- ¡Candela!-. La voz de Julio la volvió al presente disipando todos sus pensamientos.- ¿Llevas mucho esperando?
- No, tranquilo-. Le dio un beso.- ¿Entramos?
- Si, ¿qué peli te apetece ver?-. Pregunto Julio mientras entraban.
En aquel preciso momento Sergio llegaba a casa, después de quedarse un rato más en el pub.- ¿Qué mosca le había picado a Candela? Estaba rara-. Pensó cuando ella salió con tanta urgencia.- ¿Le habría sucedido algo?-. Pago y se marcho.
- Ha llamado Clara-. Le informo su padre.
- ¿Qué quería?-. Sergio llevaba varios meses sin hablar con su ex mujer y la noticia lo pillo por sorpresa.
- Quiere hablar contigo algo del divorcio-. Dijo Pedro.
Sergio resopló y murmuro un improperio, llamo a su abogado y le digo que se comunicara con la abogada de Clara, directamente con ella no hablaría.- Que ciego había estado, Señor-. Sergio empezó a recordar…
Empezó su relación con Clara, una rubia de ojos azules en el año 2004, era muy atractiva y le gustaba todo de ella, hasta cuando le hacía desplantes, en 2006 se fueron a vivir juntos, pensando que las cosas cambiarían, que necesitaban más compromiso y a ojos de todos las cosas iban bien, nadie veía las salidas de tono de Clara, las escusas baratas… En 2009 Sergio aún pensando que el motivo de su crisis de pareja era que seguía faltando compromiso, entonces decidieron casarse. Desde entonces y hasta ahora seguía sin hallar respuesta a su pregunta. ¿Por qué había estado tan ciego? Clara era superficial, manipuladora, arrogante y egoísta, en cinco años de relación él no se había dado cuenta de nada, normal que solo duraran casados unos años.
La gota que colmó el vaso de la relación entre Sergio y Clara fue en Navidades de 2011, cuando ella le dijo que se iba a trabajar a Madrid en Enero, sin hablar con él, sin buscar una solución juntos. Cuando se quiso dar cuenta, Clara ya se había informado de todo lo referente al divorcio y todo lo que tenía que hacer. Se quedo con la casa, él de todas formas no la quería para nada, los recuerdos que tenía allí eran desagradables, muy pocos eran bonitos.
Tres meses después Clara volvía a Madrid, esta vez volaba libre y unos meses después, Sergio se tiraba a Paloma con la misma libertad. Pero ahora las cosas habían cambiado, en su vida no tenía tiempo ni para su ex mujer, ni para Paloma, que no sabía ni como clasificarla. Ahora su objetivo estaba centrado en Candela y no por el mero hecho de utilizarla para desquitarse porque fuera una jovencita, sentía algo por ella, un instinto de protección, quería mimarla, besarla, adorarla.
Cerró los ojos y se imagino los suaves labios de Candela acercándose a los suyos.- Sí, no se iba a dar por vencido. Tenía que probar los labios de Candela a conciencia-. Pensó con una sonrisa.
- ¿Estás bien, cielo?-. Lydia se acerco a su hija, acababa de llegar del cine con Julio y se había metido en su habitación rápidamente.
- Bueno…-. El suspiro que lanzó le confirmo que había estado pensando en Rafa.
- Mi niña-. La abrazó ante las incipientes lágrimas de Candela.- Has sido muy fuerte hasta ahora cariño, seguro que Rafa está muy orgulloso de ti y de todo lo que estas logrando-. Le acaricio el pelo.
- Pero mamá ¿por qué tuvo que pasarle a él?-. Sollozo más fuerte.- Era tan joven, tenía la vida por delante y teníamos tantos planes, tantos sueños-. Murmuro.
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