- No, acabo de bajar-. Sonrió mientras le abría la puerta.- Estas muy guapa-. La miro de arriba abajo, llevaba unos vaqueros y la camiseta le caía descubriendo uno de los hombros.
- Gracias-. Sonrió y salieron.
Sergio le abrió la puerta antes de que ella lo hiciera, subieron al coche y empezó a conducir mientras la miraba de reojo. Llegaron a un pub y se sentaron en una agradable terraza. Candela conocía el sitio, había pasado agradables tardes con Rafa y sus amigos y en ocasiones Rafa y ella solos…
- Gracias por venir-. Sergio la distrajo y sus miradas se encontraron.
- De nada, yo también quiero que hablemos-. Candela se miro las manos.
- ¿Qué van a tomar?-. El camarero apareció y Sergio la miro esperando.
- Refresco de limón, por favor-. Pidió Candela.
- Una ‘’sin’’ para mí-. Dijo Sergio.
Cuando las bebidas llegaron ambos bebieron un sorbo para darse valor.
- Bueno…-. Dijeron al unísono y rieron.
- Tu primero, por favor-. Sergio la miro.
Candela cogió aire y lo expulso. – Quiero decirte que me sorprendió lo que pasó ayer, pero que tranquilo no estoy enfadada, no voy a armar un escándalo y tampoco te voy a reclamar ni dejarte de hablar y esas cosas-. Dijo Candela tranquila, mirándolo y sonriendo.
Sergio no dejo de mirarla y asentía ante sus palabras. – Yo quiero decirte que fue un impulso, pero no me arrepiento. Es más, lo volvería a hacer-. Sergio observo la reacción de Candela, que permanecía serena.- No me importaría, porque estoy muy a gusto contigo, me siento relajado cuando me hablas, cuando sonríes. Eres muy cálida-. La miro a los ojos.
- Sergio-. Susurro Candela.
- Lo siento de verdad, llevo varias semanas que no dejo de pensar en ti-. Sergio sonrió.- Cada vez que dices mi nombre… -. Le dio un escalofrío al recordar sus labios.
- Lo siento Sergio, yo no quería…-. Lo miro sintiéndose culpable.
- No ha sido tu culpa, que una persona se sienta atraída por otra es lo más normal-. Alargo la mano y le cogió la suya, acariciándola. Candela bebió un gran sorbo de refresco.
Madre mía ¿Qué estaba pasando aquí? Ella no estaba preparada para otra relación, era pronto, muy pronto para su corazón. La voz de Rafa sonó en su cabeza – El día que conozcas a alguien no pienses en mi, mereces ser feliz mi niña-. Los ojos de Candela se volvieron verdes.
- Candela ¿te pasa algo?-. Sergio pregunto al ver el cambio en su reacción y en sus ojos.
- Lo siento Sergio, he quedado con alguien y se me hace tarde-. Se levanto dejando unas monedas en la mesa. Sacó su móvil y llamó.- Julio, te espero en el cine-. Dijo cuando estaba fuera, empezó a caminar y mil recuerdos se le agolparon en la memoria.
- Gracias por venir-. Sergio la distrajo y sus miradas se encontraron.
- De nada, yo también quiero que hablemos-. Candela se miro las manos.
- ¿Qué van a tomar?-. El camarero apareció y Sergio la miro esperando.
- Refresco de limón, por favor-. Pidió Candela.
- Una ‘’sin’’ para mí-. Dijo Sergio.
Cuando las bebidas llegaron ambos bebieron un sorbo para darse valor.
- Bueno…-. Dijeron al unísono y rieron.
- Tu primero, por favor-. Sergio la miro.
Candela cogió aire y lo expulso. – Quiero decirte que me sorprendió lo que pasó ayer, pero que tranquilo no estoy enfadada, no voy a armar un escándalo y tampoco te voy a reclamar ni dejarte de hablar y esas cosas-. Dijo Candela tranquila, mirándolo y sonriendo.
Sergio no dejo de mirarla y asentía ante sus palabras. – Yo quiero decirte que fue un impulso, pero no me arrepiento. Es más, lo volvería a hacer-. Sergio observo la reacción de Candela, que permanecía serena.- No me importaría, porque estoy muy a gusto contigo, me siento relajado cuando me hablas, cuando sonríes. Eres muy cálida-. La miro a los ojos.
- Sergio-. Susurro Candela.
- Lo siento de verdad, llevo varias semanas que no dejo de pensar en ti-. Sergio sonrió.- Cada vez que dices mi nombre… -. Le dio un escalofrío al recordar sus labios.
- Lo siento Sergio, yo no quería…-. Lo miro sintiéndose culpable.
- No ha sido tu culpa, que una persona se sienta atraída por otra es lo más normal-. Alargo la mano y le cogió la suya, acariciándola. Candela bebió un gran sorbo de refresco.
Madre mía ¿Qué estaba pasando aquí? Ella no estaba preparada para otra relación, era pronto, muy pronto para su corazón. La voz de Rafa sonó en su cabeza – El día que conozcas a alguien no pienses en mi, mereces ser feliz mi niña-. Los ojos de Candela se volvieron verdes.
- Candela ¿te pasa algo?-. Sergio pregunto al ver el cambio en su reacción y en sus ojos.
- Lo siento Sergio, he quedado con alguien y se me hace tarde-. Se levanto dejando unas monedas en la mesa. Sacó su móvil y llamó.- Julio, te espero en el cine-. Dijo cuando estaba fuera, empezó a caminar y mil recuerdos se le agolparon en la memoria.