6 de agosto de 2013

Capítulo 30...

- Es muy bonito-. Sergio la miro a los ojos.
- Lo es-. Asintió Candela mientras bajaba su camiseta.- Después de su muerte me hice este otro-. Se dio la vuelta, levanto un poco su pelo y allí estaban unas pequeñas alas de ángel con un signo de infinito que las unía. Sergio volvió a pasar los dedos por el tatuaje.- Siempre será mi ángel de la guarda-. Cuando se dio la vuelta miro al cielo y lanzo un beso. Sergio seguía mirándola, pidiendo que continuara.- Los primeros meses fueron un tormento, mi cumpleaños fue al mes siguiente y no lo celebre, no tenía cuerpo, las Navidades, nada tenía sentido para mi-. Sergio la seguía mirando sin perder detalle.
- Continúa por favor-. Pidió.
- Me centre en mis estudios, ayudaba en el hospital, hacía mucho deporte, aprendí a bailar la danza del vientre-. Sonrió al recodar su primera clase-. Perdí mucho peso. Me impuse una rutina muy estricta para mantener la mente ocupada, pero cuando llegaba la noche y esperaba caer rendida todo se me venía encima y no podía dormir. Estuve sin dormir noches enteras durante tres meses, dormía a ratos y cuando dormía más de cuatro horas me levantaba gritando y llorando.

Sergio miraba a Candela y comprendía todo lo que ella le había pedido el día antes, no le había pedido tiempo por hacerlo sufrir o por hacerse de rogar. Le había pedido tiempo porque su corazón estaba cicatrizando por la pérdida de Rafa.

- Mis padres sufrían al verme así, no quería ir a la psicóloga. Lo único que me calmaba era ir a ver a Rafa, y eso me lo había prohibido. Solo fui un par de veces a la psicóloga, no me hacía sentir mejor, y el consejo de ocupar mi mente no me sirvió de nada. Así que mis padres decidieron llevarme a casa de mi tía la del pueblo y allí estuve todo el verano de 2011-. Candela se quito algunas lágrimas de las mejillas.- En Septiembre volví a mi casa con fuerzas renovadas y lo primero que hice fue ir a ver a Rafa, para decirle que volvía a ser su Candela, que lo echaba de menos y que lo quería-, Finalizo Candela.
- Fuiste muy valiente Candela, te enfrentaste sola al dolor. Mucha gente no hubiera podido hacerlo-. Le acaricio la mejilla que estaba rosada y cálida por la emoción y ella sonrió.
- Hasta este año no he empezado a recuperar mis rutinas anteriores, mis salidas, entradas, ir a un sitio a otro, etc. Todavía me cuesta, pero poco a poco-. Candela sonrió y esa sonrisa llego al corazón a Sergio.

Después de desahogarse, Sergio llevo a Candela a comer a un restaurante con vistas al mar.- Cuarta sorpresa-. Había dicho Sergio, durante la comida ambos descubrieron que estaban menos tensos y que gracias a sus declaraciones se sentían más relajados y más ligeros.

- Aunque siento no haber sido el primero en muchas cosas-. Sergio necesitó sincerarse otra vez con Candela, sonrió acariciándole la mano.- Me alegro de que Rafa haya sido todas las primeras veces que te merecías-. Se llevo la mano a los labios y le dio un beso en los dedos.

- Gracias-. Sonrió Candela.- Él me dijo en sueños que le gustabas y que ya era momento de que fuera feliz-. Lo miro a los ojos.
- Es un halago, me hubiera gustado conocerlo-. Dijo Sergio con sinceridad.- ¿Quieres saber cuál es la quinta sorpresa?
- Me encantaría-. La sonrisa que Candela le dedico lo atrapo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario