Eran las tres de la madrugada cuando Candela y sus amigos se fueron a dormir, no sin antes responder el mensaje de Sergio.
<< Siento no haberte respondido antes, estuvimos hasta tarde haciendo el tonto y lo acabo de ver. Estoy bien, ya necesitaba unas vacaciones, espero que tú también estés bien. Besitos.
Esa noche Candela soñó con Rafa.
- Lo estás haciendo muy bien cariño, estoy orgulloso de ti. Te quiero-. Dijo depositando un beso en su mejilla.
Candela se levanto esa mañana con una sonrisa en los labios y la sensación de que estaba yendo por el buen camino, estaba feliz y lo demostró preparando el desayuno de sus amigos, a los pocos minutos el olor a zumo, café y tostadas llegaba al piso de arriba.
- Mmmm… que bien huele-. La voz de Carlos a sus espaldas sobresalto a Candela y se giro para darle un beso.
- Valla, esperaba a todos menos a ti, mon couer marmota-. Rieron juntos.
- Es verdad, que rico huele Candela-. Julio se acerco por detrás, la abrazo y le dio un beso.- ¿A qué viene esto?-. La miro.
- Esta noche he soñado con Rafa-. Dijo cuando ya todos estaba abajo.
- ¿Si? No te he notado inquieta esta noche-. Comento Carolina, que como Julio y Carlos sabía lo que era que Candela se despertara gritando en medio de la noche.
- Ha sido un sueño diferente, plácido, agradable-. Sonreía mientras tomaba zumo.
- ¿Te decía algo?-. Pregunto Nacho con una tostada en la boca.
Mientras Candela contaba a los chicos lo que Rafa le había dicho en sueños, todos llegaban a la conclusión de que ella estaba volviendo a sus orígenes, en los que era una chica alegre, bromista, divertida e ingeniosa. Aunque su carácter alegre nunca la había abandonado, si había disminuido en intensidad y eso, cualquier persona que la había conocido antes y después de Rafa lo notaba. Por su parte Sergio empezaba a recuperar la sonrisa gracias a Candela y procuraba que su ex mujer no se la quitara.
- He hablado con la abogada de Clara-. Comento su abogado.- Quiere el coche.
- ¡¿EL COCHE?!-. Bramo Sergio.- Pero le deje la casa, no puse ni una pega en que se la quedara. A parte lo suyo fue casi abandono del hogar. ¿Por qué no se compra el coche ella? Gana mucho dinero en Madrid-. Escupió rápidamente.
Sergio no daba crédito a lo que decía su abogado, después de todo pensaba que había sido un divorcio ‘’amistoso’’. Él le había dejado la casa voluntariamente, ella la vendió y no reclamó ni su parte, él se había quedado con el coche, pues era suyo, porque lo había pagado.
- Claro-. Pensó Sergio. Al comprar el coche estando aún casados formaba parte de los bienes gananciales, que lista era.- Mierda.- Maldijo en voz alta.
- Podrías hablar con ella-. Sugirió el letrado.- Llegar a un acuerdo.
- No quiero verla, no ahora-. Dijo enfadado.
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