El envejecimiento cutáneo se acelera si el estrés oxidativo de la piel se acelera. La guerra entre radicales libres (los malos de la película) y los antioxidantes (los buenos, y no siempre vencen) es tan competitiva como la vida misma.
Fumar genera cantidad de radicales libres y los efectos sobre el envejecimiento cutáneo se hacen visibles en el aspecto de la piel desde todos los frentes. Si este post puede ayudarte a dejar de fumar aunque sea motivándote por mejorar el aspecto de la piel, no importará el cómo lo hiciste sino que lo lograste.
- Se reduce del grosor de la dermis y la epidermis. Significa que la piel será más fina, más delicada, menos fuerte y más vulnerable. ¡Saluda, llega la flacidez!
- Combinar el tabaco y el sol catapulta los resultados oxidantes negativos para la piel: un tandem que hay que evitar a toda costa.
- La piel pierde su brillo natural, se vuelve mate y apagada. En realidad es porque se asfixia y la falta de oxígeno tambén la va envejeciendo más de lo que debería por su edad natural.
- Fijaos que muchas fumadoras empedernidas tienen un aspecto envejecido, demacrado, las arrugas marcadas. Los rasgos se endurecen.
- Más razones: los vasos sanguíneos se estrechan y la microcirculación sanguínea se resiente. Recordad que es a través del riego sanguíneo que llegan los nutrientes a la piel. Peor alimentada, todos los signos de envejecimiento cutáneo se acentúan.
Fuente: trendenciasbelleza.com
Hasta la próxima...!*
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