La ceremonia, a la que han asistido la Reina Isabel II, el príncipe Carlos de Inglaterra y su mujer, la duquesa de Cornualles, entre otros miembros de la Familia Real británica, se ha caracterizado por su privacidad, algo que por razones obvias no sucedió con la de su primo, el príncipe Guillermo. Después de la celebración, la Reina ha ofrecido una recepción en su casa oficial de Edimburgo.
La fiesta pre-boda:
La noche anterior al enlace, Zara y Mike quisieron pasar su última noche como solteros rodeados de sus familiares y amigos. Todos los miembros de la realeza británica, entre los que se encontraban los duques de Cambridge y el príncipe Harry, quisieron acompañar a los novios en una fiesta que tuvo lugar en el yate real Britannia.
En esta ocasión, su aparición no fue motivo de susto, como ocurrió en la boda de los Duques de Cambridge. Eugenia y Beatriz han dado un giro total a su estilismo. Atrás quedaron ya los estampados cortineros y los cortes de abuelilla para adentrarse de lleno en tejidos y estilos dignos de unas jovencitas pudientes. Aunque sus cinturones dejaron entrever que aún les queda mucho por aprender, las hermanas demostraron que están tomando nota sobre las nuevas tendencias.
Optaron por el rojo y el morado, respectivamente. Una con corte más clásico y otra con una asimetría muy similar a la de Zara Phillips. Así aparecieron Eugenia y Beatriz en el yate junto a sus primos Guillermo y Enrique que, impecables, se decantaron por los tonos granates para sus corbatas sobre camisas blancas y trajes negros.
Junto a ellos el Príncipe Eduard y su esposa Sofía. Ella, muy elegante con un vestido nude, que combinó a la perfección con un bolso de mano, zapatos y chal.
Fuente: vanitatis.com
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