Reino Unido se vuelve a engalanar para acoger la que es su segunda Boda Real del año. Si a finales del pasado mes de abril eran Guillermo de Inglaterra y Kate Middleton los que se daban el sí quiero, en esta ocasión le ha tocado el turno a otro nieto de la reina Isabel II: Zara Philips, que este sábado ha contraído matrimonio con el jugador de rugby Mike Tindall, y lo han hecho en la iglesia de Canongate Kirk, en Edimburgo, tras siete años de relación.
La de Zara Philips es la segunda boda escocesa de los Windsor desde hace 20 años. Precisamente fue la madre de la novia, la princesa Ana, la que protagonizó el anterior enlace escocés.La ceremonia, a la que han asistido la Reina Isabel II, el príncipe Carlos de Inglaterra y su mujer, la duquesa de Cornualles, entre otros miembros de la Familia Real británica, se ha caracterizado por su privacidad, algo que por razones obvias no sucedió con la de su primo, el príncipe Guillermo. Después de la celebración, la Reina ha ofrecido una recepción en su casa oficial de Edimburgo.
La fiesta pre-boda:
La noche anterior al enlace, Zara y Mike quisieron pasar su última noche como solteros rodeados de sus familiares y amigos. Todos los miembros de la realeza británica, entre los que se encontraban los duques de Cambridge y el príncipe Harry, quisieron acompañar a los novios en una fiesta que tuvo lugar en el yate real Britannia.
La nieta de la reina Isabel de Inglaterra eligió un vestido asimétrico blanco por encima de la rodilla con un estampado lineal en tonos azules, que combinó con un zapato de salón crema y un recogido en el pelo que dejaba al descubierto todo su rostro. El jugador de rugby, por su parte, se decantó por un traje de chaqueta marino con camisa blanca y corbata del mismo tono.
Entre los invitados destacaron las feminas de la Casa Real británica. Como en todas sus apariciones, la Princesa Kate demostró que su belleza eclipsa, aunque esta vez no fue la protagonista absoluta. Primero porque su vestido verde por la rodilla, con manga francesa y cinturón del mismo tejido, ya lo lució durante su viaje a Los Ángeles y, además, porque las Princesas Beatriz y Eugenia acapararon todos los flashes.En esta ocasión, su aparición no fue motivo de susto, como ocurrió en la boda de los Duques de Cambridge. Eugenia y Beatriz han dado un giro total a su estilismo. Atrás quedaron ya los estampados cortineros y los cortes de abuelilla para adentrarse de lleno en tejidos y estilos dignos de unas jovencitas pudientes. Aunque sus cinturones dejaron entrever que aún les queda mucho por aprender, las hermanas demostraron que están tomando nota sobre las nuevas tendencias.
Optaron por el rojo y el morado, respectivamente. Una con corte más clásico y otra con una asimetría muy similar a la de Zara Phillips. Así aparecieron Eugenia y Beatriz en el yate junto a sus primos Guillermo y Enrique que, impecables, se decantaron por los tonos granates para sus corbatas sobre camisas blancas y trajes negros.
Junto a ellos el Príncipe Eduard y su esposa Sofía. Ella, muy elegante con un vestido nude, que combinó a la perfección con un bolso de mano, zapatos y chal.
Fuente: vanitatis.com