30 de agosto de 2013

Capítulo 50...

- Para nada cariño-. Candela seguía igual de relajada entre los brazos de Sergio, y se hecho también relajo a él.- Hoy se ha ofrecido porque llovía muy fuerte-. Candela bostezo y poco a poco se abandono al sueño.

- Candela-. La voz de Sergio le llegaba de lejos.- Candela-. La voz estaba más cerca, noto sus labios en los propios.- Mi amor-. Le aparto el pelo.
- Mmm…-. Candela abrió los ojos perezosamente y sonrió al encontrar el rostro de Sergio cerca del suyo.- ¿Qué hora es?-. Pregunto con la voz entrecortada.
- Son las cuatro.- Sergio sonrió.- ¿Quieres comer algo?
- No, me tengo que ir-. Se levanto, pero Sergio la cogió por la cintura, la volvió a sentar y le dio un beso.- Tengo examen en unos días-. Le mordisqueo el labio inferior y sonrió.- Te quiero-. Se volvió a levantar, cogió sus cosas y le lanzo un beso desde la puerta.

Varios días después Sergio solo sabía que Candela estaba bien, que estaba estudiando para un examen importante y que tenía tareas pendientes. Algunas tardes iba a verla, pero solo un rato, esos días su relación se basaba en mensajes, justo Sergio iba a mandarle uno cuando su móvil sonó.

>> Mi vida, te echo de menos. Ya queda poco para hacer el examen y eso significa que nos podremos ver. Esta noche nos podemos ver un poquito. A las 12 en la azotea. Te quiero.

<< Yo sí que te echo de menos, esto de tener una novia tan buena estudiante no me está gustando, me quita tiempo de verla, de besarla :). Te quiero, allí estaré.

El mes de Noviembre llegó y con ello el cumpleaños de Candela, estaba siendo un mes perfectamente frío, como a Candela le gustaba y esperaba su cumpleaños con ansía.

- ¡FELIZ CUMPLEAÑOS!-. Sus padres y Julio entraron en su habitación a felicitarla.
- Gracias-. Dijo Candela sonriendo y dándole un beso a cada uno.

Después de recibir algunos regalos de su familia y desayunar con ellos se preparo para ir al instituto, hacía tiempo que no esperaba con tantas ganas su cumpleaños, este año era diferente.

- Sergio-. Pensó, justo cuando llegaba al instituto y se encontraban con sus amigas, que hicieron un corrillo alrededor de ella y se abrazaron fuertemente.
- ¡FELICIDADES!-. Dijeron las cuatro chicas al unísono y rieron ostentosamente.
- Gracias chicas-. Sonrió colorada como un tomate, mientras daba un beso a cada una.

Fue un día sensacional, sus últimos cumpleaños no habían sido nada felices. El recuerdo de Rafa empañaba toda la felicidad, pero este año estaba siendo diferente, el culpable, Sergio. Quedo con las chicas en verse ese fin de semana con sus novios y celebrarlo con todos sus amigos. La hora del recreo fue la hora más tormentosa para Candela, pues en el fondo de su alma, era una chica tímida y cuando sus amigas en medio de todo el instituto le empezaron a cantar el Cumpleaños Feliz, se quiso morir. Incluso Hugo y otros profesores se unieron al cante y luego la felicitaron. Lógicamente las felicitaciones se sucedieron a lo largo del día, pero Candela esperaba una en especial que no llegaba. Era la hora de cenar cuando recibió un mensaje al móvil.

>> Sube a la azotea.

Candela subió rápidamente y en el rellano de la azotea se encontró con una mesa preparada para cenar y dos sillas, había velas por todos lados.

- Feliz cumpleaños-. Susurro una voz a sus espaldas que la hizo temblar.

Girándose lentamente con una sonrisa Candela se topó con un grandísimo ramo de flores.- Gracias cariño-. Sergio apareció detrás del ramo, se acerco y se besaron intensamente.- Son preciosas-. Las cogió y las olio disfrutando de su aroma.

- Perdóname por no haberte felicitado antes, he estado muy liado con el trabajo-. Sonrió Sergio, disculpándose.
- No pasa nada, ha merecido la pena esperar-. Miro alrededor sin palabras.
- Todo esto es para ti-. La miro.- Porque te quiero-. Acunó la cara de Candela con las manos.- Porque eres lo más importante, siempre-. La beso suave y repetidamente.
- Gracias mi vida-. Lo miro a los ojos.- Me haces muy feliz-. Sonrió y lo beso.

Después de compartir una rica cena, Sergio había preparado un rincón calentito y acogedor, con muchos cojines y mantas.

- Mi regalo-. Dejo caer un sobre en el regazo de Candela.
- ¡No puede ser!-. Dijo cuando vio el contenido y lo miro con los ojos abiertos, él asintió.- Sergio-. Susurro dándole un beso.

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