cuenta de nada.

Tres años después, todo era diferente para Candela, el día que Rafa hacía años de fallecido, Sergio acompaño a Candela y vio que un futuro nuevo y prometedor se habría a su paso, echo en falta hablar con Carmen y solucionar todo, pero fue imposible, ni siquiera fue.

Un día de Octubre que llovía a mares Candela miraba el cielo, le gustaba la lluvia, pero si estaba en casa viéndola. Resignada se puso la capucha de la sudadera y empezó a andar de camino a su casa, bajo la fresca lluvia.

- ¡Candela! Sube mujer-. Un coche se detuvo a su lado con la ventana bajada.
- Hugo-. Sonrió y subió.

23 de agosto de 2013

Capítulo 47...

- Esa estúpida de Candela-. Escupió Clara el último día que pasaba en su ciudad. Sus vacaciones tocaban a su fin, pero antes quería ir a algún sitio a tomar algo con su hermano, y allí estaba despotricando de la novia de su ex en una terraza.- No dejo de ver en las redes sociales fotos de ellos juntos, que empalagosos.
- Estas rabiosa porque tu siempre has sido una jedionda Clara-. Diego, se reía de ella.

Un oído que no pretendía ser curioso, capto la conversación por casualidad y los ojos que acompañaban a esa misma persona se abrieron asombrados cuando escucho el nombre de Sergio y Candela juntos en una misma frase.

- Disculpadme-. Una chica castaña y bajita miro a Clara y Diego.
- Estas disculpada encanto-. Diego la miro esperando algo.
- ¿Conocéis a Sergio y Candela?-. Pregunto sin atender a Diego.
- En esta ciudad a mucha gente con ese nombre preciosa-. No le quitaba los ojos de encima.
- ¿Él esta rapado, con cuerpo de gimnasio, ella es rubia y alta?-. La chica le devolvió la mirada y sus intensos ojos azules brillaron.
- Nos vamos entendiendo, encanto-. Diego sonrió sensualmente.- ¿Qué más?
- Son vecinos-. Sentencio la castaña.
- Ya vale Diego-. Clara lo reprendió antes de que su hermano volviera a hablar.- Parece que estás jugando al ¿quién es quién? -. La miro.- Siéntate preciosa, ¿cómo te llamas?
- Carmen-. Dijo pasando la mirada de un hermano a otro.

La noche había resultado de lo más interesante, Clara y Carmen compartían un gran desagrado por Candela y a ambas se le había pasado por la cabeza hacer algo en contra de la relación de Sergio y Candela, Diego por su parte rechazó el participar. Era cierto que Candela le había causado un gran impacto, pero siempre le había tenido aprecio a Sergio y total, había más peces en el mar. No contento con eso, y después de que Carmen se despidiera de ellos le mando un mensaje al que un día fue su cuñado.

<< No creas todo lo malo que te cuenten.
>> ¿Pero qué dices Diego?
<< Hazme caso.

- Mi plan va cogiendo forma por momento-. Se regodeaba Carmen mientras se acostaba, no sin antes darle un beso a la foto de su hermano.

- Tesoro, ¿qué tal el primer día de clase?-. Candela y Sergio disfrutaban de una tarde en su azotea.
- Normal, hoy solo nos han presentado a los profesores que ya conocíamos-. Candela sonrió.- Menos al de química, cambian a ese pobre todos los años-. Ambos rieron.

Hugo era un joven guapísimo, que había causado sensación en la mayoría de las féminas del instituto. Según conto ese mismo día había acabado la carrera el año anterior y había tenido la suerte de ser llamado a trabajar, aunque media más de 1.80m, sus músculos imponían y su mirada dura te hacía temblar, Candela lo caló al segundo de que sus miradas se cruzaran, era un trozo de pan y a ella no la engañaba nadie.

22 de agosto de 2013

Capítulo 46...

- ¡Maldita Candela!-. Carmen no podía creer la desvergüenza de la chica que un día había sido como su hermana. Ella todavía seguía pensando en su hermano, soñaba con él e incluso le hablaba y Candela ya estaba tirándose a otro.- Pero el chollo se te acabara pronto-. Según habían dicho sus padres cuando llegaron a casa, Sergio era vecino de la golfa y la conoce desde niña.- Sabrá Dios, si la zorra no te engañaba desde el primer día hermano-. Carmen ardía, ardía de rabia y de dolor.- Rafa, hermano no te preocupes de nada, que yo solucionare esto.

Algo tenía que hacer pensaba mientras entraba en la habitación de Rafa, se sentó frente al ordenador y miro alrededor.- ¡Eso es!-. Exclamo finalmente.

- ¿Cómo te encuentras?-. Sergio miraba a Candela preocupado, llevaba un rato muy callada. Después de despedirse de la familia de Rafa, se la había llevado al Centro Comercial, para que se despejara un poco.
- Me siento…-. Candela suspiro y miro las vistas, el Centro Comercial estaba situado en el mismo Puerto de la ciudad, por lo que desde la terraza donde estaban tomando algo se veía la ría.- Bien y mal-. Acabo diciendo.- Bien por nosotros, por todo y mal por Carmen. Me da mucha pena lo mal que lo está pasando y me da rabia que haya insinuado que yo engañaba a su hermano.
- No todo el mundo tiene tu entereza y estoy seguro de que lo dijo sin pensar-. Le dio un beso en la sien y la atrajo a él.

Agosto llevaba a su fin a la velocidad de un rayo, estaba siendo un mes de lo más activo, todos los días después de trabajar, Sergio llevaba a Candela a la playa y luego daban un paseo y volvían a casa, o él la invitaba a cenar, al cine, a helados, le compraba ropa. Bastaba con que Candela mirara algo más de dos minutos para que Sergio se lo comprara.

- Sergio ¡por favor!-. Candela estallaba una tarde.- No quiero que sigas pagándome todo.
- Pero, ¿por qué mi vida?-. Pregunto confundido, a menos que las cosas hubieran cambiado, él siempre le compraba todo a Clara, la diferencia es que a Clara se le antojaba todo, y no tenía reparos en pedir lo que fuera.
- Porque yo tengo dinero, y puedo pagar mis cosas-. Resoplo Candela, como si fuera la cosa más obvia del mundo.
- Pero, cariño, quiero consentirte-. La abrazo y le dio un beso.
- Y yo te lo agradezco, pero me siento mal. Dentro de poco tendré que salir mi habitación con todo lo que me estas comprando-. Le devolvió el beso sonriendo.- A parte las cosas han cambiado, ahora las chicas también se pagan sus cosas, vamos yo siempre lo he hecho-. Rió.
- Pues no te sientas mal, con gusto te regalo todo lo quieras-. Le dio un beso más largo e intenso para finalizar la discusión.

- Me va a costar empezar el nuevo curso-. Comentaba Candela un día de Septiembre, mientras miraban material escolar.- Ha sido un verano muy intenso.
- ¿Cómo de intenso?-. Sergio la miro ansioso.
- Mucho-. Candela lo atrajo y lo beso tan intensamente, como había sido ese verano.

21 de agosto de 2013

TAG: Literario...

La idea principal de la chica del blog (este) es un desafío literario, pero yo lo he modificado un poco. La idea es completamente suya, yo solo quiero hacer un tag, sin fotos como ella quiere. Así que con tu permiso...

1.- Háblame de amor de Shirlee Busbee (Saga Louisiana VII)
2.- Es como un 9, como una comilla (tamaño XXL)
3.- apparuit iam beatitudo vestra ♥ (El Infierno de Gabriel de Sylvain Reynard)
4.- Ángel Audaz de Jude Deveraux, 8 veces en un mismo verano (Saga Montgomery)
5.- Carrefour, El Corte Inglés...
6.- Mayo de Cruces de Manuel Sánchez Barrero (esta ambientado en mi pueblo, Almonaster la Real. Es una historia real, de la época de la Guerra Civil)
7.- La voz dormida de Dulce Chacón.
8.- Amanecer con 826 pág. de Stephanie Meyer (Saga Crepúsculo)
9.- Christian Grey (Cincuenta Sombras de Grey de E.L. James), Gabriel Owen Emerson (El Infierno de Gabriel de Sylvain Reynard), Edward Cullen (Saga Crepúsculo de Stephanie Meyer)... xD.
10.- Me hago spoiler a mi misma, si culpable, pero me gusta tanto hacerlo xD
11.- El diario de Ana Frank.
12.- Luna Nueva de Stephanie Meyer (Saga Crepúsculo)
13.- Mayo de Cruces de Manuel Sanchez Barrero (me entere después de que la historia de amor, es ficticia)
14.- Saga Crepúsculo de Stephanie Meyer, Saga Cincuenta Sombras de E.L. James, La voz dormida de Dulce Chacón, Mayo de Cruces de Manuel Sánchez Barrero, La novia rebelde de Julie Garwood, Ángel Audaz de Jude Deveraux... y muchos más.

Hasta la próxima...!*

Capítulo 45...

- ¡Carmen!-. Candela la intento detener pero la mano de Felipe agarrándole el brazo la obligo a permanecer en el sitio, sus ojos se volvían verdes mientras Felipe la abrazaba.
- No te esfuerces Candela-. Le acariciaba la espalda para consolarla, mientras Sergio permanecía en su sitio.- Todavía no ha superado la muerte de Rafa.
- Odio esta situación-. Dijo Candela separándose.- Siempre hemos sido como hermanas-. Se quito algunas lágrimas.
- Vamos a tomar algo chicos-. Comento Lucía.- Adiós mi niño, pronto vendremos-. Dijo mirando la tumba de su hijo.

A continuación Alberto, el padre de Rafa acaricio el mármol, Felipe se dio un beso en la mano y la paso por el nombre de su hermano.- Nos vemos hermano. ¿Vamos Candela?-. Le cogió la mano.

- Adelantaros vosotros-. Felipe le soltó la mano y cuando Sergio seguía los pasos de él, Candela le cogió la mano.- Rafa-. Sonrió Candela.- Este es Sergio, por fin me he decidido-. Rió con una lágrima rodando por su mejilla, miro a Sergio y le dio un beso en la mano.- Gracias cariño. Gracias por todo-. Acaricio el sitio donde tenía su tatuaje y se acerco a darle un beso al nombre de Rafa.- Vendremos pronto, te quiero-. Otra lágrima rodó por su mejilla y Sergio le beso la sien.

Tiró de ella hasta que empezaron a andar y en la puerta del cementerio se encontraron con Lucía, Alberto y Felipe. Fueron a un bar cercano, se sentaron en la terraza y un silencio se instaló en el grupo.

- ¿Sabéis algo de Carmen?-. Pregunto Candela, que odiaba los silencios incómodos.
- Tranquila Candela-. Dijo Alberto.- He hablado con ella hace un momento, no le hagas caso por favor-. La miro con intensidad.
- Pero, me siento mal. Para mí…-. Dudo en seguir hablando, pero no estaba de acuerdo con las medias tintas.- Para mí ha sido muy duro volver a abrir mi corazón-. Noto que Sergio se tensaba bajo su mano.- Pero Sergio es muy comprensivo y paciente conmigo-. Le sonrió y él le devolvió una sonrisa complacida.
- Nos alegramos mucho por ti Candela-. Felipe la cogió por la cabeza y le dio un sonoro beso en el pelo, todos rieron.
- Me das dejado las babas Felipe-. Dijo fingiendo asco.
- ¿Desde cuándo os conocéis?-. Pregunto Lucía.
- De toda la vida-. Dijeron a la vez y rieron.- Somos vecinos-. Aclaro Sergio.- Digamos que la vi con otros ojos.
- Candela es muy especial para nosotros-. Aseguro Felipe y sus padres asintieron.- Si no la cuidas, también te las veras conmigo-. Todos volvieron a reír.
- Para mí también es muy especial-. La miro y le dio un beso en la mano.
- ¿Recordáis la canción que Rafa le cantaba a Candela?-. Pregunto su Lucía intentando recordar.
- Eres chiquita y bonita-. Empezó Felipe, como si fuera un poema.- Eres como yo te quiero. Eres una candelita en una noche de Enero, cuando la luna se quita

20 de agosto de 2013

Capítulo 44...

- ¿Nos vemos dentro de dos semanas?-. Felipe la miro.
- Claro, ya vamos hablando-. Comento Candela.
- Buenas noches-. Le dio un beso en la frente y se fue.

Después de hablar con Felipe, Candela se giro y vio que todos sus amigos iban entrando a la caseta, los siguió y empezaron a divertirse. Un rato después miro a su alrededor y vio a Sergio en la barra. Estaba celoso, ¿quién era Felipe? ¿Por qué tenía tanta confianza con Candela? Y lo más importante, ¿por qué ella no lo había presentado como su novio? Ideas raras y sin fundamente se comenzaron a formar en la cabeza de Sergio…

- ¡Cariño!-. Candela se colgó de su cuello y le dio un beso.- ¿Por qué no vienes a bailar?
- ¿Quién era ese?-. Miro fijamente a Candela.- ¿Por qué no le has dicho que soy tu novio?
- Era Felipe-. Dijo como si todo el mundo conociera al chico, pues no se esperaba esa reacción de Sergio.- Es…
- Eso ya lo sé, te entusiasmaste mucho cuando lo vistes-. La interrumpió sin dejar de mirarla, sus ojos relampagueaban.
- Felipe es el hermano de Rafa-. Susurro como aclaración.

Definitivamente se estaba volviendo loco, ella lo volvía loco, pensó. Tenía miedo de perderla y por eso había actuado así. Pensaba en la edad de cada uno, ella era una cría todavía, tenía muchas cosas que hacer, y allí estaba él, con treinta y cuatro años, ya estaba divorciado, había vivido muchas cosas, era egoísta pero... estaba completamente enamorado de la cría y no la iba a dejar, en su mano quedaba que ella hiciera todo lo que tenía pendiente.

- Lo siento mi vida-. Dijo sinceramente mientras agachaba la cabeza.
- Le pido al cielo solo un deseo-. Candela canto en su oído la canción que sonaba en ese momento, le cogió de la barbilla y le subió la cabeza.- Que en tus ojos yo pueda vivir-. Finalizo besándolo.
- Fui desde el Norte hasta el Polo Sur-. Continuo Sergio asombrandola.- Y no encontré ojos así
como los que tienes tú-. Sonrió.
- No le dije nada a Felipe, por qué… entiéndeme, es el hermano de Rafa…-. Dejo la frase sin terminar.
- Te entiendo-. Sergio le acaricio la mejilla.- ¿Para qué has quedado con él?-. Pregunto.
- Iremos a ver a Rafa, el quince de Agosto fue el día que le detectaron el tumor, ese día queremos estar con él-. Dijo mientras se balanceaba abrazada a él.
- ¿Quieres que valla contigo?-. Susurro en el oído de ella.
- Me encantaría-. Sonrió y lo beso.

Dos semanas después (15 Agosto 2013)

Cuando Candela presento a Sergio a los padres y hermanos de Rafa, todos la felicitaron efusivamente, todos menos Carmen. Ella todavía no había superado la muerte de Rafa, era su hermano favorito, al que estaba más unida y su pérdida había resultado fatal para la frágil salud mental de la chica.

- Que rápido has olvidado a mi hermano, me pregunto si no lo hiciste mucho antes de que muriera-. Escupió Carmen ante la mirada atónita de los presentes.
- ¡Carmen!-. Su madre la reprendió.- Candela tiene derecho a ser feliz y a rehacer su vida, lleva dos años y medio respetando la memoria de tu hermano-. Dijo Lucía.- Sois jóvenes…
- ¡No! ¡No! ¡NO!-. Carmen grito interrumpiendo a su madre y salió corriendo.

19 de agosto de 2013

Capítulo 43...

Cuando esa noche estuvo preparada, con la misma ropa que uso esa tarde para ir a comer a casa de Sergio, las chicas la avisaron. Una vez abajo reunida con ellas se dieron un abrazo grupal, se querían muchísimo y la amistad había surgido como las setas, rápidamente. Eran un grupo de lo más dispar, cada una tenía un encanto que hacía única esa amistad, y allí estaba una vez más para pasarlo bien.

Y tanto que lo pasaban bien, siempre había risas, frases épicas y momentos que recordar entre ellas, les encantaba hablar de sexo, hombres, películas y música. Lo mejor de todo fue cuando todas acordaron en quedar al día siguiente para cenar y llevar a los “marios”, para sacarlos a pasear, que también se lo merecían.

A las cuatro de la mañana, Candela entraba en su casa y le mandaba un mensaje a Sergio.

<< Acabo de llegar, siento despertarte. Mañana a las 14:00h en mi casa. Te quiero. Besitos.

>> Estaba esperando tu mensaje. Ya me cuentas como te lo has pasado. Allí estaré. Te quiero. Besos.

Candela reía al ver a Sergio impotente delante de su padre, que en realidad estaba haciéndose el duro, pero eso solo lo sabía ella. Sergio trago dificultosamente nada más ver al padre de Candela con una ceja levantada, ambos hombres sabían que la diferencia de edad era un factor que jugaba en su contra.

- Yo te comprendo muchacho-. Dijo Juan.- A mi me paso lo mismo con su madre, nosotros nos llevamos ocho años, pero trece años… Lo veo un poco abusar ¿no?-. Miro a Sergio intimidatoriamente y cuando vio la cara de horror en el rostro del muchacho no pudo aguantar más la risa.- Cuida a mi Candela-. Le dio un golpe en la espalda.
- No dude de ello, la cuidaré siempre-. Cogió la mano de Candela y le dio un beso.

La comida fue un verdadero éxito y después de la broma inicial, todo fue como la seda. La diferencia de edad preocupaba a Lydia y Juan, pero su hija era una chica lista, sabría cuidarse si algo saliera mal. El último día de Fiestas llego y con ello la cena con las “xoxolove’S” y sus parejas. Todos congeniaron con Sergio enseguida y pronto estuvieron envueltos en una de sus locas conversaciones.

- ¿Sergio?-. Una voz masculina llego a los oídos de Sergio.
- Fernando, disculpad-. Se levanto.- Cuanto tiempo, ¿qué tal te trata la vida?
- Muy bien, estoy trabajando de periodista. Cubriendo la última noche de las Fiestas, ¿te puedo hacer unas preguntas y una foto para el periódico?-. Pregunto Fernando sin rodeos y rieron juntos.
- Estoy cenando con unos amigos y con mi pareja, pero claro. Candela, cariño ven-. Miro en dirección a la mesa y la cogió por la cintura cuando llego a su lado.- Te presento a Fernando, somos amigos desde hace algunos años. Nos quiere hacer una foto-. Declaro Sergio.
- Encantada, soy Candela-. Se estrecharon las manos y después Fernando saco algunas fotos.

Después de hacerle algunas preguntas a ambos se despidieron de Fernando y terminaron de cenar, Candela estaba adorable, pensaba Sergio y la volvió a mirar. Hoy llevaba el pelo rizado, un vestido negro, unos altísimos zapatos de tacón rosa flúor, un collar y una cartera de mano la completaban. Volvió a mirar los tacones, le daban vértigo de lo alto que eran, pero Candela parecía que iba descalza y caminaba grácilmente. Pero lo que más le gustaba a Sergio y hacía más guapa a Candela era su sonrisa y sus ojos, que llegaban sin ponerse verdes mucho tiempo. Eso no solo alegraba a Sergio, si no a todos los reunidos esa noche. Incluso los que la conocían de menos tiempo se alegraban de ver a Candela con su gran sonrisa.

- ¡¿Candela?!-. Diez pares de ojos se volvieron a la voz, haber quien llamaba a Candela con tanta alegría antes de entrar en una caseta de la Feria.
- ¡Felipe!-. Se abrazaron fuertemente.- ¿Cómo estás?-. Se separo y le dio un beso.
- Estoy bien, ¿y tú?-. La miro y le dio una vuelta para verla al completo.- Estas muy guapa-. Le toco el pelo.
- Gracias-. Le cogió la mano.- Estoy con unos amigos.
- Te echo tanto de menos-. Felipe miraba las manos de Candela, aún cogidas de las suyas.- Tus bromas, las conversaciones que teníamos, los ratos juntos, todavía me cuesta…-. Felipe calló abruptamente.
- Yo también te echo de memos-. Le acaricio la mejilla para reconfortarlo.

Brutal...


Hasta la próxima!*

18 de agosto de 2013

Capítulo 42...

- ¿Tienes planes para mañana?-. Pregunto Sergio.
- Sí, he quedado con mi grupo de amigas. Vamos a ir juntas a la Feria-. Comento Candela.
- ¿Y por la mañana?-. Dijo esperanzado.
- Por la mañana nada-. Sonrió Candela.
- Bien, mañana comemos con mis padres, les he contado que he conocido a una chica-. La miro tanteando el terreno.- Quieren conocerte.
- ¿¡YA!?-. Exclamo Candela.- ¿No es pronto? Y si te das cuenta de que soy una pedante, una estúpida y no la chica que creías.
- Pero que dices tonta-. La atrajo y le dio un beso en la frente.- Eres perfecta, ¿por qué iba a esperar más? Lo nuestro estaba escrito-. Sonrió.
- Maktub-. Murmuro Candela, sonriendo miro a Sergio, que le devolvía una mirada interrogante.- Es una frase árabe-. Aclaro Candela.- Significa que el destino está escrito-. Le dio un beso.
- Es la frase perfecta para tu pulsera-. Acaricio el corazón para luego pasar los dedos delicadamente por el interior de la muñeca de Candela.- ¿Podrías preparar algún postre?-. Pregunto Sergio.
- Sí, claro-. Sonrió ella.- Bueno-. Se levanto y se estiro.- Ya me voy, estoy cansada-. Le dio un beso y se quedo mirándolo un rato, en sus labios picaban dos palabras, quería decirlas y sabía que era correspondida, pero le costaba, vamos Candela tu puedes, se alentó a ella misma.- Te quiero.
- Yo también te quiero-. Sonrieron satisfechos, pues era la primera vez que se decían a la cara sus sentimientos, le devolvió el beso y la acompaño a casa.

Por la mañana temprano Candela se levanto, limpio su cuarto y preparo el postre que llevaría a casa de Sergio, se decanto por una tarta de limón, que aparte de ser la favorita de Pedro, el padre de Sergio, entraba muy bien porque era ligera y no sabía si la comida seria o no pesada.

- Cariño ¿estas lista?-. Pregunto Sergio desde el salón cuando llevaba un rato esperando.
- Casi-. La voz de Candela le llego desde el cuarto de la muchacha.- Ya estoy-. Salió.
- Estas preciosa-. Sonrió cuando la vio.

Llevaba el pelo liso, nunca la había con el pelo así y le sentaba francamente bien, un pantalón fucsia y un blusón con motivos florales en distintos tonos de verde y rosa completaban la imagen. Candela le sonrió en agradecimiento, después cogió la tarta y bajaron a casa de Sergio.

- No me lo podía creer-. Toñi reía.- Cuando Sergio nos lo contó no dábamos crédito-. Le dio un beso y la abrazo.
- Gracias-. Pedro la abrazo fuertemente.- Gracias por devolverle la sonrisa a nuestro hijo. Últimamente no reía ni a tiros-. Le dio un beso.
- Ha sido mutuo, el también me la ha devuelto a mi-. Candela sonrió.

Después de una agradable comida, la promesa de una comida con los padres de Candela y los elogios al postre, se dedicaron a hablar largo rato.

- ¿Quieres que te acompañe esta noche?-. Pregunto Sergio mientras subían.
- Mmmm… es que… vamos solo las chicas, dejamos a los novios es casa-. Aclaro con dificultad Candela, no quería decirle que no bruscamente.
- Valla-. Intentaba reír imaginándose al grupo.- ¿Vamos el domingo?
- ¡Eso es!-. Candela se giro para mirarlo.- Como no se me ha ocurrido antes, le diré a las chicas que el último día cenemos todos juntos y después vallamos a la Feria, así las conoces te van a encantar-. Candela estaba maravillada con su fluidez mental.- ¿Qué te parece mi idea?
- Genial-. Le dio un beso.
- ¡Ah! mañana comemos con mis padres-. Sonreía mientras lo atraía y antes de darle un beso.- Me gustara ver cómo te manejas con mi padre-. Sonrió y le dio un beso.
- Mañana nos vemos mi vida-. Le devolvió el beso y la miro para decirle algo más.
- Te aviso cuando llegue-. Sonrió y entro a casa.
- Bruja-. Murmuro Sergio.- Ahora también me lees la mente-. Sonrió y se fue a su casa.

17 de agosto de 2013

Capítulo 41...

Cuando llego la tarde Candela y sus amigos se despidieron de Sergio, había sido un fin de semana sorprendente, divertido. Hacía tiempo que Sergio no se lo pasaba así de bien ¿se estaría haciendo mayor? Miro a Candela y los chicos, el mayor con poca diferencia era Carlos, pero se sentía bien en aquel grupo, tampoco era una cosa tan rara tal como estaba la vida.

- Avísame cuando llegues, por favor-. Rogo Candela distrayéndolo de sus pensamientos.
- Eso haré cariño-. Le dio un beso en la frente, el gesto de preocupación de Candela lo enterneció.- Nos vemos cuando vuelvas-. Ella asintió y se dieron un beso.

Pasada media hora de la partida de Sergio, Candela recibió el ansiado mensaje que dejaba claro que Sergio había llegado bien.

>> Cariño, acabo de llegar. Te quiero, ya te echo de menos. Besos.

<< Estupendo. Te quiero, piensa que dentro de poco volveremos a vernos. Besitos.

Poco después del mensaje, un aviso en las redes sociales llego al móvil de Candela, con foto incluida el aviso decía…

@Sergio34: he pasado un fin de semana increíble con mi niña @Candela92

Con una sonrisa en los labios y el recuerdo de los días que habían pasado juntos pasaba la semana. Esa semana fue un tormento, los chicos intentaron evitar a Diego y Clara, pero una tarde fue imposible…

- ¿Podemos hablar?-. Clara la abordo antes de entrar en casa.
- Tú dirás-. Dijo Candela con una sonrisa fingida.
- No me gusta la relación que tienes con Sergio-. Clara era tan directa o más que Candela.
- ¿Desde cuando me tiene que interesar tu opinión?-. Aguijoneó Candela.
- Solo quiero que lo tengas en cuenta, ya recordaras mi nombre…-. Dijo Clara con misterio.
- ¿Me estas amenazando?-. Candela alucinaba mientras Clara se encogía de hombros y se alejaba.

Decidió no darle importancia a esta estúpida conversación, no tenía sentido. Las vacaciones tocaban a su fin y después de despedirse de sus amigos los hermanos llegaron a casa.

- ¡Ya hemos llegado!-. Gritaron Julio y Candela.

Después de contarle como habían ido las vacaciones a sus padres y deshacer las maletas Julio alentó a Candela para que les contara a sus padres las novedades en su vida sentimental.

- Papá, mamá, que Candela esta con Sergio-. Miro a cada uno.- Hija, no es tan difícil-. Miro a Candela riendo.
- Pero no decías que lo estabas conociendo-. Su padre la miro con una ceja enarcada.
- Y eso estoy haciendo-. Sonrió tímidamente.
- Nos alegramos mucho por ti mi vida-. Le beso la frente.- Pero no es mayor para ti.

Cuando salió de la ducha Candela llamo a su grupo de amigas de bachillerato, las “xoxolove’S”. Tenía gana de verlas y decidieron quedar para el día siguiente, que era sábado y podrían ir a las Fiestas de la ciudad, que habían empezado esa semana, después le mando un mensaje a Sergio.

<< Cariño, ya he llegado. ¿Nos vemos a las 12 en la azotea? Te quiero. Besitos.

>> Claro mi vida, tengo ganas de verte. Te quiero. Besos.

Llego la hora y ambos se encontraron en la puerta de casa de Candela, Sergio la beso y subieron a la azotea.

- ¿Qué tal el final de las vacaciones?-. Pregunto Sergio mientras le apartaba un mechón de la cara. ¿Cómo era posible que cada día estuviera más guapa? Su piel había adquirido un tono tostado, sus ojos tenían un brillo especial y sus labios ¿eran tan rosados y apetecibles la última vez?
- Muy bien, hubiera sido mejor…-. Dijo Candela sonriendo, sin querer mencionar la conversación con Clara.
- Clara y Diego ¿te molestaron?-. Pregunto Sergio, ella negó.
- Los evitamos de una manera escandalosa-. Joder, parece que me ha leído la mente, pensó Candela y los dos rieron.

16 de agosto de 2013

Capítulo 40...

- ¿De verdad?-. Sergio seguía mirándola incrédulo, Candela asintió.
- No me gusto la forma en que te hablo, y en la que se refirió a mi-. Imito la voz de Clara con burla. Ambos rieron.
- No digas eso, yo nunca te usaría como sustituta de alguien, mi vida-. Le cogió las manos y le dio un beso en cada una.- Candela, yo se que tu quieres ir poco a poco, pero…-. La miro a los ojos y haciéndolo se sintió más fuerte.- Pero no aguanto más, quiero que esto sea algo serio, quiero que seas solo mía-. Ella lo miro confundida.- Quiero que seas mi novia, perdóname si sueno anticuado, hace tiempo que no lo hago-. Ambos rieron.
- Eso espero, que no lo hagas a menudo-. Soltó Candela con una sonrisa complacida.- Me encantaría ser tu novia-. Volvieron a reír y a dando un paso adelante se besaron.
- Esta era mi otra sorpresa-. Dijo cuando se apartaron, fue al salón y saco una caja alargada del bolsillo de su chaqueta, que descansaba en una silla.- Es una prueba de mi amor por ti-. Le puso la caja en las manos, Candela abrió los ojos sorprendida.
- Sergio-. Susurro sin aliento.- Es preciosa-. Miro la pulsera que había dentro, le daba miedo tocarla, era tan bonita. Era una pulsera de cadena de oro, en un extremo tenía un corazón.
- Me alegra que te guste-. Sergio sonrió, cogió la pulsera y se la puso. Le dio un beso en el interior de la muñeca.- Gracias Candela, por hacerme tan feliz.
- Las gracias a los curas, a mi me besas para demostrar agradecimiento-. Ordeno con una sonrisa Candela, para luego besarlo.

Después de ese momento tan especial e íntimo ambos se pusieron a terminar la comida, de un momento a otro llegarían los demás, no había pasado ni media hora cuando ya todos estaban en casa y Sergio se encargo de dar la noticia a los chicos.

- Para eso has venido ¿no bribón?-. Carlos sonreía y le daba golpes en la espalda.
- Bueno, no exactamente-. Aclaró Sergio.- Pero si no era hoy, era mañana.

Las felicitaciones a ambos se sucedieron y después se dedicaron a comer la rica comida que Candela con la ayuda de Sergio había preparado. Se declaró fan absoluto de sus manjares, era toda una caja de sorpresas, no se iba a aburrir nunca. Siempre tenía una frase ingeniosa, o una frase que rompía todos los esquemas, era única y de eso no tenía la menor duda. Su Candela.

Después de comer los chicos recogieron la mesa mientras las chicas hablaban en el sofá y reían de tonterías y así en una nube de felicidad constante llego el domingo… Estaban completamente reventados, la noche anterior habían salido a un local del pueblo a celebrar el nuevo romance de Candela y Sergio, pero Candela con una vitalidad sorprendente había obligado a todos a ir a la piscina.

- No entiendo cómo están tan activa, nos acostamos muy tarde y eres la que más bailo con diferencia-. Sergio sonrió al recodar a Candela bailando en el local.


- Quiero ser la única que te muerda la boca-. Cantaba Candela para luego morder el labio de Sergio.- Quiero saber que la vida contigo no va a terminar-. Bailo cogiendo la larga falda que llevaba para moverla flamencamente.

Había sido una noche muy divertida, la música había sido buena toda la noche, muy actual, pero a medida que avanzaba la madrugada ponían música de toda la vida, como la que ponía su madre cada vez que limpiaba la casa y le resulto más divertido aún que Candela se supiera la mayoría de ellas y que las bailara, y ahora recostados en la tumbona de la piscina haciéndose mimitos, no daba crédito a lo despierta que estaba Candela.

- Valla, valla-. La voz de Clara los distrajo momentáneamente para continuar con lo suyo.- Que bonita escena-. Dijo sarcásticamente al ver que no se molestaban ni en responder. Se fue con su hermano a una tumbona retirada de ellos.- ¿Llevan mucho aquí?
- Un rato-. Dijo Diego sinceramente, pero nada preocupado.- No te entiendo Clara, te divorciaste de él por algo-. La miro.- ¿Por qué estas tan enfadada ahora?
- Me da coraje que sea feliz con otra, yo no quiero nada con él, pero no quiero que sea feliz-. Escupió mirando desdeñosa al otro lado de la piscina, donde Sergio besaba a Candela.
- Eres como el perro del hortelano Clara-. Suspiro Diego.
- ¿Y tú qué? A ti te gusta Candela, no te debería gustar esta relación-. Miro a su hermano y esas palabras hicieron mella en la conciencia de Diego.
- No soy celoso-. Declaro.

15 de agosto de 2013

Capítulo 39...

- No esperaba encontrarte aquí Sergio-. Dijo Clara sonriendo, miro a Candela.- ¿Nos conocemos?-. La chica que estaba con Sergio le era conocida, pero tampoco le importaba mucho.
- Yo tampoco pensaba hacerlo, ha sido una desagradable sorpresa, créeme-. Dijo con desprecio.
- Qué casualidad Candelita, conoces al ex marido de mi hermana-. Recalco marido.

Candela no salía de su asombro, estaba paralizada, pero ni un cansino pedante y una rubia estúpida la iban a callar.

- Nos hemos visto un par de veces, soy vecina de los padres de Sergio-. Dijo con una sonrisa en su boca.- Me llamo Candela-. Vocalizo cada letra de su nombre y miro a los hermanos.- Sí, Diego, que casualidad.
- Así que…-. Miro a Candela fijamente.- Me has sustituido por esta niña, interesante-. Divago Clara mirando a Diego.

Su hermano ya le había hablado de una chica de cabellos dorados y grandes ojos marrones, con el nombre de Candela, lo que le hacía más gracia es que fuera la gatita con la que Sergio perdía el tiempo, esto era más divertido todavía. Candela la miraba y paseaba su mirada de Sergio a Diego, aunque los hermanos le importaban un verdadero comino, deseaba que Sergio la besara profundamente delante de ellos.

- Nos tenemos que ir-. Dijo Sergio sacando a ambas mujeres de sus cavilaciones, estaba cansado de esa escena de telenovela. Apoyando la mano en la cintura de Candela la hizo entrar en casa.- Siento mucha esta escena cariño-. Se disculpo cuando cerró la puerta.- Nunca imagine que Clara pudiera estar aquí-. Candela hizo un gesto con la mano para quitarle importancia.
- Era imposible saberlo-. Lo miro.- ¿Y dónde me dejas al hermano? Valla tío pesado, no lo soporto-. Suspiro Candela ofuscada.
- Vi como te miraba Candela-. Le devolvió la mirada.- ¿Te ha hecho algo?-. La cogió por los hombros.
- ¿Qué? ¡No!-. Exclamo ella y Sergio le dio un beso depredador.- Sergio-. Murmuro apartándose un poco.- ¿Estás bien?-. Le acaricio la mejilla.
- Perdóname-. Apoyo su frente en la de Candela, sonaba arrepentido.
- Tranquilo-. Candela lo miro, aparto la cabeza y le dio un beso en la frente.- Venga ayúdame a preparar la comida-. Sonrió.

Ninguno sabía que había pasado, Sergio confiaba en Candela, pero unos celos irrefrenables se habían apoderado de él, cuando Diego la llamo Candelita le hirvió la sangre y cuando la miro de esa manera quiso estrellarle el puño en un ojo, o en los dos, para que no volviera a mirar a su Candela así. Sabía que ella nunca alentaría los deseos de Diego, pero sabía cómo era su ex cuñado y no se daba por vencido fácilmente. Con gusto hubiera besado a Candela delante de esos dos, a Clara para hacerle saber que había rehecho su vida y a Diego para enseñarle que Candela era suya.

Candela por su parte no pensaba que el beso que le había dado Sergio era fruto de los celos, se llevo la mano a los labios distraídamente, los tenía hinchados por lo salvaje que había sido. Sonrió, nunca le habían dado un beso así, ni siquiera Rafa, que había sido muy celoso, aunque si lo pensaba bien Rafa siempre había confiado en ella, nunca le había dado motivos. Ojalá Sergio me hubiese besado delante de ese par.

- Me hubiera gustado que me besaras delante de esos dos-. Dijo Candela sin morderse la lengua con una sonrisa. Sergio la miro sorprendido.

14 de agosto de 2013

Capítulo 38...

- Ha pasado todo tan rápido-. Dijo Candela cambiándose de ropa.- Tan inesperado, no pensé que…-. Candela calló abruptamente.
- ¿Qué Candela?-. Carol le dirigió una mirada cómplice.
- Sergio me está gustando mucho, mucho más de lo que yo imaginaba-. Candela y Carolina sonrieron como niñas y se abrazaron.

Contándole a Carol lo acontecido las semanas anteriores se quedaron dormidas y abrazadas. A la mañana siguiente Candela se levanto a preparar el desayuno como hacía normalmente y se sorprendió cuando vio a Sergio con su 1.90m hecho un ovillo en el sofá, sonriendo se acerco y lo miro dormir. Parecía un niño muy grande y sin perder la sonrisa se fue a la cocina.

- Buenos días-. Dijo Sergio susurrando en su oído mientras la abrazaba por la espalda.
- Buenos días-. Candela sonrió y él le dio un beso en el cuello.- ¿Has dormido bien?-. Se giro para mirarlo.
- Todo lo bien que se puede dormir en ese sofá-. Miro al sofá con una ceja arqueada, rieron.- Pero ha merecido la pena, recién levantada eres todavía más guapa. ¿Cómo puede ser posible?-. Candela se encogió de hombros y se dieron un beso.

Poco a poco todos fueron bajando a desayunar y juntos empezaron a hablar de los planes para el día.

- ¡Ah! Candela, te pido como amigas que somos, que no vuelvas a dormirte abrazada a mí, tienes la piel ardiendo. Das mucho calor-. Carolina se quejaba.
- Que me lo digan a mí-. Julio la siguió.- Es una estufa, no se como no te pones mala a ti misma con esa calor corporal que tienes.
- Se llama termorregulación-. Intervino Nacho cultamente.
- Pero es que yo no me la noto, solo en las manos y bueno en invierno sabéis que siempre tengo más calor-. Se disculpo Candela. 
- Pues a mí en invierno me encantaba cogerle las manos y abrazarla-. Declaro Carlos.- Bueno, te quedas hasta el domingo ¿no Sergio?-. Carlos formulo la pregunta que rondaba en todas las cabezas, Sergio reacciono después de haber escuchado toda la conversación anterior y miro a Candela, ella le devolvió la mirada.
- Bueno, haber que dice Candela-. Sonrió.- A mi no me importaría, pero esté sofá es un tormento-. Todos sonrieron.
- Por supuesto quédate, hablo en nombre de Candela-. Julio sonrió.- Si te quedas probaras la comida que hace mi hermana-. Rieron y empezaron a hablar entre ellos de la comida de Candela, todos se volvieron a mirar a la chica de rizos dorados que seguía sin hablar.
- Claro-. La sonrisa de Candela apareció.- Quédate.
- Genial-. Dijeron al unísono y sonrieron a la pareja, Candela estaba muy feliz, sin duda merecía toda la felicidad que le llegara, y esa felicidad tenía nombre.

Después de dejar recogida la casa los seis se fueron a la piscina, no sin antes dejarle a Sergio un bañador. Pasada media mañana Candela volvió a casa acompañada de Sergio para preparar la comida.

- ¿Sergio?-. Una voz los hizo detenerse en la puerta, y girando se encontraron con una rubia.
- ¿Clara? ¿Diego?-. Sergio la miro sorprendido, era el calor, pensó. No podía ser que Clara estuviera aquí.
- Sergio-. Candela lo miro.- ¿Los conoces?-. Sergio salió de su aturdimiento momentáneo, si Candela los había visto es que en realidad estaban ahí.
- Candelita-. Diego se acerco a ella con ojos de lobo y a Sergio se le quedo la boca seca ante tanta familiaridad.- Es mi cuñado. ¿Cómo no nos va a conocer?-. Sonrió y miro a la rubia que tenía cara de pocos amigos.- Bueno, ex cuñado-. Y ante esta aclaración todos se miraron entre ellos.

13 de agosto de 2013

Capítulo 37...

- Vas ganando puntos por momentos-. Sonrió Candela y le dio un beso. Se sentaron en un césped y siguieron hablando.
- Cuéntame cosas de ti-. Sergio la miro, por ahora solo sabía su historia con Rafa, pero ahora quería saber de ella.- No se casi nada.
- Mmm…-. No sabiendo por dónde empezar Candela dudo.- Me gusta el frío, el agua, la cultura árabe, la mitología griega y romana y la historia de Egipto. Mi cumpleaños es en Noviembre, me encanta cantar y bailar-. Rieron juntos.- Mi sueño es ir a Londres y tengo verdadera fijación por la bandera inglesa y por las figuras de cupcakes-. Miro a Sergio.- Soy estudiante de bachillerato y tengo un carácter bastante fuerte.- Finalizo sonriendo.
- Lo de tu carácter salta a la vista-. Le puso un mechón detrás de la oreja.- ¿Estudias bachillerato?-. Sergio se sorprendió.
- Si, no quise hacerlo en su momento, hice un ciclo formativo de laboratorio químico, había empezado las prácticas cuando Rafa murió-. Susurro y Sergio le acaricio la mejilla.- Te toca contarme cosas.
- Me gusta el calor, soy friolero. Mi cumpleaños es en Julio.- Rieron juntos.- Soy arquitecto y trabajo en la empresa de mi padre, tengo una casa en la playa y un día te voy a llevar-. La miro.- No era celoso hasta que te conocí, mi sueño en este momento es darte un beso y tengo fijación por oírte cantar-. Candela le devolvió la mirada sorprendida.- Siempre que subes, bajas o limpias la escalera cantas-. Aclaro divertido.- Canta para mí.
- Si un mar separa continentes-. Empezó Candela.- Cien mares nos separaran a los dos. Si yo pudiera ser valiente sabría declararte mi amor…

Mientras Candela y Sergio disfrutaban de una noche llena de sorpresas, alguien más llegaba a la urbanización.

- ¡Clara!-. Exclamo Diego.- Que ganas tenía de verte-. La abrazo.
- ¡Diego, hermanito!-. Recibió el abrazo y le dio un beso.- ¿Y papá y mamá?
- Están arriba-. Dijo Diego con una sonrisa.- Vamos, entra.

Cuando entraron Clara analizo la casa mirando en todas direcciones, era una casa pequeña, pero coqueta y muy completa. Estaba recién comprada, su padre se acababa de jubilar y su ilusión era tener una casa cerca de la playa, como residencia de verano o de vacaciones en general. En una planta se distribuía estratégicamente una cocina, el salón, el baño y tres dormitorios. Después del minucioso análisis saludo a sus padres.

- Creo que es hora de irme, Candela-. Sergio era reacio a irse, la noche estaba resultando encantadora. Candela le había cantado una canción y después la había besado largo rato. Se puso de pie y la ayudo a levantarse.
- No, ¿cómo te vas a meter ahora en carretera?-. Dijo Candela.- Es muy tarde, te quedas a dormir-. Sentencio.
- Tus deseos son órdenes-. Hizo una reverencia y tirando de ella le dio un beso en la mejilla.
- Ahora sí que me has parecido Aladdín-. Candela reía sin parar.
- ¿Aladdín?-. Sergio la miro entre divertido y sorprendido.
- Cuando era niña me recordabas a Aladdín, el de la película de Disney, con tu pelo negro-. Le toco la cabeza, se había vuelto a rapar, Sergio se estremeció ante el cálido contacto de Candela.- Y tu gran sonrisa-. Le acaricio los labios y él le dio un beso en la yema de los dedos.

Cuando llegaron a casa Candela le comunico que tenía que dormir en el sofá y él acepto gustoso, le dio un beso en la frente y desapareció por las escaleras. Sergio la miro irse con una sonrisa en los labios y recordando todo lo sucedido esa noche, todo iba sobre ruedas.

- ¿Cuándo pensabas contármelo Candela?-. La voz de Carol la hizo saltar del susto.- Esta buenísimo y que simpático. ¿Qué edad tiene? Parece mayor.
- ¿Tú también trabajas con mi padre en la Gestapo?-. Las chicas rieron.

12 de agosto de 2013

Capítulo 36...

- Estoy deseando llegar a mi tierra-. Dijo una rubia de ojos azules.
- No me extraña Clara, aquí en Madrid hace mucho calor, las vacaciones te sentaran bien-. La rubia de ojos verdes que estaba a su lado la miro.
- Me encantaría invitarte Cristina, pero la casa de la playa es pequeña-. Se lamento Clara.- Acabo de hablar con mi hermano.
- ¿Qué se cuenta Diego?-. La madrileña sonrió.
- Dice que ha conocido a una chica-. Suspiro.- Veremo’ a ve’-. Dijo con un acento que delataba su procedencia andaluza.

La semana pasó ligero y el viernes llego, con un sol que brillaba en toda la provincia el tiempo indudablemente invitaba a piscina y playa, con esa idea en la cabeza Clara monto en un avión que la llevaría a su destino. Sergio por su parte preparaba la sorpresa para Candela, estaba deseando ver la reacción de la chica, aunque por otro lado tenía miedo de que fuera muy pronto, desechando esa idea de la cabeza se dirigió a su destino.

- Tienes loco a ese Diego-. Comento Carolina cuando volvían de la piscina esa tarde.
- No me hables de él, es más pesado que una mosca en una mierda-. Candela agito la mano.- No me quiero ni acordar del otro día que se encajo con nosotros en la playa.
- Sí, eso nos tuvo que oír-. Opino Julio.- No paraba de pedirte que quedarais, menudo fantasma-. Todos rieron.

- ¡CANDELA!-. Una voz a lo lejos hizo detener a los cinco amigos.
- ¿Sergio?-. Julio y Candela preguntaron al unísono mientras se giraban.
- ¿Quién es Sergio?-. Carlos y Nacho miraron a Carolina que tenía una sonrisa en los labios.- ¿Tu sabes algo Carol?-. Continúo hablando Nacho.
- Es la persona que nos está devolviendo a nuestra Candela-. Los miro enigmáticamente.

- Sergio-. Susurro Candela.- ¿Qué haces aquí?-. Miro el gran ramo de rosas que traía en sus manos.- ¿Co…?-. Sergio la silencio con un beso que dejo asombrado a todos y a la propia Candela.
- Son para ti-. Dijo al separarse de ella.- Son parte de mi sorpresa-. Sonrió ante la cara de la chica. Estaba muy guapa.
- ¿Co… ? ¿Cómo sabias donde estaba?-. Candela no salía de su asombro.
- Tengo espías-. Sergio rió y en ese preciso momento sonó el móvil de uno de los presentes.
- Las redes sociales-. Dijo de pronto Candela.- No se puede tener secreto con ellas-. Candela miro a Carol y recordó la foto que había subido desde su móvil el primer día, cuando llegaron. Sonrió y miro las flores.- Son preciosas, gracias.
- No se te escapa una-. Le dio un beso en la frente.- Gracias a ti.
- Ejem-. Carolina carraspeo sonoramente.- ¿No nos presentas Candela?-. Sonrió inocentemente.

Una vez hechas las presentaciones todos fueron a casa y después de ducharse y cenar, Candela se fue a pasear con Sergio por la urbanización.

- Me ha encantado conocer a tus amigos-. Comento Sergio.- Te quieren mucho.
- Es recíproco, son básicos en mi vida-. Candela sonrió.
- Yo también espero ser un básico en tu vida Candela-. La agarro la mano y la miro intensamente.

11 de agosto de 2013

Capítulo 35...

- Vamos a vernos el viernes-. A Sergio casi no le había dado tiempo a salir del abogado cuando Clara lo llamo al móvil.
- El viernes no puedo-. Pensó en la sorpresa que le tenía preparada a cierta chica de ojos cambiantes que le había vuelto loco.- Habla con mi abogado.
- ¿Intentando olvidarme con otra mujer?-. Pregunto leyéndole el pensamiento.
- Te olvide el mismo día que te fuiste-. Sentencio antes de colgar.- Esto ya es el colmo de la desfachatez-. Para intentar relajarse llamo a Candela, que en ese momento salía de casa.

- ¿Si?-. Contesto al móvil.- ¡Hola Sergio! ¿Qué tal?
- Mal, te echo de menos-. Suspiro Sergio.- Pero la buena noticia es que tu sorpresa se acerca-. Rieron juntos.

Después de hablar largo rato, Candela se giro y tropezó con un chico que venía corriendo en su dirección y ambos cayeron al suelo.

- ¡Uff! Valla porrazo. ¿Estás bien?-. El chico la ayudo.
- Mmm…-. Candela se levanto.- Estoy bien ¿y tú?-. Lo miro a los ojos.
- Mejor de lo que creía-. Le devolvió la mirada y analizo ávidamente sus facciones.- Me llamo Diego-. Sonrió.- ¿Y tú?
- Soy Candela-. Sonrió, sin advertir el análisis que estaba haciendo ese desconocido de toda ella.- Encantada.
- Yo sí que estoy encantado preciosa-. Le dio dos besos que dejo a Candela descolocada y muda.

- ¡Candela!-. La voz de Nacho hizo girar la cabeza de ambos.
- ¡Ah! Nacho, ya iba a la piscina, pero me he chocado con este chico-. Dijo simplemente.
- Pues venga Candy Candy, te estamos esperando-. Nacho la azuzo.
- Adiós-. Candela se despidió.
- Hasta luego preciosa-. Diego le sonrió como un lobo hambriento y a ninguno de los presente se le paso por alto.

- ¿Estás bien?-. Nacho la cogió de la mano y le dio una vuelta para ver si tenía alguna herida. Se tomaba muy en serio su carrera de medicina y aprovechaba cualquier cosa para ejercer de doctor.
- Sí, estoy bien Nacho. Déjame ya que pareces el canoso de Hospital Central-. Soltaron una carcajada y se reunieron con sus amigos en la piscina.

Mientras Candela se alejaba con Nacho, Diego no dejaba de mirarla y deleitarse con las vistas, pero el agradable momento se vio interrumpido por una llamada.

- ¿Dígame?-. Una voz al otro lado habló.- ¡Qué bien hermana!-. Volvió a hablar.- Pues yo acabo de conocer a una gatita que sin ronronear…-. La voz volvió a hablar.- Entonces el viernes nos vemos-. Colgó.- Va siendo hora de conocer a esa gatita-. Diego se encamino a la piscina, tenía que ver ese cuerpo en bikini y remojado en agua.

10 de agosto de 2013

Capítulo 34...

Eran las tres de la madrugada cuando Candela y sus amigos se fueron a dormir, no sin antes responder el mensaje de Sergio.

<< Siento no haberte respondido antes, estuvimos hasta tarde haciendo el tonto y lo acabo de ver. Estoy bien, ya necesitaba unas vacaciones, espero que tú también estés bien. Besitos.

Esa noche Candela soñó con Rafa.

- Lo estás haciendo muy bien cariño, estoy orgulloso de ti. Te quiero-. Dijo depositando un beso en su mejilla.

Candela se levanto esa mañana con una sonrisa en los labios y la sensación de que estaba yendo por el buen camino, estaba feliz y lo demostró preparando el desayuno de sus amigos, a los pocos minutos el olor a zumo, café y tostadas llegaba al piso de arriba.

- Mmmm… que bien huele-. La voz de Carlos a sus espaldas sobresalto a Candela y se giro para darle un beso.
- Valla, esperaba a todos menos a ti, mon couer marmota-. Rieron juntos.
- Es verdad, que rico huele Candela-. Julio se acerco por detrás, la abrazo y le dio un beso.- ¿A qué viene esto?-. La miro.

- Esta noche he soñado con Rafa-. Dijo cuando ya todos estaba abajo.
- ¿Si? No te he notado inquieta esta noche-. Comento Carolina, que como Julio y Carlos sabía lo que era que Candela se despertara gritando en medio de la noche.
- Ha sido un sueño diferente, plácido, agradable-. Sonreía mientras tomaba zumo.
- ¿Te decía algo?-. Pregunto Nacho con una tostada en la boca.

Mientras Candela contaba a los chicos lo que Rafa le había dicho en sueños, todos llegaban a la conclusión de que ella estaba volviendo a sus orígenes, en los que era una chica alegre, bromista, divertida e ingeniosa. Aunque su carácter alegre nunca la había abandonado, si había disminuido en intensidad y eso, cualquier persona que la había conocido antes y después de Rafa lo notaba. Por su parte Sergio empezaba a recuperar la sonrisa gracias a Candela y procuraba que su ex mujer no se la quitara.

- He hablado con la abogada de Clara-. Comento su abogado.- Quiere el coche.
- ¡¿EL COCHE?!-. Bramo Sergio.- Pero le deje la casa, no puse ni una pega en que se la quedara. A parte lo suyo fue casi abandono del hogar. ¿Por qué no se compra el coche ella? Gana mucho dinero en Madrid-. Escupió rápidamente.

Sergio no daba crédito a lo que decía su abogado, después de todo pensaba que había sido un divorcio ‘’amistoso’’. Él le había dejado la casa voluntariamente, ella la vendió y no reclamó ni su parte, él se había quedado con el coche, pues era suyo, porque lo había pagado.

- Claro-. Pensó Sergio. Al comprar el coche estando aún casados formaba parte de los bienes gananciales, que lista era.- Mierda.- Maldijo en voz alta.
- Podrías hablar con ella-. Sugirió el letrado.- Llegar a un acuerdo.
- No quiero verla, no ahora-. Dijo enfadado.

9 de agosto de 2013

Capítulo 33...

A Carolina, una rubia de ojos negros, estudiante de filología hispánica no se le paso por alto, ni mucho menos, la sonrisa que curvo la boca de su amiga y se pregunto si la llamada que había cogido antes tenía algo que ver.

- ¿Buenas noticias?-. Pregunto Carolina sin cortarse.
- Eso espero-. La sonrisa de Candela permanecía ahí mientras seguían preparando una ensalada de pasta.

Carolina conoció a Candela empezando la secundaria y desde entonces fueron inseparables, se conocían a la perfección.

- ¿Has conocido a alguien?-. Inquirió Carolina.
- Puede ser-. Dejo caer Candela, sin querer soltar prenda. Las dos rieron.

<< Me encantan las sorpresas. Yo también te echo de menos. Besitos.

Un rato después ambas estaban metidas en la piscina disfrutando con los chicos. Cuando recogieron la mesa entre todos, una vez acabada la comida los chicos se ofrecieron voluntaria y generosamente a fregar y limpiar la cocina y ellas sin dudarlo corrieron al sofá, antes de que alguno se arrepintiera.

- Nosotras vamos a hacer las camas-. Dijo Candela cuando los chicos estaban terminando-. Alguno que suba ahora, que a la litera de arriba no llegamos.

El resto de la tarde la pasaron en la piscina, el jacuzzi y la sauna, entre mil fotos y bromas. Con la fresquita llego el turno de las duchas y arreglarse, esa tarde decidieron dar una vuelta por los alrededores para familiarizarse, ya tendrían tiempo de ir al pueblo, a la playa, al centro comercial, etc. Eran un grupo de lo más alegre, hacían bromas de todo, se llevaban bien y hacía tiempo que no pasaban tiempo juntos, esas vacaciones le vendrían bien a los cinco.

- Te veo bien Candy Candy-. Nacho era un moreno de ojos color topacio que te caía bien o te caía bien, lo conoció a la vez que Carolina y los tres eran una piña.
- Gracias-. Candela le dedico una sonrisa.- Me siento muy bien.

Después de cenar se sentaron en el patio de delante a comer helado y contar como le había ido el curso. Cuando las horas avanzaban y empezaba a hacer frío, entraron y siguieron con las anécdotas.

>> Espero que lo estés pasando bien, tengo ganas de que nos veamos. Besos.

Sergio estaba que botaba, quería estar con Candela, oír su risa, su voz. Abrazarla, mimarla y sobre todo llenarla de besos, pero el trabajo se lo impedía. Ahora que su padre estaba disfrutando de unas vacaciones con su madre, el estaba a cargo de la empresa. La cosa estaba muy mal en el mundo de la arquitectura, así que, que la empresa de su padre fuese una de las pocas que se escapaban de la crisis, era para alegrarse. Suerte que gracias a las redes sociales sabía perfectamente donde se encontraba Candela.

8 de agosto de 2013

Capítulo 32...

- ¿Cuándo me lo ibas a decir?-. Escupió Sergio antes de poder morderse la lengua.
- Mmm… no sabía que iba a ser tan importante para ti-. Dijo Candela con inocencia.
- Perdóname, no quise decirlo de esa forma-. Sergio estaba arrepentido.
- Mi hermano me lo comento hace algunos días y estaba esperando que se confirmara todo, no te he dicho nada porque no era seguro-. Candela era sincera.
- ¿Con quién vas?-. Se intereso.
- Con unos amigos y mi hermano-. Sonrió.

- ¡CANDELA!-. Su padre la llamo desde casa.
- ¡VOY!-. Grito.- Lo siento Sergio, me tengo que ir-. Se levanto y le dio un beso.
- No pasa nada-. Sonrió.- ¿Cuándo te vas?
- Mañana-. Dijo Candela mientras bajaba y se metía en casa.

¿¡MAÑANA!?-. Grito Sergio en su mente.- Casi no me ha dado tiempo a despedirme.

A la mañana siguiente muy temprano, Carlos ya estaba en su casa para ayudarla a bajar sus cosas, mientras Nacho y Carolina esperaban abajo.

- ¿Pero qué dices joio tonto?-. Se reía Candela bajando las escaleras.- Esta noche nada de salir, habrá que limpiar un poco ¿no?
- Tenemos que ir a la compra-. Comento Carlos.
- ¿Qué piensas hacer de comer?-. Pregunto Julio.
- ¡Oye! Que yo no soy tu esclava, yo también voy de vacaciones-. Candela se indignó.

- ¡FOTO!-. Carolina era también una aficionada a la fotografía e iba con su cámara a todos sitios. Candela, Julio y Carlos posaron.- Hola cariño-. Candela y Carolina se abrazaron y se dieron un beso.- Me harás berenjenas rellenas ¿verdad?
- ¡Carolina! ¿Tú también?-. Candela no sabía si reír o llorar.
- No le hagas caso Candy Candy-. Nacho le dio un beso.- Yo quiero que me hagas fajitas-. Todos miraron a Candela con cara de suplica y rompieron el silencio con una fuerte carcajada.

Nada más llegar a casa del tío de Candela, Carolina obligo a todos a salir del coche para sacar una foto en la puerta de la urbanización, para segundos después subirla a las redes sociales. Después llegaron a casa y organizaron las habitaciones. La casa constaba de dos plantas, arriba había dos habitaciones y un baño y abajo un salón, la cocina y un aseo. La casa contaba también con una terraza delantera. Carolina y Candela dormirían juntas en la cama de matrimonio y los niños en la otra habitación, que tenía una litera y una cama supletoria. Una vez deshecho el equipaje Candela y Carlos fueron a hacer la compra, mientras Carolina, Nacho y Julio terminaban de recoger.

- ¿Si?-. Carolina cogió el móvil de Candela.- No, ha ido a la compra, se ha dejado el móvil-. La voz habló.

Media hora después Candela y Carlos volvían de la compra. Cuando todo estuvo colocado los chicos se fueron a la piscina mientras Candela y Carolina preparaban algo de comer.

>> Te echo de menos, no nos pudimos despedir en condiciones y tengo una espinita. Pronto tendrás una sorpresa. Besos.

7 de agosto de 2013

Capítulo 31...

- Come de mi helado, yo no puedo-. Dijo Candela con una sonrisa mientras comía con una cuchara parte del helado gigante que le había comprado Sergio. El más grande de la tienda.
- Mi historia no es tan bonita como la tuya-. Murmuro Sergio comiendo helado, después de que Candela le contará la parte bonita de su historia.- Yo pensaba que lo había sido, pero Clara se encargo de que dejará de serlo. No había momentos divertidos, ni sorpresas locas y mucho menos complicidad entre nosotros. No estábamos casi nunca juntos y el momento que estábamos no dejábamos de discutir, yo quería estar con ella, pero ella se encargaba de que le saliera algún compromiso para no estar conmigo.
- Es un poco triste-. Comento Candela sinceramente, sintiéndose furiosa con Clara y queriendo abrazar a Sergio.- Que hayas compartido tu vida con una persona que no ha sabido valorar tu amor por ella. Tú mereces algo mejor-. Le dedico una cálida sonrisa.
- Sé que no habrá nadie mejor que tu Candela-. La miro sonrojarse, a la luz del atardecer era todavía más bonita. Se acerco lentamente y le dio un ligero beso.- Sabes muy bien-. Dijo una vez se separo. Candela soltó una carcajada que él siguió

- Gracias por todo, Sergio-. Sonrió Candela en la puerta de su casa.
- Nunca me voy a cansar de oír mi nombre en tus labios-. Le acaricio la mejilla.

Después de intercambiar sus números de teléfono y empezar a seguirse por las redes sociales cada uno se fue a su casa.

- ¿Dónde has estado?-. Pregunto Juan cuando Candela entraba.
- Sergio me ha invitado a comer-. Dijo Candela simplemente.
- ¿Sergio? ¿El vecino?-. Juan no daba crédito.
- El mismo que viste y calza-. Soltó Candela dándole un beso a su padre.
- ¿Sois novios?-. La miro.
- ¿Desde cuándo trabajas para la Gestapo?-. Sonrió dulcemente.- No, no somos novios, nos estamos conociendo. Es pronto-. Candela le devolvió la mirada y desapareció en su tempo. Su habitación, donde segundo después recibió un mensaje.

>> Gracias por esta tarde increíble. Mis sorpresas no han sido nada con las que yo me he llevado contigo. Que me hayas contado tu historia con Rafa y la confianza que me has demostrado es muy importante para mí y me hace muy feliz. Buenas noches princesa.

<< Gracias a ti por invitarme. Tus sorpresas me han gustado mucho, a mí también me alegra que hayas confiado en mí. Buenas noches.

Al día siguiente Candela llamo a sus amigos para decidir qué día se irían a la casa de la playa, los cinco decidieron que seria las dos últimas semanas de Julio. Así que al otro día Candela se vio envuelta en una vorágine de ropa, listas de compras, maletas y zapatos. Cuando hablo con sus amigos esa tarde, estuvieron de acuerdo en irse el lunes por la mañana.

>> Te echo de menos, te veo en la azotea en 5 min. Besos.

<< Allí nos vemos. Besitos.

- No puedo quedarme mucho rato-. Dijo Candela después de saludar a Sergio con un beso en la mejilla.
- ¿Y eso?-. Pregunto enarcando una ceja.
- Me voy de vacaciones y estoy terminando de preparar las maletas-. Sonrió Candela.

¿QUÉ? ¿Cuándo pensaba decírmelo?-. Pensó Sergio.

6 de agosto de 2013

Capítulo 30...

- Es muy bonito-. Sergio la miro a los ojos.
- Lo es-. Asintió Candela mientras bajaba su camiseta.- Después de su muerte me hice este otro-. Se dio la vuelta, levanto un poco su pelo y allí estaban unas pequeñas alas de ángel con un signo de infinito que las unía. Sergio volvió a pasar los dedos por el tatuaje.- Siempre será mi ángel de la guarda-. Cuando se dio la vuelta miro al cielo y lanzo un beso. Sergio seguía mirándola, pidiendo que continuara.- Los primeros meses fueron un tormento, mi cumpleaños fue al mes siguiente y no lo celebre, no tenía cuerpo, las Navidades, nada tenía sentido para mi-. Sergio la seguía mirando sin perder detalle.
- Continúa por favor-. Pidió.
- Me centre en mis estudios, ayudaba en el hospital, hacía mucho deporte, aprendí a bailar la danza del vientre-. Sonrió al recodar su primera clase-. Perdí mucho peso. Me impuse una rutina muy estricta para mantener la mente ocupada, pero cuando llegaba la noche y esperaba caer rendida todo se me venía encima y no podía dormir. Estuve sin dormir noches enteras durante tres meses, dormía a ratos y cuando dormía más de cuatro horas me levantaba gritando y llorando.

Sergio miraba a Candela y comprendía todo lo que ella le había pedido el día antes, no le había pedido tiempo por hacerlo sufrir o por hacerse de rogar. Le había pedido tiempo porque su corazón estaba cicatrizando por la pérdida de Rafa.

- Mis padres sufrían al verme así, no quería ir a la psicóloga. Lo único que me calmaba era ir a ver a Rafa, y eso me lo había prohibido. Solo fui un par de veces a la psicóloga, no me hacía sentir mejor, y el consejo de ocupar mi mente no me sirvió de nada. Así que mis padres decidieron llevarme a casa de mi tía la del pueblo y allí estuve todo el verano de 2011-. Candela se quito algunas lágrimas de las mejillas.- En Septiembre volví a mi casa con fuerzas renovadas y lo primero que hice fue ir a ver a Rafa, para decirle que volvía a ser su Candela, que lo echaba de menos y que lo quería-, Finalizo Candela.
- Fuiste muy valiente Candela, te enfrentaste sola al dolor. Mucha gente no hubiera podido hacerlo-. Le acaricio la mejilla que estaba rosada y cálida por la emoción y ella sonrió.
- Hasta este año no he empezado a recuperar mis rutinas anteriores, mis salidas, entradas, ir a un sitio a otro, etc. Todavía me cuesta, pero poco a poco-. Candela sonrió y esa sonrisa llego al corazón a Sergio.

Después de desahogarse, Sergio llevo a Candela a comer a un restaurante con vistas al mar.- Cuarta sorpresa-. Había dicho Sergio, durante la comida ambos descubrieron que estaban menos tensos y que gracias a sus declaraciones se sentían más relajados y más ligeros.

- Aunque siento no haber sido el primero en muchas cosas-. Sergio necesitó sincerarse otra vez con Candela, sonrió acariciándole la mano.- Me alegro de que Rafa haya sido todas las primeras veces que te merecías-. Se llevo la mano a los labios y le dio un beso en los dedos.

- Gracias-. Sonrió Candela.- Él me dijo en sueños que le gustabas y que ya era momento de que fuera feliz-. Lo miro a los ojos.
- Es un halago, me hubiera gustado conocerlo-. Dijo Sergio con sinceridad.- ¿Quieres saber cuál es la quinta sorpresa?
- Me encantaría-. La sonrisa que Candela le dedico lo atrapo.

5 de agosto de 2013

Capítulo 29...

Un par de ojos negros y otro par marrones miraron a la pelirroja despampanante que estaba delante de ellos con una sonrisa forzada.

- Hola Paloma-. Murmuro Sergio de mala gana.- Yo tampoco esperaba encontrarte aquí-. Dijo disimulando como pudo su desagrado- Vámonos Candela-. Dejo dinero en la mesa, agarro la mano de una sorprendida Candela y se fueron dejando a Paloma con la boca abierta.

Cuando estuvieron alejados de la pelirroja, Candela por fin salió de su asombro y se empezó a reír. Se sentaron en el paseo marítimo.

- Al menos no soy única que sale corriendo dejando dinero en la mesa-. Sergio se relajo y rió con ella.- Es la chica con la que te acostaste ¿verdad?-. Dijo mirándolo a los ojos.
- Eres muy observadora-. La miro admirado.
- Espero que no sea una de tus sorpresas-. Volvió a reír.
- Para nada, pero no te preocupes, le deje claro en su momento que no quiero nada con ella-. Le acaricio la mejilla.- Bueno, decías que merecía una explicación, te escucho.

Candela no sabía cómo seguir, antes había empezado muy valiente, pero ahora se sentía perdida.- Venga Candela, ánimo-. La voz de Rafa sonó en su cabeza.

- Conocí a Rafa cuando tenía 13 años, el tenía 18. Fue el amor de mi vida-. Candela suspiro.
- ¿Fue?-. Pregunto Sergio incrédulo, ¿qué hombre en su sano juicio podría dejar a Candela?- ¿Lo dejasteis?-. Candela negó con la cabeza.
- Murió, va a hacer tres años-. Hablo con un hilo de voz.

De todas las opciones que Sergio esperaba oír sobre como acabo la relación de Rafa y Candela, la que menos esperaba era la muerte del muchacho. Ahora admirada mucho más a Candela.

- Llevábamos juntos cuatro años, un mes después de nuestro último aniversario murió. Le habían detectado un tumor cerebral en agosto de ese año, y en octubre…-. A Candela se le quebró la voz, tenía los ojos de un color verde intenso, trago saliva.
- Tranquila-. Sergio la atrajo a sus brazos, la abrazo y le dio un beso en el pelo para reconfortarla.- Tranquila, no tienes que contarme nada más.
- Quiero… quiero hacerlo-. Susurro contra la camisa de Sergio y se aparto un poco sin dejar de mirarlo.- Después de eso estuve realmente mal, me recomendaron mantener la mente ocupada, para no pensar. Pero ¿cómo no pensar en Rafa si era mi mitad?-. Candela se levanto la camiseta y le enseño a Sergio un tatuaje, era como una formula, pero no sabía de que, aún así acaricio cada letra con los dedos.
- El C₈H₁₁N es la fórmula de la feniletilamina, es un compuesto que dicen va asociado al amor-. Sonrió Candela mientras se lo explicaba.- Rafa se hizo el mismo en el pecho, nos encantaba la química.

4 de agosto de 2013

Capítulo 28...

- ¿Qué me dices Candela?-. Insistía Sergio con una sonrisa.
- Si, acepto la invitación-. Rió Candela.
- Abajo en media hora-. Sergio le dio un beso en la mejilla y bajo las escaleras.

- Julio, he quedado. Dile a mamá que no vengo a comer-. Le dio un beso a su hermano y salió de casa.
- Pásalo bien-. Escucho que decía Julio antes de cerrar la puerta.

Diez minutos después Candela estaba aburrida de esperar y Sergio no venía.

- ¿Llevas mucho esperando?-. La voz de Sergio la sorprendió.
- Te diría que no, pero sí, llevo esperando unos diez minutos-. Candela sonrió.
- Lo siento, he recibido una llamada de Clara-. Al ver la cara de no entender de Candela, prosiguió-. Mi ex mujer, bueno he hablado con su abogada, no quiero hacerlo con ella. Pretende cambiar ahora unas condiciones del divorcio-. Le conto Sergio mientras subían al coche.- Estas muy guapa-. Le cogió la mano y le dio un beso. Llevaba un camiseta blanco y una falda de rayas blancas y azul, un conjunto muy marinero, ¿se olería la sorpresa?
- Gracias-. Se sonrojo.- Bueno ¿dónde vamos?
- Es la tercera sorpresa del día. La primera fue el ramo, la segunda mi invitación y la tercera… hoy el día tendrá algunas-. Prometió Sergio.

A Candela le gustaban las sorpresas, Rafa siempre la sorprendía.- Venga Candela, Rafa apoya lo que está pasando. No pienses que estás haciendo nada malo-. Candela se reprendió a sí misma.- Me gustan mucho las sorpresas-. Comento.

- Me alegra escuchar eso-. Dijo Sergio con tono misterioso, estaba feliz. La única vez que sorprendió a Clara le salía el tiro por la culata y ella le dijo que nunca la volviera a sorprender, porque no le gustaba. Un rato después aparcaba delante de la playa.- Tercera sorpresa-. Comento Sergio.
- Valla, verdaderamente me has sorprendido-. Dijo Candela al bajarse del coche.
- Vamos a pasear-. Le agarro la mano y empezar a caminar, aparentemente sin rumbo fijo.

Unos minutos después andaban por una céntrica calle del pueblecito costero.

- Hacía tiempo que no estaba tan bien con una mujer, es decir, sin sexo de por medio-. Sergio se sincero con Candela en una terraza mientras tomaban algo. Quería que ella supiera que no buscaba un revolcón, buscaba su cariño, su amor.- El matrimonio con Clara no fue lo que yo esperaba, en realidad nada fue como yo esperaba. Cuando nos divorciamos conocí a una chica y estuve con ella un par de veces, mucho antes de irme a vivir con mi padre-. Dejo claro ese dato, no quería confusiones.- No hubo nadie más hasta que me encontré contigo aquella tarde que salías con tu hermano-. Vio la reacción de sorpresa de Candela.- Desde entonces no has salido de mi cabeza Candela-. La miro intensamente.
- Mereces una explicación por lo del otro día…-. Empezó Candela.
- Hola Sergio, no esperaba encontrarte aquí-. Una pelirroja de ojos grises interrumpió la conversación.

3 de agosto de 2013

Capítulo 27...

- Candela-. Susurro Sergio cuando se aparto, bajando su mano hasta acariciarle la mejilla.

Había sido un beso corto, pero Candela sintió que su alrededor desaparecía, se encontraba lejos de allí, divagando. La voz de Sergio la hizo sonreír, le gustaba como sonaba su nombre.

- Candela-. Volvió a decir mirándola a los ojos.
- Poco a poco, por favor-. Lo miro.
- Pero Candela…-. Sergio hizo el intento de volver a besarla, su tono de su voz era una súplica.
- Por favor-. Candela se aparto un poco.- Necesito tiempo.
- ¿Pero tiempo para qué?-. La intensidad de la mirada verde de Candela no lo dejaba razonar con claridad.
- Es largo de contar, pero te lo quiero hacer-. Candela le acaricio la mejilla y él cerro los ojos ante el tacto de ella.
- Discúlpame, me cuesta controlarme cuando estoy contigo-. Sonrió.

Cuando salieron del coche y entraron en el portal Sergio insistió en acompañarla hasta su casa y cuando se despidieron le dio un beso en la mejilla con mucho cuidado, evitando los movimientos bruscos, para que Candela no apartara la cara.

- Gracias Sergio-. Le agarro el brazo antes de que él se fuera y sonrió.- Gracias por esta noche tan divertida, aunque no ha sido la primera-. Ambos se rieron.
- ¡Oh! deja de romperme el corazón-. Dijo dramáticamente mientras reía.

Esa noche Candela soñó con Rafa, pero no fue un sueño angustioso como los que solía tener, en los que ella despertaba llorando, si no un sueño agradable en el que ambos hablaban.

- Me gusta mucho Sergio-. Decía Rafa.
- A mí también Rafa, pero no quiero faltarte. Creo que es pronto-. Le dijo Candela.
- Parece buen chico, se feliz cariño. Yo te estaré esperando aquí y no te voy a reclamar que hayas rehecho tu vida, eres joven y has sufrido bastante. Te quiero-. Rafa le dio un beso en la mejilla y desapareció dejando a Candela con una sonrisa.

Cuando a la mañana siguiente Candela se levanto, aún conserva la sonrisa, se sentía animada y muy feliz. Se metió en la ducha y fue a desayunar con su hermano.

- ¿Te pasa algo Candela?-. Pregunto Julio mientras desayunaban.- ¿Qué tal te fue anoche?-. La miro levantando una ceja, una sonrisa burlona cruzaba su boca.
- Bueno, me siento bien-. Sonreía Candela.- Anoche bien, cotilla y quita esa cara-. Lo miro de reojo y empezaron a reír.
- Candela, estaba pensando que podríamos ir a la playa, es decir, pasar unos días allí-. Comento Julio-. El tito me dijo que podríamos quedarnos en su casa y que llevásemos a Carlos, Nacho y Carolina.
- Me parece bien, todos nos merecemos unas vacaciones-. Dijo Candela mientras terminaba.
- Bueno, me voy a dar una ducha-. Julio entro al baño. En ese momento llamaron a la puerta.

- Vengo a invitarte a pasar un día sorprendente-. Sergio estaba en la puerta de su casa con un gran ramo de flores.
- Muchas gracias, Sergio-. Comento Candela mientras cogía las flores.

Capítulo 26...

- Te invito a cenar-. Dijo Sergio cuando estaban montados en el coche.- Y no vale salir corriendo y dejar el dinero en la mesa.
- Vale-. Ambos rieron.

- ¿Sabes qué no puedo dejar de mirarte?-. Confeso Sergio una vez habían acabado de cenar, estaba muy guapa y era cierto que no había dejado de mirarla en toda la noche, llevaba el pelo rizado unos short vaqueros y un blusón negro que los tapaba.
- Me voy a poner roja-. Dijo Candela cuando ya estaba como un tomate.
- ¿Alguna vez te han dicho que eres preciosa?-. Sergio le cogió la mano y se la acaricio.
- Si-. Sonrió con tristeza.- Siento que no seas el primero-. Se empezó a reír.- Siento también haber arruinado tu intento de ligar-. Esta vez se rieron los dos.
- Valla, me has fastidiado el plan-. Dijo Sergio con falso enfado.- ¿Te apetece dar una vuelta?-. Sugirió mientras pagaba.
- Mmm…-. Candela dudo.- Será mejor que lo dejemos para otro día.
- Está bien, ¿qué te parece mañana?-. pregunto riendo.
- Deja que me lo piense-. Sentencio con una sonrisa.

De vuelta en el coche Candela se dejo llevar cantando una canción de Manuel Carrasco que le encantaba, tenía unas canciones tan profundas y reales.

- Pasaran los años y en mi sangre te tendré-. Finalizo Candela con los ojos verdes.
- Cantas muy bien, supongo que tampoco soy el primero que te lo dice-. Sergio reía cuando sus miradas se cruzaron.
- La verdad, no, no eres el primero-. Sonrió.
- Tus ojos son un misterio Candela-. Le acaricio la mejilla mirándola fijamente cuando se paró en un semáforo.- Son marrones ¿verdad?-. Arranco esperando una respuesta.
- Lo son, pero cuando se humedecen se vuelven verdes-. Comento.
- ¿Quieres decir que vas a llorar?-. Le pregunto
- Espero que no-. Dijo Candela riendo.- Es que esta canción es especial para mí, muchas lo son.
- Tú también eres muy especial-. Sergio le puso un mechón de pelo detrás de la oreja.
- Sergio-. Murmuro Cogiéndole la mano y apartándola del pelo, pero manteniéndola entre las suyas.- Necesito tiempo, me siento bien contigo, me gusta tu compañía y me haces reír. Pero, poco a poco, por favor-. Lo miro a los ojos.
- Ya sabes que yo también me siento muy bien contigo-. Dijo cuando ya estaban aparcados en la puerta de casa.- Más que muy bien-. Le devolvió la mirada y acercándose muy lentamente le dio un suave beso mientras soltaba su mano y la ponían en el pelo de Candela, acariciándolo.

Capítulo 25...

Tres años atrás (San Valentín 2010)

Después de una celebración de San Valentín muy romántica y sexualmente perfecta Rafa y Candela hablaban de miles de planes en la cama de la habitación de un hotel rural en el pueblo de Candela. A ella le encantaba ir y su regalo de ese año había sido un fin de semana para ellos.

- ¿Estás bien?-. Siempre que terminaban Rafa le preguntaba si estaba bien a lo que una sonrojada Candela siempre asentía. Aunque no era la primera vez que hacían el amor, ella siempre se sonrojaba cuando le hacia la pregunta y él disfrutaba como un niño cuando la veía.- Te quiero, nunca me cansaré de decírtelo-. Le dio un beso en la sien.- Eres perfecta-. Sonrió recordando cómo se habían adaptado sus cuerpos minutos antes.

Rafa solo había tenido una relación anterior a Candela, pero cuando su hermana Carmen la llevo a comer a casa la primera vez cuando eran pequeñas, Candela le llamo la atención desde el minuto uno. Era un encanto de niña, siempre con mil ideas en la cabeza, con sueños que quería cumplir. Pero a medida que su hermana crecía, Candela también lo hacía, ya hacía un año que lo había dejado con su anterior novia, y ahora eran amigos, cuando vio a Candela ese verano de 2006 en su casa no era la niña que él conocía, si no una mujer, una mujer preciosa, inteligente, divertida y madura, ya no hubo vuelta atrás, Rafa sabía perfectamente que pasaría la vida con ella, le hacía sentir único y mejor persona.

Cuando le detectaron el tumor lo primero que pensó fue en dejarla, no iba a permitir que Candela sacrificara sus días metida en un hospital, si salía de esa él la buscaría, pero si no, quería que encontrara a otra persona con la que rehacer su vida. En cambio Candela lo sorprendió como tantas otras veces, su reacción ante la enfermedad fue la de una persona adulta, con años de experiencia, pero iba a cumplir los 18 años en noviembre, sabía que la madurez no se adquiere a los 18 y Candela ya era una chica madura cuando él la conoció. Entonces supo que aunque la dejara Candela estaría a su lado siempre y nunca, nunca lo dejaría solo.

Actualidad (mediados Julio 2013)

Una tarde Candela volvía de dar un paseo con su abuela cuando se encontró con Sergio.

- Candela, llevo días sin verte. ¿Cómo estás?-. sonreía.- He querido hablar contigo desde que saliste corriendo el otro día.
- Perdóname Sergio, es largo de contar. Estoy bien, gracias-. Candela lo miro.
- No pasa nada, pero me encantaría que me lo contaras-. Dijo Sergio cogiéndole la mano para transmitirle confianza.- ¿Quieres que quedemos esta noche?-.Candela tardo más de lo normal en responder.- Decídete mujer, si no vamos a salir para desayunar-. Candela se empezó a reír ante la ocurrencia.
- Esta bien, te espero aquí en una hora-. Dijo Candela mientras Sergio se llevaba la mano de la muchacha a los labios y le daba un beso antes de soltarla.

Una hora después Candela bajaba…

- Adelantándome a tu pregunta, no, acabo de bajar-. Empezaron a reír.
- Soy muy predecible ¿verdad?-. Se sonrojo.
- Para nada, no fuiste predecible cuando te fuiste del pub-. Sergio la miro admirando su belleza.
- No me esperaba tus palabras-. Declaro Candela.- Me afectaron-. Sonrió.
- Pero vamos, por favor-. Abrió la puerta y la dejo salir.- Hablemos en otro sitio.

Capítulo 24...

- ¡Candela!-. La voz de Julio la volvió al presente disipando todos sus pensamientos.- ¿Llevas mucho esperando?
- No, tranquilo-. Le dio un beso.- ¿Entramos?
- Si, ¿qué peli te apetece ver?-. Pregunto Julio mientras entraban.

En aquel preciso momento Sergio llegaba a casa, después de quedarse un rato más en el pub.- ¿Qué mosca le había picado a Candela? Estaba rara-. Pensó cuando ella salió con tanta urgencia.- ¿Le habría sucedido algo?-. Pago y se marcho.

- Ha llamado Clara-. Le informo su padre.
- ¿Qué quería?-. Sergio llevaba varios meses sin hablar con su ex mujer y la noticia lo pillo por sorpresa.
- Quiere hablar contigo algo del divorcio-. Dijo Pedro.

Sergio resopló y murmuro un improperio, llamo a su abogado y le digo que se comunicara con la abogada de Clara, directamente con ella no hablaría.- Que ciego había estado, Señor-. Sergio empezó a recordar…

Empezó su relación con Clara, una rubia de ojos azules en el año 2004, era muy atractiva y le gustaba todo de ella, hasta cuando le hacía desplantes, en 2006 se fueron a vivir juntos, pensando que las cosas cambiarían, que necesitaban más compromiso y a ojos de todos las cosas iban bien, nadie veía las salidas de tono de Clara, las escusas baratas… En 2009 Sergio aún pensando que el motivo de su crisis de pareja era que seguía faltando compromiso, entonces decidieron casarse. Desde entonces y hasta ahora seguía sin hallar respuesta a su pregunta. ¿Por qué había estado tan ciego? Clara era superficial, manipuladora, arrogante y egoísta, en cinco años de relación él no se había dado cuenta de nada, normal que solo duraran casados unos años.

La gota que colmó el vaso de la relación entre Sergio y Clara fue en Navidades de 2011, cuando ella le dijo que se iba a trabajar a Madrid en Enero, sin hablar con él, sin buscar una solución juntos. Cuando se quiso dar cuenta, Clara ya se había informado de todo lo referente al divorcio y todo lo que tenía que hacer. Se quedo con la casa, él de todas formas no la quería para nada, los recuerdos que tenía allí eran desagradables, muy pocos eran bonitos.

Tres meses después Clara volvía a Madrid, esta vez volaba libre y unos meses después, Sergio se tiraba a Paloma con la misma libertad. Pero ahora las cosas habían cambiado, en su vida no tenía tiempo ni para su ex mujer, ni para Paloma, que no sabía ni como clasificarla. Ahora su objetivo estaba centrado en Candela y no por el mero hecho de utilizarla para desquitarse porque fuera una jovencita, sentía algo por ella, un instinto de protección, quería mimarla, besarla, adorarla.

Cerró los ojos y se imagino los suaves labios de Candela acercándose a los suyos.- Sí, no se iba a dar por vencido. Tenía que probar los labios de Candela a conciencia-. Pensó con una sonrisa.

- ¿Estás bien, cielo?-. Lydia se acerco a su hija, acababa de llegar del cine con Julio y se había metido en su habitación rápidamente.
- Bueno…-. El suspiro que lanzó le confirmo que había estado pensando en Rafa.
- Mi niña-. La abrazó ante las incipientes lágrimas de Candela.- Has sido muy fuerte hasta ahora cariño, seguro que Rafa está muy orgulloso de ti y de todo lo que estas logrando-. Le acaricio el pelo.
- Pero mamá ¿por qué tuvo que pasarle a él?-. Sollozo más fuerte.- Era tan joven, tenía la vida por delante y teníamos tantos planes, tantos sueños-. Murmuro.

2 de agosto de 2013

Capítulo 23...

Cuando llego al cine Candela procuro que no se le notara todo lo que había llorado por el camino, pero era imposible echaba tanto de menos a Rafa…

Tres años atrás (Septiembre 2010)

- ¡Feliz aniversario cariño!-. La alegre voz de Candela sonó en la habitación del hospital.
- Ya está aquí Candelita-. Una voz de hombre mayor llego a sus oídos.
- ¡Feliz aniversario, mi amor!-. Rafa le dio un beso cuando se acerco a la cama.- ¿Has visto Luis? ¡Como para no querer salir de esta!-. Luis asintió entendiendo perfectamente a que se refería su joven compañero de habitación.

Candela iba todos los días a ver a Rafa e incluso pasaba noches allí, amenizando las noches de los dos enfermos. Era simplemente una luz, una llama que no se apagaba jamás. Siempre llegaba con una sonrisa, contaba chistes, hacía bromas, cantaba, contaba historias, tenía revolucionada a todo el pasillo del hospital.

- Un bálsamo-. pensaba Luis y se alegraba de que Rafa la tuviera en su vida, él también había tenido en la suya a una mujer similar, que con una sola sonrisa le hacía olvidar todo lo malo y que lo empujaba a luchar y a seguir viviendo, como Candela hacía con Rafa.

- Espero que te guste mi regalo cariño-. Candela puso una bolsa en el regazo de Rafa.
- ¿Qué será?-. La abrió ante la mirada de Luis y Candela. Soltó una carcajada.- ¡Candela!-. Saco de la bolsa una peluca naranja fluorescente que hizo reír también a Luis.- Te dije que la quería verde-. Volvieron a reír y le dio un beso.
- Estos son mis verdaderos regalos-. Candela saco dos paquetes como por arte de magia.
- Me encanta mi amor-. Le dio un largo beso cuando vio una foto de ambos enmarcada y un libro con fotografías a todo color de Londres. El sueño de ambos era ir a Londres, ya habían viajado juntos por España y el siguiente paso era el extranjero, también querían visitar Grecia, por la obsesión de Rafa de que Candela era una diosa del Partenón.- Mi regalo esta en el armario, debajo de tu almohada-. Señalo mientras Candela topaba con una cajita y él ponía el marco en la mesilla de noche.
- Es una foto preciosa Rafa-. Comento Luis.
- La hice yo-. Sonrió orgulloso.- Un pajarito me dijo que te había gustado mucho cuando lo viste-. Rafa centro su atención en Candela, paralizada con la cajita de piel negra en su mano.

Candela se quedo sin palabras, era el anillo que ella había visto semanas atrás en el escaparate de la joyería y era cierto le había gustado desde el primer momento, era un diseño muy sencillo de oro blanco y tenía el símbolo de infinito, como el amor que sentía por Rafa, infinito. No podía creerse que él se lo estuviera regalando.- Es precioso mi amor-. Se acerco a la cama y le dio un beso. Cuando se aparto, Rafa le quito la cajita de las manos, saco el anillo y se lo puso en el dedo corazón de la mano derecha. Se quedo mirando el dedo anular de la mano izquierda, en él había puesto un anillo de plata, que simbolizaba el amor que sentía por Candela cuando empezaron a salir, y solo había tardado un mes en dárselo, en Octubre de 2006 se lo regalo, no quería esperar. Le dio un beso al símbolo de infinito y miro a Candela a los ojos.

- Cuando salga de aquí mi amor, te prometo que iremos a Londres-. Tiro del cuello de Candela y le dio un beso profundo, lleno de esperanzas y planes de futuro. De un futuro juntos, donde todo lo pasado en esos meses sería un mero sueño, una pesadilla que acabaría cuando se despertaran.

Pero Rafa no pudo cumplir su promesa, a mediados de Octubre el tumor ganó la batalla y se llevo a Rafa, sumiendo a su familia y a Candela en la etapa más dura de sus vidas.