Tres años atrás (San Valentín 2010)
Después de una celebración de San Valentín muy romántica y sexualmente perfecta Rafa y Candela hablaban de miles de planes en la cama de la habitación de un hotel rural en el pueblo de Candela. A ella le encantaba ir y su regalo de ese año había sido un fin de semana para ellos.
- ¿Estás bien?-. Siempre que terminaban Rafa le preguntaba si estaba bien a lo que una sonrojada Candela siempre asentía. Aunque no era la primera vez que hacían el amor, ella siempre se sonrojaba cuando le hacia la pregunta y él disfrutaba como un niño cuando la veía.- Te quiero, nunca me cansaré de decírtelo-. Le dio un beso en la sien.- Eres perfecta-. Sonrió recordando cómo se habían adaptado sus cuerpos minutos antes.
Rafa solo había tenido una relación anterior a Candela, pero cuando su hermana Carmen la llevo a comer a casa la primera vez cuando eran pequeñas, Candela le llamo la atención desde el minuto uno. Era un encanto de niña, siempre con mil ideas en la cabeza, con sueños que quería cumplir. Pero a medida que su hermana crecía, Candela también lo hacía, ya hacía un año que lo había dejado con su anterior novia, y ahora eran amigos, cuando vio a Candela ese verano de 2006 en su casa no era la niña que él conocía, si no una mujer, una mujer preciosa, inteligente, divertida y madura, ya no hubo vuelta atrás, Rafa sabía perfectamente que pasaría la vida con ella, le hacía sentir único y mejor persona.
Cuando le detectaron el tumor lo primero que pensó fue en dejarla, no iba a permitir que Candela sacrificara sus días metida en un hospital, si salía de esa él la buscaría, pero si no, quería que encontrara a otra persona con la que rehacer su vida. En cambio Candela lo sorprendió como tantas otras veces, su reacción ante la enfermedad fue la de una persona adulta, con años de experiencia, pero iba a cumplir los 18 años en noviembre, sabía que la madurez no se adquiere a los 18 y Candela ya era una chica madura cuando él la conoció. Entonces supo que aunque la dejara Candela estaría a su lado siempre y nunca, nunca lo dejaría solo.
Actualidad (mediados Julio 2013)
Una tarde Candela volvía de dar un paseo con su abuela cuando se encontró con Sergio.
- Candela, llevo días sin verte. ¿Cómo estás?-. sonreía.- He querido hablar contigo desde que saliste corriendo el otro día.
- Perdóname Sergio, es largo de contar. Estoy bien, gracias-. Candela lo miro.
- No pasa nada, pero me encantaría que me lo contaras-. Dijo Sergio cogiéndole la mano para transmitirle confianza.- ¿Quieres que quedemos esta noche?-.Candela tardo más de lo normal en responder.- Decídete mujer, si no vamos a salir para desayunar-. Candela se empezó a reír ante la ocurrencia.
- Esta bien, te espero aquí en una hora-. Dijo Candela mientras Sergio se llevaba la mano de la muchacha a los labios y le daba un beso antes de soltarla.
Una hora después Candela bajaba…
- Adelantándome a tu pregunta, no, acabo de bajar-. Empezaron a reír.
- Soy muy predecible ¿verdad?-. Se sonrojo.
- Para nada, no fuiste predecible cuando te fuiste del pub-. Sergio la miro admirando su belleza.
- No me esperaba tus palabras-. Declaro Candela.- Me afectaron-. Sonrió.
- Pero vamos, por favor-. Abrió la puerta y la dejo salir.- Hablemos en otro sitio.
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