- La he diseñado yo-. Dijo Sergio orgulloso mientras abría la puerta de la casa y dejaba entrar a Candela.
- ¡Oh!-. Candela se quedo sin aliento nada más poner un pie dentro. Miraba a todos lados sorprendida, cada rincón que veía era más bonito que el anterior, y eso que todavía no tenía muebles.
Era una casa espectacular, en la planta de arriba había cuatro dormitorios y un baño. El dormitorio más grande, tenía su propio baño y un amplio balcón desde el que se veía todo el jardín. En la plata baja había un gran salón, una cocina enorme, un baño y otra habitación más. Aunque a Candela lo que más le gustaba era el gran ventanal que tenía el salón y que daba directamente al jardín y a la piscina.
- No me lo puedo creer-. Comento por fin Candela y se giro para mirar a Sergio.
- Sé que te encanta la piscina, era lo menos que podía hacer-. Sonrió.- ¿Estas contenta?
- Más que contenta, esto es demasiado-. Le dio un profundo beso.- Gracias mi amor.
Las siguientes semanas fueron una locura, la organización del viaje a Londres se quedaba corta. Por las mañanas Candela iba al instituto, por las tardes Sergio la recogía e iban a mirar las cosas para la casa y por las noches estudiaba. Los fines de semana los pasaba en la nueva casa, donde a veces dormían en un colchón en el suelo o estudiando, apenas veía a sus amigos, hasta que una semana que no tenía exámenes las xoxolove’S la obligaron a salir con ellas para celebrar que se iba a vivir con Sergio.
San Valentín llego y Candela le tenía preparada a Sergio una gran sorpresa, esa noche cenarían juntos en casa, con comida preparada en la nueva cocina, estaba muy ilusionada.
<< A las 22:00h te espero en casa, que bien suena. Te quiero.
>> Mejor sonara de tus labios, allí nos vemos. Te adoro.
- Bienvenido a casa mi amor-. Candela fue a recibir a Sergio cuando escucho la puerta y un sentimiento de felicidad embargó a ambos.
- Ha sido mejor de lo que esperaba-. Sergio sonrió y después de dejar el maletín en el suelo la beso largo rato.
- Feliz día mi amor-. Dijeron casi al unísono y después de una carcajada se miraron.- ¿Todo bien?-. Continúo Sergio.
- Genial-. Dijo Candela.- Pero estoy tan cansada, quiero terminar ya con algo, para centrarme un poco-. Suspiro, pero a la vez sonrió.
Candela había preparado un rincón de relax, como Sergio lo bautizó, donde después de cenar se sentaron a conversar. Estaban hablando de poner un despacho con biblioteca en la habitación de abajo, cuando el móvil de Sergio sonó.
- Me parece muy buena idea cariño-. Coincidió Sergio.- Llamaré mañana para que las estanterías sean de obra, así aguantan más-. Sacó el móvil.
>> Mira lo que hace tu novia cuando no está contigo.
- ¿Qué coño es esto Candela?-. Pregunto Sergio al ver la foto que acompañaba el mensaje.
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