Año: 1963
Director: Joseph L. Mankiewicz, Rouben Mamoulian y Darryl F. Zanuck.
Productor: Walter Wanger
Reparto: Elizabeth Taylor, Richard Burton, Rex Harrison, Carroll O'Connor, Roddy McDowall, Martin Landau y Hume Cronyn, entre otros.
Argumento: El victorioso Julio César (Rex Harrison) se ve obligado a viajar a Egipto con el fin de evitar la guerra civil provocada por la falta de orden entre Cleopatra VII (Elizabeth Taylor) y su hermano, ambos monarcas del Imperio egipcio. Muy pronto César se quedará asombrado por la ferocidad y belleza de la joven, haciéndola reina indiscutible de Egipto y (tras el nacimiento de su hijo Cesarión) su esposa legítima. Sus planes se verán truncado con su propio asesinato, su amigo Marco Antonio (Richard Burton) venga su muerte y esto lo lleva ante Cleopatra, de la cual se sienta atraído desde hacía tiempo, ambos de dejan llevar por la pasión, pero un nuevo cambio llega a la vida de Cleopatra y Marco Antonio tiene que volver a Roma, donde se casará con otra mujer, Cleopatra al enterarse se siente traicionada y cuando Marco Antonio necesita de su ayuda esa se la niega presa de la rabia, finalmente se la concede y deciden empezar de nuevo. Finalmente Marco Antonio muere y Cleopatra por miedo a las represalias de los romanos decide envenenarse a ella misma y sus esclavas con una serpiente.
Adoro a Cleopatra y toda su historia, su gran amor por Marco Antonio, su propio suicidio por amor, todo en ella me parece fascinante. Esta película con la gran y ya fallecida Elizabeth Taylor y Richard Burton es una SUPERPRODUCCIÓN en mayúsculas, un poco larga para verla toda seguida y con un Julio César un tanto mayor, pero fantástica. Los vestuarios son geniales y los escenarios lo mejor, la parte que más me gusta es cuando Cleopatra está en la bañera con el barquito.
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