La sala se lleno de fuertes aplausos y palabras de ánimo, Sergio giro la cabeza y vio a gran parte de la familia de Candela, a Carlos, Carolina y Felipe. Volvió a centrar su mirada en Candela, no había dejado de pensar ni un solo día en ella, la quería y estaba seguro de que ella también, pero ahí estaban de nuevo. El destino le estaba dando una oportunidad para cambiar las cosas. Maktub, pensó y siguió atento a la figura del escenario.
- La canción que voy a cantar ahora, se la quiero dedicar a mis padres, es una de sus favoritas-. Lanzo un beso con la mano a sus padres.- No sé porque te quiero, será que tengo alma de bolero. Tú siempre buscas lo que no tengo, te busco en todos y no te encuentro. Digo tu nombre cuando no debo…
- Es fabulosa ¿no te parece?-. Sandra miro a Sergio que estaba absorto con la chica del escenario.- Sergio ¿estas bien?-. Le toco el brazo.
- ¡Eh! Perdona-. Miro a Sandra.- ¿Qué decías?-. Bebió de su copa de vino para calmarse.
- La chica, la chica del escenario. ¿No te parece que canta muy bien?-. Sandra sonrió.
- Mucho-. Volvió a mirar al escenario, pero Candela ya no estaba.
Mientras cantaba a Candela no se le había pasado por alto la pareja de la segunda fila, era Sergio, Sergio con una chica. Sintió que el mundo se le venía encima, ella todavía pensaba en él, y pensaba que esto se arreglaría, solo hacía falta un poco de tiempo, pero para Sergio el tiempo era algo efímero. Decidiendo no pensar en el tema bajo a cenar con su familia, luego volvería a cantar.
- Qué bien lo has hecho mi vida-. Su padre la felicito mientras tomaba asiento.
- Gracias-. Sonrió colorada.
- Mirad que tonta-. Carlos llamo la atención de todos sobre Candela.- Ahí arriba no te ponías colorada-. Todos rieron y Candela le dio un puñetazo en el brazo y él la abrazo por los hombros.
Sergio escuchaba a Sandra a medias, toda su atención se centraba en Candela y en su alrededor, casi se levanta de la mesa y va hasta allí para darle un golpe a Carlos. Se maldijo a sí mismo, esos celos estúpidos lo habían llevado a la situación en la que estaba ahora, es decir, sin Candela. Volvió a centrar su atención en Sandra era una chica bastante lista y tenía olfato para los negocios. Minutos después fue al baño y cuando volvió Candela estaba otra vez subida en el escenario.
- Perdón, perdón, perdón, perdón-. Cantaba Candela.- Mira si soy idiota, mira si soy idiota. Que contra más palabras mala, más se me antoja tu boca-. Su mirada se cruzo con la de Sergio, y la frase le hizo perder la cabeza.
- Había pensado en poner…-. Sandra siguió hablando con Sergio, mientras este se sentaba.
Después de cantar un par de canciones más, la noche de Candela termino y con el vestido que había llevado esa noche en el brazo, una caja con los zapatos y demás cosas, Candela se disponía a salir del restaurante.
- Buenas noches a todos-. Se despidió de sus compañeros y salió.
- Candela-. La chica giro y se encontró con dos grandes ojos negros.
- Sergio-. Murmuro Candela y lo miro fijamente.
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