La Boda Real en Mónaco ha dejado bastante que desear en cuestión de estilo. Pocas mujeres han brillado por encima del resto. Pocos looks con un estilo tan elegante que nada más verlos convencen. Entre las mejores vestidas de la boda la Familia Real de Mónaco es la que triunfa.
La princesa Carolina de Hannover tenía que estar en la lista de las mejor vestidas. Por todos es conocido el estilo de la mujer con más clase en la actualidad del Principado. Junto al triunfo de la Casa Real triunfa Chanel, firma que escogieron varias de las protagonistas de esta lista, no sólo la princesa Carolina.
Entre estas protagonistas destaca la juventud de Pauline Ducruet, hija de Estefanía de Mónaco. Ambas entran en la lista de las mejor vestidas. La hija con un diseño de Chanel habitual en la firma francesa, de tweed.
Por su parte, la princesa Estefanía optó por un vestido con el que sigue demostrando su estilo distinto al resto. En un color tostado de tablas.
Antes de dejar de lado a la familia de Mónaco, nos quedamos con la novia de Pierre Casiraghi, Beatrice Borromeo, una joven aristócrata de apenas 25 años, que se dedica a ser modelo además de ser una cara popular en la televisión de Italia. Muy guapa con el vestido de encaje y el tocado. De las más acertadas de la ceremonia.
Cambio de tercio por completo y me quedo con el estilo de la emperatriz Farah. Un acertado conjunto de dos piezas con un vestido con falda evasé y una chaqueta muy elegante. Fantástico el corte de ambas prendas.
La sobrina de Armani, Roberta Armani, escogió una de las geométricas propuestas del diseñador italiano en un color tabaco y beige muy acertado, con uno de los tocados más visuales de la tarde.
El vestido que escogió la esposa de Roger Moore, Kristina. Un vestido en color nude, bordado y con gasa. Al igual que el sombrero. Elegancia para demostrar que bien se puede llevar la edad.
La princesa Victoria de Suecia es una de las habituales de este tipo de listas. Con un vestido hasta la rodilla, estampado floral con aplicaciones dando forma a una hierba en un suave aguamarina dejando el último toque para las mangas. Muy guapa.
Se echaba de menos el colorido. Algo que Máxima de Holanda decidió romper con su vestido. Tan sofisticada como siempre, eligió un vestido drapeado naranja, muy ajustado que marcaba su estupenda figura, con una enorme flor en su hombro derecho. Como complementos, ha optó por pamela, colocada ligeramente ladeada en tono beige, sandalias marrones a juego con los guantes y clutch dorado.
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