23 de septiembre de 2013

Libro: Háblame de amor...

Pin, cuyo nombre real es Morgana, se ha criado en las calles más miserables de Londres junto con sus hermanos, ladrones como ella, bajo la apariencia de un muchacho. Pero el de ladrón es un oficio peligroso, y Morgana es atrapada por una de sus victimas, un viril, atractivo y riquísimo norteamericano llamado Royce Manchester, que pronto descubrirá que el pequeño ratero es, en realidad una mujer de deslumbrante belleza. Una mujer nada pobre, por cierto, pues se trata de la victima inocente de un complot para arrebatarle su legítima herencia, como hija que es del conde de St. Audries.

Royce, intrigado y enamorado de la belleza y la salvaje inocencia de Morgana, tratará de resolver el enigma, pero deberá vencer la resistencia de la joven, cuya desconfianza libra una sorda batalla contra la atracción que ejerce sobre ella su protector.

En el resplandeciente mundo de dinero y privilegios de Royce Manchester, la joven Morgana descubrirá finalmente el secreto de su verdadera identidad. Y los terribles peligros que la acechan no hacen más que alimentar las llamas de un amor que no conoce límites.


Este es un libro de intrigas puro y duro, me gusta que hagan mezclas locas y que todo al final, se una en un personaje. Es muy entretenido, porque vas leyendo la historia según la viven diversos personajes. Con este libro me he llevado mucho tiempo, y es que me dio un flum! muy malo y deje de leerlo, no por que no me gustara sino, porque quería hacer otras cosas y me ha dado mucha rabia no acabarlo antes, me paso con el anterior que lo deje por la mitad y en dos días lo acabé, pues más o menos igual.

Hasta la próxima...!*

18 de septiembre de 2013

Capítulo Final...

22 de Noviembre…

Habían pasado ocho meses desde que Sergio le había pedido matrimonio a Candela, ella había aceptado y los meses siguientes fueron la aventura más emocionante de sus vidas. Organizaron juntos todos los preparativos, flores, detalles, fecha, iglesia y un largo etc.

La ceremonia había sido preciosa, Candela estaba hermosa con un vestido de escote barco y unas finísimas mangas de encaje. Llevaba su largo pelo recogido en dos trenzas cruzadas detrás, que le daban un toque griego irresistible.

Lo tenía todo para tener suerte en su matrimonio, algo nuevo, el vestido. Prestado los pendientes de esmeraldas que su padre le regalo a su madre, y que casaban perfectamente con los ojos de Candela, que estuvieron verdes de emoción todo el día. Lo antiguo fue la mantilla que su abuela uso de velo en su boda, y que ella misma iba a usar, y el azul, el ligero que llevaba. Candela reía como una loca cuando Sergio se la quito con la boca y la lanzo a las invitadas. Después la beso en los labios y sonrió con la calidez de Candela.

Estaba siendo el mejor día de su vida, pensó Sergio. Aunque echando la vista atrás, cada día que había pasado con Candela había sido feliz. A su cabeza llegaron las imágenes del día que terminaron de amueblar la casa, lo duro que había sido que Juan volviera a confiar en él y la felicidad general cuando todos se enteraron de la futura boda.

No falto nadie, todos querían celebrar con Sergio y Candela ese día, los padres de ambos, Nacho, Carolina que fue dama de honor, Carlos que fue testigo junto con Felipe y Julio, los padres de Rafa, Roberto el mejor amigo de Sergio y mucho más. Paseando la vista por las mesas de invitados y encontrar a la familia de Rafa, Candela recordó la jugada de Carmen.

- Diego-. Dijo Sergio, después de contarle a su ex cuñado el asunto de las fotos.- ¿Ha tenido algo que ver Clara?
- Pues si Sergio, yo no quise participar-. Reconoció Diego.- Porque aunque Candela me resulto atractiva desde el principio, en el momento que vi que tú eras su pareja, decidí pasar-. Era sincero.- Cuñado, nunca he visto que te brillaran tanto los ojos, ni con mi hermana.
- ¿Pero de que conocéis a Carmen?-. Pregunto Candela.
- De nada, de casualidad Clara estaba hablando de ti y ella empezó a preguntar y al final dijeron no se que de un plan, pero no lo tenían claro-. Comento Diego.- Por eso te mande el mensaje Sergio, para que creyeras a Candela, porque ellas tramaban algo en vuestra contra.

Después del incidente, Candela fue a hablar con los padres de Rafa y ellos decidieron internar a Carmen en un centro psicológico por unos meses.


Todo había salido perfecto y ahora en un avión camino de Egipto, Sergio admiraba la belleza de su esposa sonriendo para sí.

- ¿Feliz?-. Candela lo miro.
- Mucho-. Sonrió.- ¿Qué sientes al ser oficialmente mi mujer?-. Recalco “mi mujer”, le acaricio la mejilla.
- Vértigo, mucho. Tengo miedo-. Candela sonrió, los ojos le brillaban, era feliz. Completamente.
- No tienes que preocuparte, esto estaba escrito-. Le dio un beso en la sien.
- Lo que me hace recordar-. Candela subió la manga de su camiseta y giro la muñeca.
- ¡Mi amor!-. Exclamo Sergio al ver el tatuaje de Candela, en él ponía Maktub♥.- ¿Cuándo te lo has hecho? No me he dado cuenta.
- Ya tiene una semana, pero lo he tapado con las mangas largas-. Sonrió inocente.- Aproveche estas semanas que he estado en casa de mis padres, aunque lo lleve yo, es tu regalo de bodas-. Sergio acaricio cada letra y lo beso, para a continuación besar los labios de Candela.


Sergio admiro el tatuaje largo rato, sonrió. Él resumía su historia, una historia que llevaba mucho tiempo escrita y ahora empezaba a cumplirse. FIN ♥

Capítulo 62...

- Es una futura clienta-. Dijo Sergio después de una carcajada.
- Era muy guapa-. Sonrió Candela.
- No más que tú-. Le dio un beso en la frente.- Ahora dime el número es de Carmen ¿la hermana de Rafa?
- Si, recuerdas que ella estaba muy enfadada el día del cementerio y…-. Dijo Candela.
- Pero ¿Cómo tiene mi móvil?-. Sergio se toco la cabeza pensando.
- Clara-. Lo dijo en un susurro, pero Sergio la escucho y la miro, asintió.- Recuerdas que el verano pasado te quedaste en casa de mi tío ¿verdad? -. Sergio asintió.- Pues antes de venirnos todos, una tarde me encontré con Clara, ella me dijo que no iba a olvidar su nombre.
- Ahora que lo pienso, unas semanas después Diego, su hermano me mando un mensaje, que confiará en ti, algo así-. Declaró Sergio.
- ¿Pero de que se conocen ellos tres?-. Candela seguía buscando una explicación.
- Hablaré con Diego, me contará todo seguro. Te quiero-. Sergio le acaricio el pelo.
- Yo también te quiero-. Candela sonrió.

Después lo abrazo por el cuello y se besaron con urgencia, el beso fue subiendo de tono, haciéndose más intenso, más carnal. Sergio bajo a su cuello para poder respirar y cuando iba a llegar al hombro de Candela, esta se encogió.

- Lo siento tanto-. Dijo mientras bajaba un poco la camiseta, para descubrir la marca difuminada de sus propios dientes. Miro a Candela, lo estaba mirando fijamente. Deposito un ligero beso.- Lo que te hice me ha dolido más a mí, que a ti. ¿Vamos a casa?-. Sergio se levanto y tiro de Candela para levantarla.


Una vez pasada la puerta de casa el beso que habían compartido en el banco se quedo corto, y derribando todas las barreras hicieron el amor. Fue mejor de lo que él recordaba, Candela mirándolo fijamente, devolviéndole sus caricias, besos y haciéndolo el hombre más feliz. La quería, la amaba y esas semanas sin ella fueron un tormento. Ahora que la volvía a tener entre sus brazos no la iba a dejar escapar, quería adorarla, protegerla. Se juro que nunca, nunca volvería a dudar de ella.

- No quiero separarme de ti nunca más-. Dijo Sergio con vehemencia.
- Ni yo-. Candela lo miro.- Te he llamado muchas veces, ¿por qué no me lo has cogido?
- Ha sido duro, en este tiempo he bebido más que en todos los días de mi vida-. Sergio la miro.- Yo también te he llamado, quería hablar contigo desde ese día.
- He tenido el móvil apagado mucho tiempo, me daba coraje que no me lo cogieras-. Candela se sonrojo.- Perdóname-. Sonrieron.

Cuando sus cuerpos agotados se relajaban y recibían caricias uno del otro, Sergio miro a Candela con intensidad, en su lengua quemaba una frase.

- Candela-. Ella lo miro.- Cásate conmigo-. Abrió los ojos como platos.
- Déjate de bromas-. Candela rió.
- Nunca he hablado más en serio-. Sonrió.- Y tampoco he estado tan seguro de nada.
- Entonces sí, Maktub mi amor-. Rieron juntos.
- Estaba escrito-. Se besaron.

16 de septiembre de 2013

Capítulo 61...

Era él, era Sergio. El corazón de Candela dio un vuelco en cuanto él pronuncio su nombre, lo quería, no tenía duda de ello, pero él…

- Candela-. Volvió a repetir su nombre, como si rezara.- ¿Podemos hablar?

- ¡Candela! ¡Estoy aquí!-. Una voz masculina interrumpió a Candela en el momento de hablar y se acerco a ellos.- ¡Sergio! Cuanto tiempo-. Carlos lo saludo con un apretón de manos.
- ¿Qué haces aquí Carlos?-. Candela lo miro interrogante.
- Tus padres me han pedido que te acerque a casa, ellos van llenos-. Aclaro Carlos con una sonrisa.
- ¡Eh! No te preocupes Carlos, yo la llevo a casa-. Miro a Candela, Carlos también la miro y ella asintió.
- Buenas noches Carlos. Gracias-. Candela se acerco a Carlos y le dio un beso de despedida.
- Nos vemos mañana petit. Hasta otra Sergio-. Camino. Hasta que desapareció de la vista de Candela y Sergio.
- Vamos a sentarnos-. Dijo Sergio señalando un banco.

- Te he echado de menos-. Dijeron al unísono y sonrieron.- Quería pedirte perdón Candela-. Siguió Sergio.- He sido un estúpido, un celoso y no he confiado en ti-. Agacho la cabeza.
- Eso es lo que más me duele-. Candela lo miro y le agarro la barbilla para obligarlo a mirarla.- Nunca te he dado motivos para desconfiar, pero bueno, lo pasado, pasado-. Candela suspiro con una sonrisa.
- Pienso que alguien ha querido romper nuestra relación-. Evaluó su reacción.- Me mandaron fotos tuyas con Rafa.
- Al final me has creído-. Candela no dejaba de mirarlo.
- Si, después de que mmm…-. A Sergio se le secó la boca, le fallaron las palabras.- Te tratara mal, por decirlo suavemente. Después de eso, me llego una foto más.
- ¿Qué te hizo creer en esa foto?-. Los ojos de Candela se ponían verdes.
- Vi el tatuaje de Rafa, esa era la única foto en que se veía. Entonces te creí-. Le acaricio la mejilla.- Y todo este tiempo me he maldecido mil veces por no creerte desde el principio. Lo siento-. Le cogió la mano y le dio un beso en los dedos.- Mira-. Le paso el móvil.- ¿Conoces el número?-. Candela lo cogió.
- Claro que lo conozco, es de Carmen-. Abrió los ojos desmesuradamente.- No lo puedo creer.


- Me creerías si te dijera que no puedo estar sin ti, otro día más-. Sergio sonrió y le acaricio la mano.- Que lo primero que he pensado cuando te he visto esta noche ha sido Maktub-. La miro.- Que el destino me estaba dando otra oportunidad. Me creerías si te dijera que te adoro, te quiero y que nunca voy a desconfiar de ti.
- Te creo-. Dijo Candela con fe y se acerco a él para besarlo.

Llevaba semanas soñando con ese momento, el momento en que Sergio le pidiera perdón y le volviera a decir que la quería. El beso que le dio volvió a sellar la unión que habían compartido, aunque un momento…

- ¿Quién era la morena que te acompañaba?-. Candela lanzo una carcajada.

Capítulo 60...

La sala se lleno de fuertes aplausos y palabras de ánimo, Sergio giro la cabeza y vio a gran parte de la familia de Candela, a Carlos, Carolina y Felipe. Volvió a centrar su mirada en Candela, no había dejado de pensar ni un solo día en ella, la quería y estaba seguro de que ella también, pero ahí estaban de nuevo. El destino le estaba dando una oportunidad para cambiar las cosas. Maktub, pensó y siguió atento a la figura del escenario.

- La canción que voy a cantar ahora, se la quiero dedicar a mis padres, es una de sus favoritas-. Lanzo un beso con la mano a sus padres.- No sé porque te quiero, será que tengo alma de bolero. Tú siempre buscas lo que no tengo, te busco en todos y no te encuentro. Digo tu nombre cuando no debo…


- Es fabulosa ¿no te parece?-. Sandra miro a Sergio que estaba absorto con la chica del escenario.- Sergio ¿estas bien?-. Le toco el brazo.
- ¡Eh! Perdona-. Miro a Sandra.- ¿Qué decías?-. Bebió de su copa de vino para calmarse.
- La chica, la chica del escenario. ¿No te parece que canta muy bien?-. Sandra sonrió.
- Mucho-. Volvió a mirar al escenario, pero Candela ya no estaba.

Mientras cantaba a Candela no se le había pasado por alto la pareja de la segunda fila, era Sergio, Sergio con una chica. Sintió que el mundo se le venía encima, ella todavía pensaba en él, y pensaba que esto se arreglaría, solo hacía falta un poco de tiempo, pero para Sergio el tiempo era algo efímero. Decidiendo no pensar en el tema bajo a cenar con su familia, luego volvería a cantar.

- Qué bien lo has hecho mi vida-. Su padre la felicito mientras tomaba asiento.
- Gracias-. Sonrió colorada.
- Mirad que tonta-. Carlos llamo la atención de todos sobre Candela.- Ahí arriba no te ponías colorada-. Todos rieron y Candela le dio un puñetazo en el brazo y él la abrazo por los hombros.

Sergio escuchaba a Sandra a medias, toda su atención se centraba en Candela y en su alrededor, casi se levanta de la mesa y va hasta allí para darle un golpe a Carlos. Se maldijo a sí mismo, esos celos estúpidos lo habían llevado a la situación en la que estaba ahora, es decir, sin Candela. Volvió a centrar su atención en Sandra era una chica bastante lista y tenía olfato para los negocios. Minutos después fue al baño y cuando volvió Candela estaba otra vez subida en el escenario.


- Perdón, perdón, perdón, perdón-. Cantaba Candela.- Mira si soy idiota, mira si soy idiota. Que contra más palabras mala, más se me antoja tu boca-. Su mirada se cruzo con la de Sergio, y la frase le hizo perder la cabeza.

- Había pensado en poner…-. Sandra siguió hablando con Sergio, mientras este se sentaba.

Después de cantar un par de canciones más, la noche de Candela termino y con el vestido que había llevado esa noche en el brazo, una caja con los zapatos y demás cosas, Candela se disponía a salir del restaurante.

- Buenas noches a todos-. Se despidió de sus compañeros y salió.

- Candela-. La chica giro y se encontró con dos grandes ojos negros.
- Sergio-. Murmuro Candela y lo miro fijamente.

15 de septiembre de 2013

Capítulo 59...

Los días empezaron a pasar, Candela se centro en sus estudios, ahora tenía muchos exámenes y pronto la Selectividad. Estaba dispuesta a aprobar todo con la mejor nota. Con el correr de los días también afronto un nuevo proyecto, su primer trabajo. Quería agotarse lo más posible, pues para ella la llegada de la noche no significaba descanso.

Sergio también se volcaba en el trabajo y de vez en cuando en la bebida, llamo a Candela en varias ocasiones, pero ella no se lo cogía y cuando ella le devolvía la llamada él estaba demasiado desanimado, cansado o bebido para responder.

Candela estaba dolida, Sergio le había jurado amor y ella lo creía pero, si no confiaba en ella ¿lo podría querer igual? Pues claro que lo quería igual, no dejaba de pensar en él y de recordar el tiempo que habían pasado juntos, estaba segura de que él también lo estaba pasando mal, pero quería pensar.

Las semanas pasaban y con la llegada de Marzo, llego la primavera… Era su primer día de trabajo y estaba un poco nerviosa, iba a trabajar de cantante en un bar nuevo de la ciudad. Allí se ofrecían cenas con espectáculos variados. Había desde bailarines a una orquesta. La noche de su debut invito a sus familiares y amigos.

- Buenas noches y bienvenidos a Azabache Night-. Dijo sobre el escenario el director.- Le damos las gracias por acompañarnos en nuestra primera noche. Esperamos que la comida y el espectáculo sean de su agrado, contamos con unos artistas fantásticos. No son conocidos, pero queremos que se den a conocer. Gracias y disfruten de la velada-. El público aplaudió mientras el director se bajaba.


- Buenas noches, mi nombre es Candela-. Candela apareció en el escenario.- Vamos a ir poniéndonos a tono con una canción que a mí me gusta mucho, es de un grupo de la tierra-. Candela sonrió al público.- Siento que ya llega la hora que dentro de un momento te alejaras al fin, quiero que tus ojos me miren y que siempre recuerdes el amor que te di.


Justo en el momento que Candela terminaba su primera canción y se retiraba para dejar paso a sus compañeros, Sergio entraba en el restaurante en compañía de una chica de pelo negro, estaba allí por ella, porque de ella dependía firmar un importante contrato para la empresa de su padre. Sergio deseaba estar en otro sitio y con la compañía de un buen whisky, pero su padre prácticamente lo había obligado y allí estaba, también hubiera preferido que la reunión fuera en su despacho y no en un restaurante, pero según su padre no podía negarle nada a Sandra.

- Valla, han dejado genial este sitio ¿verdad?-. Dijo Sandra sentándose.
- Sí, bueno Sandra ¿hablamos de negocios?-. Pregunto Sergio.
- Relájate un poco hombre, vamos a disfrutar un poco-. Sonrió mientras miraba el escenario, donde había varios bailarines de flamenco. Después de varios minutos aplaudió entusiasmada.



- Buenas noches de nuevo-. La voz de Candela llego a los oídos de Sergio y este miro obsesivamente al escenario.

Allí estaba Candela, enfundada en un vestido largo de color verde, el mismo tono de verde que tenían sus ojos cuando se humedecían. Llevaba el pelo suelto, rizado, como era habitual en ella. Estaba espectacular y centro su atención en los labios rojos. Daría media vida por volverlos a besar.

13 de septiembre de 2013

Capítulo 58...

- Candela-. Sergio se acerco a ella.
- No por favor-. Candela se movió un poco para huir de él.
- No voy a hacerte daño-. Sergio la miro y viendo la marca en su hombro se maldijo.
- Lo siento Sergio-. Candela se levanto temblando.- Adiós.

Rápidamente Candela cogió su bolso y salió de casa, una vez fuera llamo a un taxi e intento arreglarse un poco la ropa y el aspecto en general. Sergio se quedo paralizado, Candela se había ido y todo por no haberla dejado hablar, explicarse, por atacarla, por no haber confiado en ella. A los minutos salió detrás de ella, pero ya no estaba, la noche le cayó encima. Oscura, solitaria, un frío intenso le recorrió la columna y entro en casa. Los recuerdos se cernieron sobre en él cuando cerró la puerta.

- ¿Candela?-. Su madre pregunto cuando escucho la puerta.- ¿Qué haces aquí?
- Mañana hablamos mamá-. Le dio un beso y se fue a su habitación.

Sentada detrás de su cama, como tantas otras veces Candela empezó a sollozar, no creía lo que estaba pasando, pero la opresión en el pecho y el ardor en el hombro le decían que todo era verdad. Después de calmarse un poco fue al baño y allí vio con sus propios ojos la marca de los dientes de Sergio en su hombro, las lágrimas se le saltaron preguntando que le había pasado. Respiro hondo y se dio una larga y relajante ducha.

Una vez fuera del baño volvió a su cuarto y cerró la puerta, en casa ya todos estaban durmiendo y no era plan despertarlos. Mientras secaba su cuerpo, intentaba calmar su mente. Todo había sido tan rápido, sin capacidad de reaccionar, Sergio no la había dejado hablar, no había confiado en ella cuando dijo que tenía una explicación, pero no se iba a hacer mala sangre. Aún lo quería, pero lo que había pasado esa noche la había dejado muy marcada, sonrió ante su propia audacia.

- Buenos días-. Dijo una cansada Candela.
- ¿Tú no estabas con Sergio?-. Pregunto su padre durante el desayuno.
- Sergio y yo…-. Trago con dificultad.- No estamos juntos-. Dijo finalmente.
- Candela-. Su madre la miro.- Pero, si todo iba bien ¿no?-. Candela asintió.
- ¿Qué ha pasado? ¿Te ha hecho algo?-. Juan miro los ojos verdes de su hija y las bolsas debajo de ellos.
- No, ha sido un poco inesperado-. Candela bebió zumo.- Tranquilo, estoy bien-. Sonrió intentando parecer convincente-. Dio una palmada.- Voy a hacer algo productivo.

Después de desayunar Candela se metió en su habitación y la limpio y ordeno de arriba abajo, cuando termino decidió preparar la comida y a continuación estudio e hizo trabajos que tenía pendientes. El fin de semana llego a su fin y el domingo por la noche un vacío le lleno el pecho, cogió su móvil e intento mandar un mensaje a Sergio, pero las palabras no llegaban.

El fin de semana de Sergio tampoco fue muy agradable, después de que Candela se fuera encontró una botella de whisky en la cocina y sin pensárselo dos veces se la bebió a morro, lamentado en voz alta lo estúpido que había sido, que la había dejado ir y que no la podría recuperar, acabó desplomado en el colchón que habían compartido tantas veces y el olor de Candela lo acompaño toda la noche.

- Mi Candela-. Susurro en sueños.


- ¡Sergio!-. Su madre se asusto al verlo llegar a casa el domingo por la noche.- Apestas a alcohol-. Dijo mirándolo con la camisa sin abotonar, con los pelos revueltos y los ojos empañados.
- Será porque me he bebido una botella entera de whisky-. Sergio entro a su habitación sin decir nada más.

10 de septiembre de 2013

Capítulo 57...

- ¿Qué amor?-. Candela lo miro confundida.
- Esto-. Sergio le enseño la foto.
- ¿Qué haces tú con esa foto?-. ¿Quién le habría mandado a Sergio una foto de Rafa y ella juntos en la cama? ¿Clara? Recordó la conversación de las vacaciones, pero era imposible, Clara no conocía a Rafa.- Sergio te…
- ¿Temías que me enterara?-. Estaba enfadado, muy enfadado. Se levanto de su lado.
- ¿Quién te la ha mandado?-. Candela se levanto a la vez que él y lo miro.
- ¿Eso es lo único que te importa?-. Escupió, no creía que Candela le estuviera haciendo eso.
- Te lo puedo explicar-. Dijo Candela.
- Haber empieza, porque no lo entiendo-. Sergio estaba apretando los dientes.
- No es lo que parece-. Candela lo miro.
- Déjate de tonterías Candela-. Sergio se acerco y le grito cerca de la cara.- ¡Ah! Ya lo sé, es tu despedida de soltera ¿verdad?
- ¡No! Es…-. Candela se aparto un poco de él.
- El día que saliste con tu amigas ¿verdad?-. Se volvió a acercar a ella.
- ¡Que no! No es nada de lo que tú piensas-. Candela se puso nerviosa.
- Que estúpido he sido, pensaba que eras diferente-. Sergio no era capaz de razonar.
- Sergio, escúchame-. Candela intentaba calmarse.
- ¿Qué ha pasado Candela? ¡DIME!-. Sergio le volvió a gritar.
- Te lo voy a explicar…-. Candela empezó, pero Sergio la volvió a interrumpir.
- ¿Vas a ser valiente o vas volver a ser una zorra?-. Sergio la miro con furia en los ojos y antes de darse cuenta la mano de Candela estaba estrellada en su mejilla. Dio un golpe en la pared y se fue de casa.

Candela no sabía cuánto tiempo llevaba esperando a Sergio cuando este apareció, imaginaba que se pedirían perdón, le daría un beso y la escucharía calmadamente, pero no pasó nada de eso.

Sergio cogió el coche, si se quedaba un minuto más en casa con Candela acabaría retorciéndole el cuello, ese precioso cuello que tantas veces había besado y que en la foto que había recibido estaba besando otro. Condujo sin rumbo fijo y llego a la playa, allí se dejo caer en la arena e intento calmarse, pero cada poco tiempo le llegaba una foto nueva de Candela con otro hombre, y con una furia incontrolable volvió al coche y condujo hasta casa.

Allí encontró a Candela, aún de pie, esperando en el mismo sitio que la había dejado, una rabia inmensa se adueño de él y en dos pasos llego a ella, sin una palabra la beso salvajemente y la empujo contra la pared. Le subió el vestido y en dos movimientos estuvo dentro de ella, que ella no se resistiera lo enfureció aún más y le hizo el amor con violencia.

- ¿Quién es el de la foto?-. Dijo Sergio con falsa suavidad mientras le mordía el lóbulo de la oreja. Candela empezó a debatirse de su agarre.- ¡DIME QUIEN ES!-. Le mordió el hombro.
- ¡Es Rafa! Es Rafa-. Candela empezó a llorar, Sergio la soltó y la miro-. Es Rafa-. Repitió en un susurro mientras se encogió en el suelo y se abrazaba a sí misma.

Sergio la miro y su móvil sonó, lo fue a coger para apagarlo, pero vio la foto que le había llegado. En ella estaba Candela con el chico de antes, sonreían a la cámara y ella se tapaba los pechos con el brazo, pero lo que atrajo su atención no fue la gran sonrisa ambos o la desnudez, sino el tatuaje que adornaba el pecho del chico. Miro a Candela, hecha un ovillo en el suelo y recordó cuando le habló de su tatuaje.

Siete meses antes…

- El C₈H₁₁N es la fórmula de la feniletilamina, es un compuesto que dicen va asociado al amor-. Sonrió Candela mientras se lo explicaba.- Rafa se hizo el mismo en el pecho, nos encantaba la química.

9 de septiembre de 2013

Capítulo 56...

- La he diseñado yo-. Dijo Sergio orgulloso mientras abría la puerta de la casa y dejaba entrar a Candela.
- ¡Oh!-. Candela se quedo sin aliento nada más poner un pie dentro. Miraba a todos lados sorprendida, cada rincón que veía era más bonito que el anterior, y eso que todavía no tenía muebles.

Era una casa espectacular, en la planta de arriba había cuatro dormitorios y un baño. El dormitorio más grande, tenía su propio baño y un amplio balcón desde el que se veía todo el jardín. En la plata baja había un gran salón, una cocina enorme, un baño y otra habitación más. Aunque a Candela lo que más le gustaba era el gran ventanal que tenía el salón y que daba directamente al jardín y a la piscina.

- No me lo puedo creer-. Comento por fin Candela y se giro para mirar a Sergio.
- Sé que te encanta la piscina, era lo menos que podía hacer-. Sonrió.- ¿Estas contenta?
- Más que contenta, esto es demasiado-. Le dio un profundo beso.- Gracias mi amor.

Las siguientes semanas fueron una locura, la organización del viaje a Londres se quedaba corta. Por las mañanas Candela iba al instituto, por las tardes Sergio la recogía e iban a mirar las cosas para la casa y por las noches estudiaba. Los fines de semana los pasaba en la nueva casa, donde a veces dormían en un colchón en el suelo o estudiando, apenas veía a sus amigos, hasta que una semana que no tenía exámenes las xoxolove’S la obligaron a salir con ellas para celebrar que se iba a vivir con Sergio.

San Valentín llego y Candela le tenía preparada a Sergio una gran sorpresa, esa noche cenarían juntos en casa, con comida preparada en la nueva cocina, estaba muy ilusionada.

<< A las 22:00h te espero en casa, que bien suena. Te quiero.

>> Mejor sonara de tus labios, allí nos vemos. Te adoro.

- Bienvenido a casa mi amor-. Candela fue a recibir a Sergio cuando escucho la puerta y un sentimiento de felicidad embargó a ambos.
- Ha sido mejor de lo que esperaba-. Sergio sonrió y después de dejar el maletín en el suelo la beso largo rato.
- Feliz día mi amor-. Dijeron casi al unísono y después de una carcajada se miraron.- ¿Todo bien?-. Continúo Sergio.
- Genial-. Dijo Candela.- Pero estoy tan cansada, quiero terminar ya con algo, para centrarme un poco-. Suspiro, pero a la vez sonrió.

Candela había preparado un rincón de relax, como Sergio lo bautizó, donde después de cenar se sentaron a conversar. Estaban hablando de poner un despacho con biblioteca en la habitación de abajo, cuando el móvil de Sergio sonó.

- Me parece muy buena idea cariño-. Coincidió Sergio.- Llamaré mañana para que las estanterías sean de obra, así aguantan más-. Sacó el móvil.

>> Mira lo que hace tu novia cuando no está contigo.

- ¿Qué coño es esto Candela?-. Pregunto Sergio al ver la foto que acompañaba el mensaje.

7 de septiembre de 2013

Capítulo 55...

La noche de Año Nuevo fue muy bonita y familiar, las Navidades estaban siendo maravillosas y en su última uva pensó en Sergio. Él había devuelto alegría a su vida. Después de celebrar con su familia el final del año y el comienzo de uno nuevo, Sergio la fue a buscar a casa y siguieron celebrando en casa de los padres de él.

El nuevo año ya había empezado, y se acercaba la tan ansiada Noche de Reyes, esa tarde Sergio y Candela disfrutaron de las Cabalgatas con sus amigos y después de tomar un café con ellos se despidieron para ir a dormir pronto, pues si te veían despierto o no estabas en tu cama, los Reyes Magos pasaban de largo.

- Esto es para ti-. Sergio no podía esperar a darle el regalo.
- Dámelo mañana, por favor-. Candela volvía de su habitación de dejar el bolso y la chaqueta, mientras Sergio pensaba en que nunca había entrado a su habitación.
- No puedo, me pesa en el bolsillo como una losa-. Le puso en la mano una cajita de cuero cuando se sentó a su lado en el sofá.
- No tendrías que haberme comprado nada, ya lo sabes-. Miro la caja.
- Entonces me vas a matar-. Sonrió con picardía.
- ¿Una llave?-. Candela la miro y solo después de decir que era, cayó en la cuenta del significado de esa llave. Se quedo muda y solo pudo mirar a Sergio.
- Es justo lo que estas pensando-. Sergio le cogió las manos y se las apretó fuerte.- Quiero que vivamos juntos.
- Sergio-. Candela susurro, estaba en shock. Lo abrazo dándole un beso en el cuello.
- Mi Candela-. Le dio un beso.- Ahora tienes mucho trabajo.- Ella lo miro confundida.- Vas a tener que elegir todas las cosas de la casa.
- ¿Estas seguro?-. Candela sonrió.
- Claro, tienes muy buen gusto-. Le dio un golpecito en la nariz.
- Digo ir a vivir juntos-. Candela le acaricio el pelo.
- Pues claro que estoy seguro mi amor. Maktub ¿lo recuerdas?-. Sonrió y le acaricio la mejilla.
- Estaba escrito-. Sonrió Candela.


- Candela y Sergio se van a vivir juntos-. Dijo Felipe mientras entraba en casa.
- Qué bien ¿no?-. Su padre lo miro.
- ¿Quién te lo ha contado?-. Pregunto su madre.
- La propia Candela, habíamos quedado para tomar algo-. Respondió Felipe.
- Parece que la relación va viento en popa-. Dijo su madre.

Era su momento, Carmen estaba en el salón y escuchaba la conversación impasible. Se levanto del sofá y mientras iba a su dormitorio se comunico con Clara.

<< La zorra y Sergio se van a vivir juntos.

>> No puede ser. Que rápido. Están muy bien ¿no?

<< Eso parece ¿empezamos?

>> Si, es hora de sembrar, en poco tiempo recogeremos.

<< Es una época perfecta, ahora va a estar muy liada con los exámenes finales y la Selectividad.

>> Genial, pues ya tienes todo lo que necesitas. Confió en ti y en que rompas esa relación.

Febrero se acercaba a pasos agigantados, y Carmen pensó que el día de los enamorados era perfecto para lanzar la primera bomba incendiaria, que mejor día que el de los enamorados para romper una relación. Ese día siempre quedaría marcado en sus recuerdos.

6 de septiembre de 2013

Capítulo 54...

El viaje había sido todo un éxito, reconocía Sergio cando viajaban de vuelta, con la cabeza de Candela apoyada en su brazo. Llevaba dormida un rato y él no había dejado de mirarla en todo ese tiempo. Sonrió, estaba tan guapa cuando dormía pero, haberla visto dormir en sus brazos, en la cama que habían compartido había sido más bonito todavía. Cerró los ojos y recordó la segunda noche en Londres.


Después de haber visitado la Torre de Londres, el Puente de la Torre, el cambio de guardia en Buckingham Place y dar un paseo por Notting Hill, disfrutaron de una rica cena. Cuando volvieron al hotel ambos se dieron una ducha y en el momento en que Sergio salía se encontró con una provocativa Candela, vestida con un conjunto negro para bailar la danza del vientre.

- No-. Dijo Candela cuando la mano de Sergio estuvo a punto de posarse en su cadera.- No puedes tocarme-. Sonrió mientras se apartaba.- Siéntate-. Ordeno pasando por detrás de él para poner música.

Una música enigmática envolvió el ambiente en pocos segundos y Candela apareció por su espalda, moviendo la cadera de un lado a otro. No podía quitarle la vista de encima, y miro detalladamente cada movimiento de la chica. Parte de su rostro estaba cubierto por un delicado velo negro, que en uno de los giros fue retirado sutilmente por sus manos, que seguían otros movimientos. Era un baile muy provocativo, pues Candela se acercaba a él al máximo y cuando Sergio estaba confiado de poder tocarla, ella ponía el velo entre ellos y se contoneaba sugerentemente.

Sergio ansiaba tocar a Candela, y cuando por fin lo hizo la piel de ella ardía bajo su mano, en ese momento recordó todas las advertencias acerca de la cálida piel de Candela y no la dejo escapar en toda la noche. Cuando terminaron Candela se había quedado dormida abrazada a él, intento taparla, pero ella, segundos después estiro una de sus largas piernas y la enrollo en las sábanas. Se abrazó fuerte a Candela y disfruto del calor que irradiaba su piel.

- Candela, estamos llegando amor-. Sergio le susurro en el oído y luego le dio un beso ligero.
- Mmm…-. Gimió cansadamente Candela.- Estoy muerta-. Dijo abriendo los ojos con dificultad.- ¿He dormido mucho?
- Un poco-. Sergio la miro sonriendo.
- ¿He roncado?-. Ambos rieron.
- Cada vez que lo hacías te daba un beso-. Declaro Sergio.
- ¿Para qué?-. Candela no lo entendía.
- Para evitar la vergüenza, la primera vez la azafata vino asustada-. Sergio la miraba serio.- ¡Bah!-. Agito la mano.- no has roncado nada, te he besado cada vez que he querido.- Volvieron a reír.- Te veo tan vulnerable cuando duermes.- Le dio un beso en la sien.
- Tú también roncas-. Dijo Candela con una gran sonrisa.- Ayer te dormiste antes que yo, era mi turno de mirarte dormir-. Le dio un beso.- Pareces un niño cuando duermes.
- Mejor no hablemos de edades, aún tengo complejo-. Rió.-Que en Londres me confundieran con tu hermano me lo he tomado a guasa, pero que aquella señora dijera que era tu padre-. La miro.
- No, por Dios-. Candela recordó la escena y se agarro las costillas para reír.- Comprende que la señora, era muy mayor ya. A parte no se la veía en su sano juicio.

Después de llegar a casa, los padres de Sergio y los suyos estaban esperándolos en casa de Candela, así que después de contar las maravillas de Londres entregaron a sus padres los regalos que habían comprado, una pipa de fumar tipo Sherlock Holmes para Juan y Pedro, una tetera con taza para Lydia, un bolso con la bandera para Toñi, una sudadera para Julio, imanes para nevera, llaveros para repartir, una taza para ella y otra para Sergio, una camiseta para Sergio y otra para ella y dos sudaderas iguales, una para Sergio y otra para ella. También se compro una mochila. La verdad se había dejado una pasta en compras, pero llevaba ahorrando mucho tiempo para ir a Londres, tanto que le había sobrado dinero.

5 de septiembre de 2013

Capítulo 53...

- ¿Estas bien?-. La voz susurrante de Sergio la hizo sonreír.
- Si-. Dijo levantando la cabeza del pecho de él para mirarlo a los ojos.- ¿Y tú?
- Aún no me lo creo-. Le dio un beso en la frente.- Ha sido maravilloso-. Volvió a besarla, ahora en los labios.

Sergio no mentía, no era su primera vez, ni mucho menos. Pero, no recordaba lo bonito que era hacer el amor, las sensaciones, el sentimiento de hacer el amor con la persona más especial de tu vida. Esa era Candela, la persona especial que había cambiado su mundo. Cerrando los ojos satisfecho, sonrió recordando los momentos anteriores cuando Candela y él se habían dedicado caricias, besos y palabras de amor.

Candela no había dejado de mirarlo a los ojos en ningún momento, eso le había gustado mucho y lo había excitado más, cuando por fin había estado dentro de ella los ojos de Candela brillaron verdemente y con una mirada dudosa Sergio paró, pero ella sonrió. Ahora ambos saciados, calmaban sus respiraciones mientras Sergio acariciaba el pelo y los hombros de Candela y ella le acariciaba a su vez el pecho y los brazos.

- Gracias Candela-. Murmuro Sergio.- Gracias por hacerme tan feliz, por dar tanto sin esperar recibir nada a cambio-. Le dio un beso.- Gracias por quererme.
- Gracias a ti-. Candela lo miro.- Gracias por quererme, por respetarme, por todo-. Le devolvió el beso y volvió a apoyar la cabeza en su pecho mientras se quedaba dormida poco a poco.

He bajado a desayunar, he querido despertarte, pero me daba pena. Estas tan guapo dormido. Te quiero ♥ Candela.

Hasta ese momento, antes de bajar a desayunar, Candela no se había fijado al cien por cien en la inmensa habitación, bueno decir habitación se quedaba atrás, aquí cabía su cuarto entero. Era una suite enorme, en una habitación estaba la cama y el baño, en otra un saloncito encantador. Tenía balcones y una pequeña terraza, nunca había estado en un sitio tan bonito.

- Buenos días mi amor-. Sergio le beso la coronilla, le puso delante una rosa y se sentó a su lado.
- Buenos días-. Sonrió Candela oliendo la flor, le dio un beso en la mejilla.- ¿Te he despertado?
- No, estaba verdaderamente cansado. Después de que te durmieras mmm…-. La miro.
- ¿Qué pasó?-. Bebió zumo.
- Pase mucho tiempo viéndote dormir-. Sonrió.- Eres hermosa-. Dijo mientras Candela se sonrojaba.- Me ha gustado mucho tu nota-. Le acaricio la mejilla
- ¿Qué vas a desayunar?-. Pregunto Candela intentando cambiar de tema, odiaba sentirse el centro de atención.
- ¿Puedo desayunarte a ti?-. Ambos rompieron a carcajadas.

Después de desayunar decidieron ir Trafalgar Square, así que para evitar acabar agotados como el día anterior cogieron el Metro en Praed St. que los dejaba muy cerca, una vez allí visitaron la Westminster Abbey, Spencer House, Banqueting House. Comieron en un restaurante de St Jame’s St. y se dirigieron al Museo de Sherlock Holmes y al Madame Tussauds.

4 de septiembre de 2013

Capítulo 52...


Londres… Candela no se había perdido un solo detalle del recorrido en taxi hasta el hotel, estaba en un sueño, pero al mirar a Sergio se volvía a dar cuenta de que era la pura realidad y no sabía si estaba feliz por estar allí o estar con él. Finalmente decidió que estaba feliz por estar allí con él.

- El sofá, es una cama-. Dijo Sergio cuando estuvieron en la habitación del hotel.- Dormiré en él.

Su idea no era esa cuando reservo habitación, pero entonces pensaba que Candela y él habrían hecho algo, pero desde la noche del cumpleaños no había vuelto a intentar nada, ella decidiría cuando sería, pero le estaba costando mucho. Dios sabía que se estaba controlando bastante.

- Eres muy considerado, pero no puedo permitirlo-. Él la miro sin comprender y ella sonrió.- Quiero que duermas en la cama… conmigo-. Aclaró después de un pequeño silencio.
- No es buena idea, sería una tentación difícil de superar. Quiero respetar tu decisión-. Declaro sinceramente Sergio.
- Mi decisión ha cambiado-. Se miraron y Candela asintió ante la pregunta no formulada. Se acerco a Sergio y le dio un beso.- Te quiero, siempre-. Ambos sonrieron tontamente y con esa promesa de amor que reflejaban los ojos de Candela salieron a conocer la ciudad.

Sin duda Londres era un sueño. Se hicieron miles de fotos, pasearon por Hyde Park, que estaba justo enfrente del hotel. Después cogieron un taxi y fueron al London Eye, desde el que vieron toda la ciudad.

- Volvamos al hotel andando-. Sugirió Candela.
- Pero, estamos en una ciudad que no conocemos, ¿y si nos perdemos?-. Sergio la miro.
- Sergio, viajar significa vivir experiencias. Ir en taxi todo el tiempo no tiene gracia, la gracia es callejear-. Decía Candela mientras se acercaba a un punto de venta de mapas, compro uno y empezó a investigarlo.
- Haber Sherlock-. Sergio rió y la miro.- ¿Por donde tenemos que ir?
- Por allí-. Señalo y comenzaron a andar.

La tarde pasó volando en compañía de Candela, era ingeniosa, dominaba el inglés perfectamente y tenía un sentido de la orientación bastante desarrollado. Anduvieron por la misma Waterloo Bridge, que cruzaba el río Támesis y acabaron comiendo en un restaurante de comida mexicana de Chandos Pl. Después llegaron a Soho Square. Cuando iban por Oxford St, tomaron un café y entraron en algunas tiendas.

Una vez llegaron al hotel Candela y Sergio se dejaron caer en el sofá de la suite, completamente agotados.

- Pienso que no deberíamos haber ido a Hanover Square ni a Piccadilly Circus, que paliza.
- Tienes razón, pero me he divertido mucho, y todo gracias a ti. Mi idea era ir en taxi a todos lados-. Rieron a carcajadas.
- Ahora no me parece una idea tan mal planteada-. Dijo mientras estiraba las piernas, aún sentada.
- ¿Vamos a cenar aquí?-. Pregunto Sergio.
- Si, por favor-. Suspiro Candela.- No puedo con mi cuerpo. Me voy a dar una ducha, ahora vuelvo-. Se levanto y le dio un beso antes de meterse en la ducha.

Una vez dentro del enorme cuarto de baño se enfundo valor y después de una ducha rápida se seco y se puso un pijama, que había comprado especialmente para Sergio y para la noche que iban a pasar juntos. A medida que se acercaba a la puerta del baño estaba más tranquila, confiaba en Sergio y lo más importante se querían.- Maktub-. Pensó mientras abría.

- Candela, yo también…-. Empezó Sergio, pero se detuvo.

Estaba levantándose del sofá cuando oyó la puerta del baño, él también iba a darse una ducha, pero se quedo paralizado ante la imagen de Candela en la puerta.

- ¿Te gusta?-. Dijo sonrojada.
- Mucho-. Le cogió la mano y la acerco a él, dándole un beso en los dedos.
- Quería darte una sorpresa-. Sonrió.
- Yo diría un regalo, eres un regalo-. Le dio un beso suave.- No quiero presionarte, así que, piénsalo un poco mientras yo me ducho.

Cuando Sergio salió del baño no le dio tiempo a volver a preguntar, pues el beso apasionado que Candela le dio aparto todas las dudas y se dedico a besarla y a sonreír mientras ambos caían en la cama.

2 de septiembre de 2013

Capítulo 51...

Aunque pronuncio el nombre de Sergio, en su mente aparecía el nombre de Rafa, Londres había sido siempre el sueño de ambos.

- Sé que, era el sueño que tenías con Rafa-. Sergio sonrió.- ¿Te gusta mi amor?
- Sí, mucho-. Le acaricio la cara.- Muchas gracias mi vida-. Sergio la beso y mientras lo hacía le acariciaba el pelo, la nuca y los hombros a Candela. Los labios de él se movían de los labios de ella al cuello y al lóbulo de la oreja.
- Te adoro mi vida-. Susurro Sergio para seguir besándola antes de dejarla hablar.

Recostándola en las mantas se puso al lado de ella y siguió el beso cuando metía su mano dentro del jersey de Candela. El contacto de su mano fría con la piel tibia de ella, causo que Candela abriera los ojos y que Sergio suspirara.

- Sergio-. Candela murmuro, pero los labios de Sergio le volvieron a tapar la boca y su lengua la obligo a abrirla.- Sergio, por favor.
- Candela, déjame quererte-. Suplico roncamente contra los labios de ella y la volvió a besar sin esperar una respuesta, mientras su mano acariciaba el vientre de Candela y bajaba a por la cintura, para subir por la espalda y quitarle el jersey.

Sergio se separo un poco y admiro la belleza de Candela, allí tendida delante de él. Sus labios tenían un apetecible tono rosado, su piel estaba erizada. Cuando se volvió a inclinar para besarla un par de suaves manos se apoyaron en su pecho, sonrió complacido y la miro a los ojos, entonces los vio, los ojos de Candela tenían un leve brillo verde y vio su expresión afligida.

- Candela ¿qué te pasa? ¿Te encuentras mal?-. La cubrió con el jersey preocupado.
- Es que…-. Lo miro a los ojos mientras se sentaba.- Vas a creer que soy una estúpida, pero… no estoy preparada. Quiero esperar un poco.
- No eres estúpida, eres sincera-. Le puso el jersey y la abrazo.- ¿Por qué no me lo has dicho mi amor?
- No me has dejado-. Candela soltó una carcajada.- ¿Para cuándo es el viaje? De la emoción no he visto nada, solo el destino-. Le acaricio la cara.
- Para después de Navidad, del 26 al 29-. Contesto Sergio.
- ¿Tantos días?-. Candela se asombro.
- A mí me parecen poco, pasaría en Londres contigo meses, años-. Le dio un beso.
- Te quiero, mucho más de lo que tú crees-. Dijo Candela con fervor.


>> ¿Cómo marcha el plan?
<< Lo sigo puliendo, va a ser perfecto. Cuando la bomba explote no va a haber quien frene la ruptura.
>> Eso quiero, los dos me están tocando las narices. ¿Has visto las redes sociales?
<< Por supuesto, entre unas y otras me entero de la mayoría de las cosas. Lo que más me fastidia es el viajecito a Londres.
>> ¿Tú también quieres ir?
<< No es eso, es que… es una zorra. Bueno, ya hablamos.
>> Tienes razón, es una zorra. Sí, mantenme informada.

Noviembre pasó tan rápido que casi no se dieron cuenta y Diciembre se convirtió en el mes más ajetreado de la vida de Sergio y Candela. Las Navidades, los regalos, los exámenes, el viaje. El viaje… a Candela todavía le temblaban las piernas al pensar en Londres, estaba tan contenta que le costaba concentrarse, más de una vez se había descubierto pensando en Londres mientras estudiaba. Gracias a Dios, aprobó todo los exámenes.