7 de junio de 2014

Capítulo 5...

- Si me conocieras mejor, no harías esa pregunta-. Se acerco a mí, andares de felino.
- ¿Corrupto y peligroso? Interesante-. Intente parecer calmada, pero por dentro buscaba salir por cualquier rendija.
- Nunca he aceptado un soborno, va contra mis principios-. Ya lo tenía otra vez encima, parecía que intuía que quería irme.
- Eso dice mucho de ti como persona-. Levante la cabeza y lo mire a los ojos, parecía preocupado.
- Me ha costado ser un hombre respetable Rosa, con el padre que tengo no ha sido sencillo-. Mis ojos se abrieron como platos y él me sonrió.- Creo que he hablado de más.
- Y yo creo que he visto suficientes libros-. Sonreí.- Iré a reunirme con mi marido, gracias por acompañarme-. Me acerque a la puerta y cuando tenía la mano en el pomo, la mano de David se posó sobre la mía.
- Conmigo no tienes que fingir Catherine-. Dijo en un susurro y gire la cabeza despacio.
- Mi nombre es Rosa, ya lo sabes-. Lo mire, el negó con la cabeza, rápidamente me gire lo empuje contra la puerta y apreté mi brazo contra su garganta.
- Tranquila, se perfectamente lo que Robert y tu estáis haciendo-. En ese momento sí que me quise morir, apreté más fuerte.
- ¿Qué sabes?-. Aflojé un poco y lo mire fijamente.
- Sé que los negocios turbios de mi padre están en expansión a Inglaterra, yo fui quien dio la voz de alarma-. Todo señalaba a que lo que decía era la pura verdad, no pestañeaba, su pulso estaba calmado, sus ojos estaban clavados en los míos.
- No podemos seguir hablando aquí-. Dije sorprendiéndome a mi misma.- Nos vemos esta noche-. Aparte mi brazo de su cuello.- Si dice la verdad sabrá como encontrarnos, ahora por favor déjame salir-. Se aparto de mi camino y salí de la biblioteca todo lo tranquila que pude.

Cuando volví al jardín con Aurora, Robert y Gonzalo nada parecía haber cambiado y para mi había pasado una eternidad, pedí a Robert irnos, fingiendo estar cansada y accedió de inmediato. Apenas habíamos llegado a casa cuando ya estaba informando a Robert de la conversación con David.

- Tienes que llamar a tu padre Robert-. Dije con urgencia.- Si nos han descubierto sería terrible, habría que hacer algo antes de que se sepa todo.
- Tienes razón-. Cogió el teléfono y llamo de inmediato. A los pocos minutos colgó.- Mi padre confirma lo que te ha dicho David.
- ¿Por qué no nos comunico nada?-. Pregunte sin comprender.
- Pensó que era mejor que lo conociéramos en la fiesta o que nos lo presentara la familia-. Lo que decía tenía sentido, pero teníamos un problema.
- Si, tiene lógica. Pero, hay un problema-. Hice una pausa dramática.- David se presento solo, es el tipo de anoche.
- Mierda-. Escupió Robert.
- Doble mierda, hoy ha dicho que me conoce delante de Aurora-. Terminé de darle la puntilla.
- Vale, entonces tenemos que hacer algo-. Asentimos a la vez.

Una vez finalizada la conversación con Robert me fui a dar un baño, que intentaba ser relajante, pero no pudo ser. No dejaba de pensar en David, tenia nombre de Rey y ojos de chocolate, por Dios Catherine que estás diciendo. Definitivamente no estaba en mis cabales.


Habíamos terminado de cenar, la mesa estaba recogida, Manuel estaba en su habitación por petición mía y todo estaba en orden. Robert y yo nos mirábamos sin hablar, entre nosotros no hacían falta muchas palabras, pues nos comprendíamos con solo mirarnos, a lo mejor tenía que ver con la instrucción en la Academia, pero siempre había sido así. Estaba sentada en el sofá, nerviosa, de pronto sonó el timbre y como una bala me levante.

- Voy yo-. Dijo Robert y señaló el sofá. Me volví a sentar.- Buenas noches-. Escuche a Robert saludar.
- Buenas noches-. La voz firme de David llego a mis oídos y mi pulso se aceleró.
- Mi compañera Catherine, aunque tengo entendido que nos conoce-. Comento Robert mientras entraban en el salón y yo me ponía de pie.
- Buenas noches-. Extendí mi mano para estrechar la suya.
- Encantado de volver a verte Catherine-. Su sonrisa cálida me paralizo en el momento en que apretó mi mano.
- ¿Quieres tomar algo?-. David negó con la cabeza y me miro.- Bien, pues siéntate. Hay mucho de que hablar.

La conversación con David nos dejó completamente descolocados, nos hablo de la sospecha que tenía acerca de los negocios de su padre, de su próxima expansión hacía Inglaterra y de otros asuntos.

- La idea de mi padre es exportar vino, vino de baja calidad para venderlos a precios desorbitados-. Comento David.
- Comprendo, pero ¿que hacemos nosotros metidos en todo esto? Tiene que haber algo más detrás, si no solo se hubiera informado a consumo-. Pregunte, si solo se trataba de vino de baja calidad con avisar al organismo de consumo del país bastaba.
- Cierto, hay algo más-. Nos miro a cada uno y trago saliva.- Algunas partidas de ese vino están adulteradas, podrían causar muertes.
- Claro-. Miré a David.- Avisaste a la MI6 porque tu padre tiene contactos en Inglaterra, ellos le compraran el vino adulterado, el otro da igual quien lo compre-. David asintió.
- Tengo que avisar a mi padre-. Dijo Robert mientras se levantaba y cogía el teléfono.

- ¿Cómo has recabado toda esa información David?-. Pregunte intrigada.- Tu padre lleva esos negocios muy tapados.
- Tienes razón, pero yo también tengo mis contactos-. Me guiñó un ojo y me sonrojé.- ¿Tienes novio Catherine?
- ¿Perdón?-. Mi respuesta no podía ser más estúpida, pero creía haber oído mal.
- Te estoy preguntando que si tienes novio-. Repitió con una sonrisa en su cara.
- No acostumbro a hablar de mi vida privada-. Dije alzando la barbilla, pues sí había oído perfectamente. ¿Por qué me preguntaba eso?
- Es una lástima-. Se encogió de hombros.- Me pareces una chica muy interesante.
- ¿Interesante?-. Me atragante con mi propia saliva.- Disimulas muy bien la borrachera-. Espeté.

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