- Estoy deseando llegar a mi tierra-. Dijo una rubia de ojos azules.
- No me extraña Clara, aquí en Madrid hace mucho calor, las vacaciones te sentaran bien-. La rubia de ojos verdes que estaba a su lado la miro.
- Me encantaría invitarte Cristina, pero la casa de la playa es pequeña-. Se lamento Clara.- Acabo de hablar con mi hermano.
- ¿Qué se cuenta Diego?-. La madrileña sonrió.
- Dice que ha conocido a una chica-. Suspiro.- Veremo’ a ve’-. Dijo con un acento que delataba su procedencia andaluza.
La semana pasó ligero y el viernes llego, con un sol que brillaba en toda la provincia el tiempo indudablemente invitaba a piscina y playa, con esa idea en la cabeza Clara monto en un avión que la llevaría a su destino. Sergio por su parte preparaba la sorpresa para Candela, estaba deseando ver la reacción de la chica, aunque por otro lado tenía miedo de que fuera muy pronto, desechando esa idea de la cabeza se dirigió a su destino.
- Tienes loco a ese Diego-. Comento Carolina cuando volvían de la piscina esa tarde.
- No me hables de él, es más pesado que una mosca en una mierda-. Candela agito la mano.- No me quiero ni acordar del otro día que se encajo con nosotros en la playa.
- Sí, eso nos tuvo que oír-. Opino Julio.- No paraba de pedirte que quedarais, menudo fantasma-. Todos rieron.
- ¡CANDELA!-. Una voz a lo lejos hizo detener a los cinco amigos.
- ¿Sergio?-. Julio y Candela preguntaron al unísono mientras se giraban.
- ¿Quién es Sergio?-. Carlos y Nacho miraron a Carolina que tenía una sonrisa en los labios.- ¿Tu sabes algo Carol?-. Continúo hablando Nacho.
- Es la persona que nos está devolviendo a nuestra Candela-. Los miro enigmáticamente.
- Sergio-. Susurro Candela.- ¿Qué haces aquí?-. Miro el gran ramo de rosas que traía en sus manos.- ¿Co…?-. Sergio la silencio con un beso que dejo asombrado a todos y a la propia Candela.
- Son para ti-. Dijo al separarse de ella.- Son parte de mi sorpresa-. Sonrió ante la cara de la chica. Estaba muy guapa.
- ¿Co… ? ¿Cómo sabias donde estaba?-. Candela no salía de su asombro.
- Tengo espías-. Sergio rió y en ese preciso momento sonó el móvil de uno de los presentes.
- Las redes sociales-. Dijo de pronto Candela.- No se puede tener secreto con ellas-. Candela miro a Carol y recordó la foto que había subido desde su móvil el primer día, cuando llegaron. Sonrió y miro las flores.- Son preciosas, gracias.
- No se te escapa una-. Le dio un beso en la frente.- Gracias a ti.
- Ejem-. Carolina carraspeo sonoramente.- ¿No nos presentas Candela?-. Sonrió inocentemente.
Una vez hechas las presentaciones todos fueron a casa y después de ducharse y cenar, Candela se fue a pasear con Sergio por la urbanización.
- Me ha encantado conocer a tus amigos-. Comento Sergio.- Te quieren mucho.
- Es recíproco, son básicos en mi vida-. Candela sonrió.
- Yo también espero ser un básico en tu vida Candela-. La agarro la mano y la miro intensamente.
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