- ¿Qué me dices Candela?-. Insistía Sergio con una sonrisa.
- Si, acepto la invitación-. Rió Candela.
- Abajo en media hora-. Sergio le dio un beso en la mejilla y bajo las escaleras.
- Julio, he quedado. Dile a mamá que no vengo a comer-. Le dio un beso a su hermano y salió de casa.
- Pásalo bien-. Escucho que decía Julio antes de cerrar la puerta.
Diez minutos después Candela estaba aburrida de esperar y Sergio no venía.
- ¿Llevas mucho esperando?-. La voz de Sergio la sorprendió.
- Te diría que no, pero sí, llevo esperando unos diez minutos-. Candela sonrió.
- Lo siento, he recibido una llamada de Clara-. Al ver la cara de no entender de Candela, prosiguió-. Mi ex mujer, bueno he hablado con su abogada, no quiero hacerlo con ella. Pretende cambiar ahora unas condiciones del divorcio-. Le conto Sergio mientras subían al coche.- Estas muy guapa-. Le cogió la mano y le dio un beso. Llevaba un camiseta blanco y una falda de rayas blancas y azul, un conjunto muy marinero, ¿se olería la sorpresa?
- Gracias-. Se sonrojo.- Bueno ¿dónde vamos?
- Es la tercera sorpresa del día. La primera fue el ramo, la segunda mi invitación y la tercera… hoy el día tendrá algunas-. Prometió Sergio.
A Candela le gustaban las sorpresas, Rafa siempre la sorprendía.- Venga Candela, Rafa apoya lo que está pasando. No pienses que estás haciendo nada malo-. Candela se reprendió a sí misma.- Me gustan mucho las sorpresas-. Comento.
- Me alegra escuchar eso-. Dijo Sergio con tono misterioso, estaba feliz. La única vez que sorprendió a Clara le salía el tiro por la culata y ella le dijo que nunca la volviera a sorprender, porque no le gustaba. Un rato después aparcaba delante de la playa.- Tercera sorpresa-. Comento Sergio.
- Valla, verdaderamente me has sorprendido-. Dijo Candela al bajarse del coche.
- Vamos a pasear-. Le agarro la mano y empezar a caminar, aparentemente sin rumbo fijo.
Unos minutos después andaban por una céntrica calle del pueblecito costero.
- Hacía tiempo que no estaba tan bien con una mujer, es decir, sin sexo de por medio-. Sergio se sincero con Candela en una terraza mientras tomaban algo. Quería que ella supiera que no buscaba un revolcón, buscaba su cariño, su amor.- El matrimonio con Clara no fue lo que yo esperaba, en realidad nada fue como yo esperaba. Cuando nos divorciamos conocí a una chica y estuve con ella un par de veces, mucho antes de irme a vivir con mi padre-. Dejo claro ese dato, no quería confusiones.- No hubo nadie más hasta que me encontré contigo aquella tarde que salías con tu hermano-. Vio la reacción de sorpresa de Candela.- Desde entonces no has salido de mi cabeza Candela-. La miro intensamente.
- Mereces una explicación por lo del otro día…-. Empezó Candela.
- Hola Sergio, no esperaba encontrarte aquí-. Una pelirroja de ojos grises interrumpió la conversación.
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